MAGA se está desgarrando por Jeffrey Epstein

La semana pasada, el Departamento de Justicia del presidente Donald Trump asestó un golpe a una de las creencias fundamentales del movimiento MAGA, la que lo ayudó a regresar a la Casa Blanca.

En un memorando sin firmar, el departamento declaró que no existían pruebas de que Jeffrey Epstein, el deshonrado depredador sexual convicto y fallecido, mantuviera una lista de clientes ni de que chantajeara a personalidades prominentes por diversos delitos.

El memorando también declaró que Epstein se suicidó.

La mayoría de los estadounidenses vieron esta noticia (si es que la vieron) y apenas se inmutaron.

La historia de Epstein era cosa del pasado; murió en 2019.

La fiscal general de Estados Unidos, Pam Bondi, habla con los medios de comunicación en la sala de prensa de la Casa Blanca en Washington D. C., el 27 de junio de 2025. REUTERS/Ken Cedeno/

Pero detonó como una bomba en el universo MAGA (Hacer que Estados Unidos vuelva a ser grande).

Influencers pro-Trump con vastas audiencias no podían creer lo que leían.

Después de todo, durante años les habían dicho que existía una lista de clientes de Epstein.

Pam Bondi, fiscal general de Trump, declaró a Fox News en febrero que la lista de clientes estaba «en mi escritorio ahora mismo para revisarla».

(Posteriormente afirmó que se refería al expediente del caso Epstein, no a una lista específica de clientes).

En octubre de 2024, J. D. Vance, entonces candidato a vicepresidente, declaró:

«En serio, necesitamos publicar la lista de Epstein. Es algo importante».

Antes de ser director del FBI bajo la administración de Trump, Kash Patel le dijo a Glenn Beck, un locutor de radio de derecha, que el FBI tenía la «libreta negra» de Epstein y que estaba «bajo el control directo del director del FBI».

En 2023, Patel le dijo a Benny Johnson, un podcaster de MAGA, que los miembros del Congreso deberían «ponerse los pantalones de adulto y decirnos quiénes son los pedófilos«.

En septiembre de 2024, Dan Bongino, ahora subdirector del FBI, dijo a sus oyentes:

«Amigos, la lista de clientes de Epstein es un gran problema» que «sacudiría al Partido Demócrata».

Estas citas representan una pequeña fracción del discurso de la derecha sobre Epstein.

Durante la era Trump, las referencias a Epstein han sido omnipresentes en los círculos MAGA.

Y la afirmación «Epstein no se suicidó» fue tan popular que se filtró a la cultura estadounidense en general.

Caso

La historia de Epstein fue fundamental en los círculos MAGA porque fue un elemento clave en su crítica a la llamada clase dominante estadounidense.

Donald Trump y Jeffrey Epstein en una fiesta en 1992. (Foto: Captura de X)

El atractivo de Trump para la base republicana no solo radica en el extraordinario afecto que sus partidarios le profesan, sino también en su visión casi indescriptiblemente oscura del gobierno estadounidense.

¿Por qué están tan empeñados en arrasarlo todo?

Bueno, si crees que tu gobierno está poblado por gente tan depravada que participaría y encubriría el abuso sexual infantil sistemático, entonces no solo querrías que dejaran el cargo; querrías que fueran procesados, encarcelados y quizás incluso ejecutados.

Y querrías todo el poder necesario para que eso sucediera.

Y si crees que las élites gobernantes abusarían de niños, sin duda serían el tipo de personas que inventarían un bulo sobre Rusia o intentarían robar las elecciones de 2020.

Personas tan terribles son capaces de cualquier cosa.

Y si te preguntas por qué MAGA se volvió contra el FBI y el Departamento de Justicia, bueno, no se trata solo de la investigación sobre Rusia o del registro del FBI en la casa de Trump en Mar-a-Lago.

MAGA America también creía que el FBI protegía a pedófilos para preservar el statu quo.

A la derecha, la historia de Epstein se convirtió en la versión pensante de la teoría conspirativa de QAnon:

la idea de que la sociedad estadounidense estaba dirigida por una banda de pedófilos caníbales.

Mientras que QAnon se basaba en las revelaciones imaginarias de una figura sombría que afirmaba tener la autorización de seguridad Q, al menos la historia de Epstein se basaba en hechos muy sombríos y muy reales.

Epstein fue un depredador sexual monstruoso y grotesco.

Junto con su cómplice convicta, Ghislaine Maxwell, preparó y abusó sexualmente sistemáticamente (y facilitó el abuso sexual) de cientos y cientos de mujeres jóvenes y niñas.

También era una de las personas con mejores contactos del mundo.

Numerosas figuras poderosas asistían a sus fiestas y viajaban en su jet.

Curiosamente, considerando la obsesión de MAGA con Epstein, uno de sus amigos más influyentes era Trump.

Volaban juntos, salían de fiesta juntos, y en 2002, Trump declaró a la revista New York:

«Conozco a Jeff desde hace 15 años. Un tipo estupendo».

Pero Trump también hizo esta inquietante observación:

«Incluso dicen que le gustan las mujeres hermosas tanto como a mí, y muchas son más bien jóvenes».

Tras el arresto de Maxwell, Trump declaró:

«La verdad es que no lo he seguido mucho. Francamente, solo le deseo lo mejor».

¿Este era el hombre en quien MAGA confió para exponer completamente a Epstein y todas sus fechorías?

No se equivoquen:

MAGA está muy furioso.

Tras la publicación del memorando del Departamento de Justicia, los influencers de MAGA estallaron.

Tucker Carlson estaba furioso.

«Que esta cinta demuestre que no se suicidó es como una broma, pero peor aún, es una broma que todos entendemos», dijo.

«Siento que estamos en un punto peligroso».

Alex Jones afirmó que la administración Trump ahora era «parte del encubrimiento».

En la plataforma social X, Marjorie Taylor Greene escribió: «¡PUBLICEN LA LISTA DE CLIENTES DE EPSTEIN!».

Momento

Este momento es significativo por otra razón:

nos permite vislumbrar el futuro de MAGA y prever su posible colapso.

Tras la salida de Trump, este movimiento podría desmoronarse.

Su existencia misma se basa en una serie de afirmaciones fantásticas sobre Estados Unidos y su gobierno.

Esto significa que los influencers MAGA se engañan constantemente a sí mismos, a los demás y a la derecha. Es un ecosistema que opera en constante estado de crisis y agravio, y los simpatizantes de MAGA están tan convencidos de que las peores historias posibles son reales que atacarán a cualquiera que no se llame Donald Trump y se atreva a decirles la verdad, o que se desvíe en lo más mínimo de las historias que ellos mismos cuentan.

Una vez que Trump deje el cargo, no quedará nadie para poner fin a las disputas internas y obligar a todos a alinearse. Si los demócratas tienen un problema de demasiadas pruebas de pureza, los republicanos pronto sufrirán las consecuencias de formar una coalición con muy pocas. En la América republicana, se puede creer en cualquier cosa siempre que se apoye a Trump.

Si eliminan a ese hombre, solo quedan las quejas, y muchas de las quejas de MAGA son contra otros republicanos. La coalición republicana incluye facciones pro-vacunas y anti-vacunas, internacionalistas y aislacionistas, republicanos normie y conspiranoicos descontrolados.

La diversidad ideológica republicana es su punto fuerte temporal. Podría construir una estructura lo suficientemente amplia como para obtener una mayoría muy cercana del voto popular. Pero al atraer a una masa crítica de estadounidenses descontentos hacia un solo partido, los republicanos han creado una cultura de conflicto constante, y esos conflictos a menudo se basan en creencias completamente falsas sobre la vida estadounidense.

Esos conflictos internos están en pleno apogeo. Kaitlan Collins, de CNN, informó el viernes que «es difícil exagerar las luchas internas» en el movimiento MAGA (Hacer que Estados Unidos Vuelva a ser Grande) por el caso Epstein. También el viernes, Axios informó que Bongino se tomó el día libre tras un enfrentamiento con Bondi en la Casa Blanca, y CNN informa que está considerando renunciar al FBI. De hecho, podemos ver un consenso cada vez más firme contra Bondi: «Ella es la culpable. Ella fue quien usó el anzuelo y el cambio. Nos dijo que la lista estaba en su escritorio».

El propio Trump no es inmune a los ataques. Como parte de su separación del movimiento MAGA, Elon Musk ha afirmado que Trump y su aliado de toda la vida, Steve Bannon, están en los archivos de Epstein. «¿Cómo se puede esperar que la gente confíe en Trump si no publica los archivos de Epstein?», publicó Musk el martes.

(INICIO RECORTE OPCIONAL.)

Para el sábado por la noche, Trump ya estaba harto. Publicó un largo discurso en Truth Social en el que declaraba su apoyo a Bondi —dijo que estaba haciendo un «¡TRABAJO FANTÁSTICO!»— y luego, con una curiosa ironía, afirmó que los archivos de Epstein fueron escritos por «Obama, la corrupta Hillary, Comey, Brennan y los perdedores y criminales del gobierno de Biden». En una referencia directa a Patel, dijo que el FBI debería centrarse en investigar «el fraude electoral, la corrupción política, ActBlue, las elecciones amañadas y robadas de 2020, y en arrestar a matones y criminales», en lugar de «pasar mes tras mes mirando solo los mismos documentos de siempre inspirados por la izquierda radical sobre Jeffrey Epstein».

A juzgar por la primera respuesta en línea, MAGA no está satisfecho. El habitualmente fiel Benny Johnson estaba conmocionado. «Admitir que los Archivos Epstein son reales», dijo, «y que los has leído, que no te gusta su contenido y que fueron escritos por tus enemigos, no me parece el argumento más convincente. ¡Madre mía!».

(Final del recorte opcional.)

El caso Epstein sigue siendo una especie de caja negra para la mayoría de los estadounidenses. Aún desconocemos todos los detalles de las relaciones de Epstein con los ricos y poderosos, y ante la falta de información, las acusaciones descabelladas se propagan sin que la evidencia los impida.

Esto es lo que sí sabemos: Algunas de las voces más confiables de MAGA, como Patel, Bondi, Bongino y el propio Trump, de repente le dicen a su movimiento: «Adelante, aquí no hay nada que ver». Pero MAGA no quiere escuchar lo que tienen que decir.

c.2025 The New York Times Company