María Fernanda Maquieira dice que en el libro Cuentos de la selva, de Horacio Quiroga: «está todo» y habrá que creerle porque sabe tanto de escribir como de editar libros para chicos, chicas y adolescentes. Como directora Editorial del sello Loqueleo Argentina, pasan por sus manos (cabeza y mente, además) cientos de títulos que terminan en la mochila de estudiantes de todo el país, bibliotecas escolares y estantes de casas desde hace muchos años.
María Fernanda Maquieira es directora Editorial del sello Loqueleo Argentina. Foto: Alejandra López, gentileza editorial.
Maquieira nació en Avellaneda y se licenció en Letras la Universidad de Buenos Aires. Más tarde, hizo un máster en Edición en la Universidad de Salamanca y se especializó en “Libros Infantiles y Juveniles: producción, usos y recepción” en la Universidad Autónoma de Barcelona. Se desempeñó como docente en todos los niveles educativos y así aprendió todo sobre los lectores menores de edad a los que ahora destina libro tras libro.
Fue integrante de la comisión directiva de ALIJA y jurado del Premio Vivalectura. Desde hace más de veinte años está a cargo del área de Literatura Infantil y Juvenil en Santillana Argentina; a partir de 2015 como Directora Editorial del sello Loqueleo. Pero además ella misma es escritora: publicó la novela Rompecabezas (Alfaguara, 2013/Loqueleo, 2015) que recibió el Premio Fundación Cuatrogatos 2015 y Día de perros (Loqueleo, 2024).
María Fernanda Maquieira es directora Editorial del sello Loqueleo Argentina. Foto: gentileza editorial.
A pedido de Clarín, María Fernanda Maquieira revela el paso a paso de un buen libro y recomienda el libro que buscaría si volviera por un instante a ser una nena de Avellaneda.
–Si fueras peque ahora, ¿qué libro no te perderías por nada del mundo?
–Cuentos de la selva, de Horacio Quiroga. Allí está todo: la emoción, la acción, la aventura, escrito en un lenguaje aparentemente sencillo, pero a la vez desafiante.
–¿Qué recordás de tus lecturas de infancia, qué libros había o llegaron a tu casa y qué encontrabas en la escuela?
–En mi casa había muchos libros, estaban al alcance de la mano. Como mi madre era maestra, ella estaba muy al tanto de lo que se publicaba para niños. Nos leía y nos dejaba leer. Recuerdo especialmente desde muy chiquita disfrutar de los libros (y los discos) de María Elena Walsh que se quedaron para siempre en mi memoria y mi corazón. En la escuela había una gran diversidad porque lo habitual en esos años era el «libro de lectura» que te daba un pantallazo por autores muy importantes: José Sebastián Tallón, Elsa Bornemann, Nicolás Guillén, Federico García Lorca, Gabriela Mistral, Juana de Ibarbourou, Juan Ramón Jiménez, Laura Devetach. Tengo dos recuerdos fuertes: la imagen de los libros de texto de Ernesto Camilli en 3ro y 4to grado, que eran muy poéticos y con unas ilustraciones bellísimas, y que me despertaron el deseo de escribir. Y el refugio que fue la biblioteca de la escuela donde se podían pedir libros para llevar a casa todas las semanas y que significó todo un descubrimiento. Todo eso me formó como lectora.
María Fernanda Maquieira es directora Editorial del sello Loqueleo Argentina. Foto: gentileza editorial.
–¿Cómo elige la editorial los libros que va a publicar y cómo se construye un libro para chicos?
–Es una pregunta que requeriría una explicación muy larga, pero para decirlo de un modo breve: se elige en función del catálogo, sus huecos y necesidades, sus presencias y ausencias. Con algo de saber adquirido, experiencia e intuición, y otra parte del orden del gusto y el deseo. Con un ojo puesto en la realidad y en el contexto y otro en el lector siempre presente. Se edita con el propósito de aportar valor en la vida de la infancia, con la responsabilidad de hacer circular y sostener ese objeto que es cultural, educativo y a la vez comercial. Es un gran trabajo en equipo, participan muchos actores desde que se piensa la idea en borrador hasta que se publica. Ahí se convierte verdaderamente en libro, gracias a que es leído por otros.
María Fernanda Maquieira es directora Editorial del sello Loqueleo Argentina. Foto: gentileza editorial.
–¿Qué título del catálogo de la editorial tiene una historia especial?
–Hay muchas historias especiales, ¡hace tantos años que estamos en el ruedo! Para decir solo una: cuando reeditamos varios de los clásicos de Graciela Montes (algunas personas del equipo los habían leído en su infancia; otros los habíamos descubierto con nuestros propios hijos e hijas): Irulana y el ogronte, Clarita se volvió invisible, la serie Anita y otros. Volver a leer esos textos, imaginar nuevas imágenes, revisar las correcciones junto a la autora y aprender de su mirada y su generosidad, fueron momentos increíbles de nuestra vida profesional.