Hunter, la marca de ropa y botas para lluvia, se sumó a la lista de regresos al mercado argentino. El grupo local Perramus se convirtió en el nuevo distribuidor oficial de la firma británica de outerwear, en lo que representa su regreso al país, tras un primer paso con Paula Cahen D’Anvers.
Las icónicas botas Hunter, que surgieron para vestir a los soldados de la Primera Guerra Mundial y después se popularizaron de la mano de la realeza británica, ya están siendo comercializadas en los locales y las tiendas online de Perramus y en los próximos meses se completará la colección con nuevas líneas de productos como accesorios e indumentaria. Los nuevos distribuidores de la marca además destacaron que también está contemplada la apertura de una tienda exclusiva de Hunter, combinando una mayoría de productos importados con artículos de fabricación nacional.
l efecto apertura: el boom silencioso de los importados
“Esta unión comercial potenciará a ambas marcas que comparten los mismos valores”, destacó Diego Meischenguiser, el actual número uno de Perramus, que representa a la tercera generación de la marca argentina nacida en 1922.
Meischenguiser explicó que el regreso de la marca forma parte de la nueva estrategia comercial que puso en marcha Perramus. “Históricamente, trabajamos con 80% de productos de fabricación nacional y un 20% importado. Ahora vamos a un 50 y 50%, porque con una economía más abierta nos tuvimos que adaptar”.
El empresario precisó que el desafío que enfrentan en un contexto de apertura económica y tipo de cambio poco competitivo, los empresarios textiles es grande, pero destacó que no están reduciendo la plantilla de empleados. “Hoy tenemos el reto de diferenciarnos frente a la invasión de productos importados que implicó la llegada de servicios como Shein o Temu y no es fácil lograrlo con los costos en dólares muy altos. Igualmente, estamos manteniendo nuestra fuerza laboral de 180 empleados, pero con un cambio en el mix. Tenemos menos operarios de fábrica y más diseñadores y especialistas en e-commerce y comercio exterior”.
La historia de Hunter
La marca Hunter fue fundada Henry Lee Norris, un empresario estadounidense que aterrizó en Escocia en busca de instalar su empresa de fabricación de botas en 1856. Instalada en Edimburgo, la compañía se bautizó North British Rubber Company (que más tarde se conocería como Hunter Boot Ltd) y comenzó con cuatro empleados. En 1875, el equipo ya había crecido a 600 personas.
Según consta en los registros oficiales de la marca, la producción de su modelo de botas Wellington -el más popular de la marca- aumentó con el estallido de la Primera Guerra Mundial, cuando la Oficina de Guerra británica pidió a la empresa que produjera una bota resistente a las condiciones en las trincheras inundadas. En total se fabricaron más de un millón de pares frente a la demanda del ejército. Después de la Segunda Guerra Mundial, la fabricación de botas escaló tanto que la compañía tuvo que mudarse a una fábrica más grande para hacer frente al aumento de la demanda e inició su proceso de expansión internacional.