Misiones
También hubo unas 300 intervenciones en el Materno Neonatal
Más 500 atenciones fueron realizadas este año por disfagia en el Pediátrico
Este mes se creó en Misiones el Programa de Abordaje Integral de Alteraciones Deglutorias y Disfagia, con el objetivo de mejorar el acceso al diagnóstico, promover la formación de profesionales y sistematizar estadísticas sobre estas afecciones. En este contexto, el Servicio de Fonoaudiología del Hospital Pediátrico Fernando Barreyro registró más de 500 atenciones desde comienzos de año. A esto se suman 300 intervenciones en el área de internación del Hospital Materno Neonatal.
“Este año hemos realizado aproximadamente 500 atenciones, lo que no implica que se hayan atendido 500 niños diferentes, ya que muchos de ellos requieren una frecuencia más corta entre controles para lograr avances”, expresó Marianela Pajón, jefa del Servicio de Fonoaudiología del hospital.
Asimismo, explicó que en el Hospital Materno Neonatal se realizaron 300 atenciones adicionales, centradas en disminuir la necesidad de alimentación enteral en los recién nacidos. En este sentido, describió que la disfagia es una alteración que dificulta el traslado del alimento desde la boca hasta el estómago y puede implicar riesgos graves si el contenido pasa a la vía aérea o pulmones.
“En los niños esta alteración se observa mediante signos como tos inmediata al ingreso del alimento, derrames anteriores de comida o dificultades para traer el alimento, sensación de atascamiento o caídas prematuras en la faringe”, señaló la fonoaudióloga.
De igual forma, aclaró que no sólo se abordan casos de disfagia, sino también trastornos deglutorios y desórdenes alimenticios, que constituyen los tres grandes diagnósticos vinculados a la deglución que se atienden en el hospital.
Además, destacó que estas condiciones pueden aparecer en cualquier etapa de la vida. En bebés, suelen estar relacionadas con prematurez o síndromes congénitos. En niños mayores, pueden originarse en patologías neurológicas, genéticas o poco frecuentes.
“No aparece por una única causa, sino que es multicausal, porque está relacionada a diferentes comorbilidades. En los bebés se suele dar por la prematurez o por algunos síndromes con los que nacen. En los niños, por síndromes genéticos, patologías neurológicas, parálisis cerebral, enfermedades neuromusculares o enfermedades poco frecuentes. Y en los adultos se presenta en pacientes que han tenido ACV, parkinson, ELA, traumatismos de cráneo, entre otros”, indicó la especialista.
Por otra parte, remarcó que la disfagia no tratada a tiempo puede derivar en complicaciones graves. A diferencia de otros trastornos de alimentación, esta alteración compromete la seguridad de la deglución y puede llegar a poner en riesgo la vida del paciente. “Puede provocar que el alimento ingrese a la vía aérea, lo que genera broncoaspiraciones, neumonías aspirativas y, en casos graves, la muerte del paciente”.
De igual manera, la profesional puntualizó que los signos de alerta cambian según la edad del niño. En bebés deben observarse cambios de coloración en la cara, apneas prolongadas, vómitos frecuentes o llanto húmedo. En niños más grandes, pueden presentarse dolor al tragar, tos inmediata o sensación de ahogo.
“La importancia del diagnóstico precoz en los casos de los niños y en los bebés es fundamental, porque evitamos riesgos de complicaciones respiratorias severas, porque podemos lograr que los niños no requieran otro tipo de alimentación, enteral o parenteral, y lograr la confortabilidad en la alimentación tanto de los bebés como de los niños y en los adultos también”, advirtió.
En cuanto a las formas de evaluación, subrayó que existen dos formas de evaluación: por un lado, el screening, que puede ser realizado por distintos profesionales del sistema de salud para detectar signos o síntomas; y por otro, las evaluaciones específicas a cargo de los fonoaudiólogos, que se dividen en una instancia clínica y otra objetiva mediante estudios de deglución con control radiológico.
Por otro lado, aclaró que no existe un único tratamiento para estas alteraciones. Cada caso se aborda en función del diagnóstico, la edad y las patologías asociadas, por lo que los tratamientos son siempre personalizados. “No somos sólo los fonoaudiólogos quienes intervenimos. Necesitamos el trabajo de neumonólogos, gastroenterólogos, pediatras, kinesiólogos, psicólogos y otros especialistas para abordar de forma integral al paciente”, manifestó Pajón.
Finalmente, compartió algunas recomendaciones básicas para el entorno familiar: asegurar una buena postura al momento de comer, evitar estímulos externos como la televisión o ruidos fuertes, usar utensilios adecuados y prestar atención a los signos de riesgo ya mencionados.
Abordaje para las alteraciones de la deglución
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