ESI para adultos mayores: falta información y advierten por más infecciones de transmisión sexual

Que como no hay riesgo de embarazo, pueden tener sexo sin protección. Que el sexo oral no contagia. Que deben rendir tanto como antes. Que si no toman una pastilla, no hay erección. Que si tienen ganas, son “viejos verdes”. Que en la menopausia ya no hay sexo.

Varios son los mitos que rodean la sexualidad en la tercera edad. Y muchos redundan en una cuestión preocupante: el aumento de contagios de VIH y otras infecciones de transmisión sexual (ITS).

“No hay información dirigida a adultos mayores, cuando lo que estamos viendo son nuevas infecciones por VIH y otras ITS”, advierte Viviana Leiro, presidenta de la Sociedad Argentina de Dermatología (SAD), y jefa de Unidad de Dermatología del Hospital Muñiz, donde funciona el consultorio de enfermedades de transmisión sexual.

Por otra parte, los mitos y tabúes que rodean a la sexualidad a estas edades, sumado a sentimientos de culpa y vergüenza, miedos e ideales inalcanzables, atentan contra la consulta acerca de estos temas y alejan a muchos adultos mayores de la posibilidad de vivir esta experiencia en su plenitud y en forma segura.

Ideales inalcanzables: ¿Una cuestión generacional?

“Los adultos mayores de hoy día han crecido sin ningún tipo de educación sexual, o sea, que se han educado a través del porno, por eso es importante revisar mitos y creencias, para poder tener un mejor vínculo con la sexualidad y también poder tener una sexualidad mucho más consciente”, sugiere Viviana Wapñarsky, integrante de la Sección Sexología de la División Ginecología del Hospital de Clínicas de la Universidad de Buenos Aires.

A pesar de que en el área reciben cada vez más consultas (aproximadamente la mitad proviene de este grupo etario que, según indica, disfruta de la sexualidad), también ocurre otra cuestión disonante: “la información sobre este nuevo momento vital no abunda ni está en la agenda social, cultural ni política”.

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“En este país hace falta mucha educación sexual con perspectiva de edad, donde se incluya la mirada del envejecimiento con una aceptación y una calma para poder entender los procesos de esta etapa como algo natural y esperado, empezar a estudiarlos desde chicos y llegar a una edad madura con buena calidad de vida y bienestar”, sostiene la psicóloga, que también integra la Comisión Directiva de Sociedad Argentina de Sexualidad Humana (SASH).

La sexualidad nos acompaña desde que nacemos y a lo largo de toda la vida, hasta que morimos, afirma. Por eso es importante tener información de qué podemos esperar en cada etapa.

“En el caso de los adultos mayores, hay muchos cambios relacionados con el envejecimiento, funciones que se modifican, pero muchas veces no se conocen, y eso asusta”, pondera la profesional, que también es co-directora de la academia Consexuar.

Y agrega que muchas veces operan expectativas desmedidas. «Están esperando tener una sexualidad como a los 20 años y eso no va a ser posible, entonces se frustran y se desilusionan, y creen que ha terminado la posibilidad de tener relaciones sexuales, una sexualidad plena, o de conectarse con el placer».

Por eso destaca la necesidad de contar con información clara y certera de los cambios «en relación a la respuesta sexual, a la sequedad vaginal, a la cantidad de lo eyaculado; porque todo esto cambió, y si se desconoce, no se podrá disfrutar de la sexualidad, imprescindible para tener calidad de vida y bienestar».

Por último, desde el Clínicas señalan que, de acuerdo a distintas investigaciones, la sexualidad en este grupo etario mejora la salud en diversos aspectos: la incidencia de hipertensión, el colesterol, la glucemia en sangre, el sistema inmune, entre otros.

Lo explican así: «De acuerdo a un estudio publicado por la Biblioteca Nacional de Medicina de los Estados Unidos, aunque los andrógenos [hormonas masculinas que estimulan el desarrollo de caracteres sexuales] promueven algunos aspectos de la patología relacionada con la edad (por ejemplo, el cáncer de próstata), parecen proteger contra muchos otros (por ejemplo, enfermedades cardiovasculares, sarcopenia, osteoporosis)».

Prevención de ITS

Sin embargo, privarse de vivir la sexualidad con plenitud en esta etapa de la vida es solo uno de los riesgos de la falta de información. La otra pata está vinculada a la salud sexual, y varios son los expertos que catalogan este tema como preocupante.

En este sentido, llama la atención un dato de un informe que Fundación Huésped dio a conocer el año pasado, en el que señalan que más del 60% de los adultos mayores nunca se hizo un test de VIH.

“Todas las campañas e información vienen dirigidas a los jóvenes, porque es el grupo etario con mayor incidencia de ITS, lo cual no quiere decir que no existan en adultos mayores”, plantea Leiro.

Y advierte: «La realidad es que no hay información dirigida específicamente para ese grupo, que son los que no usan preservativo, no quieren usarlo, e incluso desconocen algunas prácticas sobre las que los jóvenes están más alertados, como por ejemplo, el uso de campo de látex para el sexo oral que, aunque no lo usan, por lo menos lo conocen».

Se recomienda utilizar campo de látex para protegerse durante de la práctica de sexo oral en vulva o ano. No se vende, sino que se “fabrica” con un preservativo, cortando su base, y luego cortándolo a lo largo, con el fin de obtener una lámina de látex protectora.

Aconsejan no esperar a tener síntomas para testearse. Foto Shutterstock.

En este sentido, el mencionado informe señalaba que el 35% de las personas encuestadas aseguró nunca haber usado preservativo a pesar de que el 86% reconoce que las relaciones sexuales sin preservativo es una práctica que posibilita la transmisión de VIH.

Consultada respecto de las enfermedades que más crecen, Leiro dice que reconoce un aumento de casos de sífilis.

Al analizar las causas de este incremento, menciona tanto la relación con el uso de drogas legales como puede ser el alcohol e ilegales y también los encuentros a partir de aplicaciones de citas,

En este panorama, sugiere testearse al iniciar una nueva pareja: «No esperar a tener síntomas para hacerse un testeo, ya que muchas ITS cursan de manera asintomática, o lo pueden cursar en la primera etapa. También es importante testearse si hubo relaciones ocasionales no protegidas».

En esta dirección, también lo recomienda en personas casadas o con pareja estable, que pueden pedirle al médico clínico que incluya en los análisis de laboratorio pruebas de VIH, sífilis, hepatitis B y C.

“En el Muñiz tenemos un hospital de día que hace testeo rápido para VIH y sífilis, y en un ratito están los resultados”, informa.

Enfermedades y síntomas

A la hora de conocer síntomas que requerirían una consulta, dice respecto a la sífilis: “Se debe estar atentos a una llaga, que puede aparecer en la zona genital, anal u oral. Se llama chancro de inoculación y puede ser indolora, también ganglios inflamados, en la etapa secundaria puede haber ronchas en la piel, sobre todo un lugar muy característico son las palmas y plantas de los pies».

Admite que también la gonorrea y la clamidia se están viendo en este grupo «con alta prevalencia», además del herpes genital, que puede dar pequeñas ampollitas que son vesículas tanto en la zona genital anal, u oral, que producen un intenso dolor y pueden acompañarse de mal estado general.

«El Virus del Papiloma Humano (VPH) puede manifestarse con verrugas en las mismas zonas. Todas las ITS se transmiten también a través del sexo oral, por eso hacemos tanto hincapié en usar el preservativo para el sexo oral, que es sexo, no es una previa, es una práctica sexual», cierra.

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