El presidente Javier Milei atraviesa uno de los momentos más tensos de su gestión tras el estallido del escándalo por una licitación de casi 4.000 millones de pesos adjudicada por el Banco Nación a Tech Security, una empresa vinculada a los hermanos del titular de la Cámara de Diputados, Martín Menem. La situación, que sacude los cimientos del discurso libertario contra “la casta”, encendió la furia del mandatario y abrió grietas dentro del círculo más cercano al poder.

Según confirmaron fuentes oficiales, Milei no solo está indignado con los Menem, sino que también recriminó duramente a su hermana Karina, la secretaria general de la Presidencia, por su respaldo constante a la familia riojana. Cabe recordar que Lule Menem, primo de Martín, fue designado por Karina como su segundo en la Secretaría General, y Martín fue sostenido como presidente de la Cámara Baja por decisión directa de la hermana del jefe de Estado.

El escándalo pone en el centro de la polémica a Martín Menem, quien habría tenido participación en la empresa Tech Security hasta poco antes de asumir su rol en Diputados, cuando transfirió sus acciones a su hermano Adrián, presuntamente para evitar incompatibilidades legales. No obstante, funcionarios libertarios consultados consideran la maniobra insuficiente y ven en el contrato con el Banco Nación una inaceptable connivencia entre empresa y Estado. “Es como el caso de los hoteles de Cristina con Aerolíneas”, comparó un diputado oficialista.

La tensión se agudiza por la cercanía de las elecciones legislativas de octubre, en las que el Gobierno busca consolidar su poder parlamentario. «Este tipo de escándalos tiran abajo todo el relato de que vinimos a combatir la casta», reconoció un legislador del oficialismo.

La relación entre Milei y los Menem ya venía erosionada. Según trascendió, el presidente ya había manifestado en febrero su deseo de apartar a Martín Menem tras el escándalo de Libra, una criptoestafa vinculada a billeteras virtuales. En aquel entonces, la diputada libertaria Marcela Pagano lo acusó abiertamente de «robar en nombre de Milei», mientras que en los pasillos del Congreso lo apodaban “el señor de la Wallet”.

En la Casa Rosada se analiza postergar cualquier movimiento hasta después de los comicios, pero las declaraciones internas reflejan que el vínculo está roto. «Después de octubre deberían correrlos», admitió un funcionario cercano a Karina Milei. Otros se muestran más preocupados: temen que este no sea el último escándalo proveniente del entorno riojano.

La pulseada de fondo también involucra a Santiago Caputo, estratega presidencial y adversario interno de Karina Milei. Algunos interpretan que la explosión del caso Menem responde a esa interna palaciega. Sin embargo, la magnitud del escándalo hace difícil su contención política y amenaza con dejar al presidente en una encrucijada: sostener a los Menem sería un golpe a su credibilidad; apartarlos ahora, un conflicto político en pleno armado electoral.

El desenlace, por ahora, se espera tras octubre. Pero en Balcarce 50 ya toman nota de que el blindaje libertario comienza a mostrar grietas que la propia narrativa oficial no podrá disimular por mucho tiempo.

Fuente: lapoliticaonline