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Ya sabe que son sus últimas horas en Núñez. Guillermo Barros Schelotto lo espera con ansias en la Villa Olímpica para reforzar la mitad de la cancha, sector en el que se vislumbra que tendrá un papel protagónico. Rodrigo Aliendro está a detalles de dejar de ser jugador de River, pero todavía no llegó el difícil momento de la despedida del cuerpo técnico y sus compañeros ni de llevarse sus cosas.
A la espera de terminar de acordar la rescisión de su contrato con el club, que finaliza en diciembre, el volante aprovecha cada segundo restante en el Camp. A pesar de que ya no será tenido en cuenta por Marcelo Gallardo, quien le comunicó la decisión en la previa del debut frente a Platense, continúa trabajando con normalidad. Este jueves, en una mañana marcada por la lluvia, se movió a la par del grupo y se espera que esta semana se defina su mudanza a Liniers.
El volante de 34 años evaluó propuestas de Estudiantes y Rosario Central, aunque terminó eligiendo la opción del Fortín por la insistencia del Mellizo, que lo elogió públicamente en sus últimas conferencias por ser un jugador «de un equipo grande» y con la «experiencia» que busca en sus refuerzos para que se complementen con las jóvenes promesas.
Descartada la opción por parte del Fortín que se sea incluido en una posible negociación por Maher Carrizo -exige el pago de la cláusula de 16M de euros o un monto cercano, sin jugadores de por medio-, Aliendro necesita quedarse con el pase en su poder para sumarse a un equipo que jugará los octavos de la Libertadores frente a Fortaleza y viene de ser campeón de la Supercopa Internacional.
«Es una posibilidad, tiene que resolver su situación con River. Los buenos jugadores siempre me interesan y son bienvenidos”, lo mimó Guillermo. En el mientras tanto, Aliendro va preparando su despedida…
