Maxi Salas tuvo su bautismo como jugador de River y causó una revolución en su primer partido con la banda roja. Fue figura, hizo un gol y lo festejó arrodillándose y levantando el brazo derecho con el índice en alto, como lo hacía el chileno Marcelo Salas, que la rompió en Núñez hace casi tres décadas. La presencia del Salas de este tiempo genera una nueva expectativa, que le puede dar contundencia al equipo y a Marcelo Gallardo distintas posibilidades de juego en el ataque.
“Estoy feliz, fue lindo arrancar con un triunfo que nos da confianza para seguir laburando”, afirmó el delantero sobre el triunfo de River por 3 a 1 sobre Platense. “Hay que dejar todo, eso está asegurado, después si se da el gol o no, es secundario”, amplió sobre su rendimiento.
El gol del 2-1 fue el punto más alto del muy buen partido de Salas, que aún algo incómodo como 9 tuvo grandes descargas, se asoció bien y peleó cada pelota como si fuera la última, con una presión alta que River no tenía. Así, con un aire en el juego al Mencho Ramón Medina Bello, otro que pasó por Racing y River, fue el primer defensor, contagió arengando a sus compañeros, aguantó muchas pelotas, se ganó aplausos y casi festeja el segundo con una media vuelta que le sacó muy bien Cozzani. Fue un debut soñado para el correntino en el Monumental. A lo Matador.
Y como Marcelo, el ex Racing hizo un gol en su debut como titular (el Salas original arrancó entre los 11 contra Boca en la Bombonera y la clavó de derecha por el Apertura 96). Un golazo fue el de Maxi, que arrancó jugando en una posición en la que no es especialista, como punta de lanza, de centrodelantero en un 4-3-3. Castaño lo buscó a Subiabre, el pibe enganchó hacia adentro, tiró una pared con el colombiano, buscó a Salas que rebotó de primera para Lencina, que también sin pararla abrió para un Colidio que de zurda metió el centro para que la empujara Salas. Un gol al estilo de River que el delantero celebró emulando el festejo del chileno, quien le agradeció en un posteo en Instagram. “Un abrazo Maxi, gracias y mucho éxito en nuestro querido River Plate”, escribió el Marador.
Salas gritó el gol también con bronca, como un desahogo después de una transferencia traumática y a 24 horas de que el Cilindro lo tratara de “traidor”. “Lo que pasó ya está, ahora estoy en un proyecto nuevo y hay que seguir así”, afirmó al respecto el atacante que llegó a River por más de 9 millones de dólares luego de que se ejecutara la cláusula de rescisión con Racing.
En ese sentido, Gallardo también buscó dejar atrás ese tema. “La palabra de Salas era la más importante y él se expresó. Él vivió todo el proceso y me parece que su palabra era la más valiosa. Después, si entramos en una disputa…Hablaron demasiado, poco me importan las opiniones externas, me tiene sin cuidado. Han hablado demasiado, no me preocupa en absoluto. Sé lo que soy y cómo me comporto, que es sin hipocresía. Pueden decir lo que quieran. A mucha gente no le gusta cómo me manejo, pero poco me importa”, afirmó el Muñeco.
Y en referencia a la llegada de Salas, desde lo futbolístico, comentó: “El mercado anterior trajimos campeones del mundo y jugadores de renombre, tipos que se ponían la camiseta y jugaban. Hoy tratamos de recomponernos con futbolistas que nos puedan dar una energía diferente y otros chicos que se van sumando. Hay que conformar el mejor equipo con esa mezcla de jugadores de calibre con otros que nos den esa renovación de energía. La idea es que nos pueda equilibrar la balanza para ir en búsqueda de otro tipo de estímulos para afrontar el semestre y el futuro. Estamos en un proceso de renovación y conformación de un equipo, no solo para ahora sino para lo que viene”, manifestó el entrenador de River.
Si mantiene su nivel, Salas va camino a meterse en el corazón del hincha de River.
Foto: Marcelo Carroll
Y en ese proceso de renovación, Salas tiene un lugar destacado. Fue titular a pocos días de haber llegado y le da a River un plus en el ataque. No solo desde la contundencia o la voracidad en su juego, sino también porque le permite alternativas de juego. Puede actuar como centrodelantero como lo hizo ante Platense, podría ir por alguna banda o hacerlo con dos puntas como pasó en el último tramo del encuentro ante el Calamar cuando el Muñeco cambió el esquema y jugó con 4 volantes y dos delanteros. Salas no se quedó estático ni parado adentro del área. Buscó salir a pivotear e intentó jugar y moverse por todo el frente de ataque. Su debut fue auspicioso y hay una gran confianza depositada en el nuevo Matador.