A más de una semana de haber sufrido un accidente cerebrovascular (ACV) isquémico, la salud de Alejandra “Locomotora” Oliveras continúa en estado grave. Así lo confirmó el jefe de Neurorradiología del Hospital Cullen de Santa Fe, Alejandro Musacchio, quien explicó cómo ingresó al centro de salud el lunes pasado y dio detalles sobre sus antecedentes médicos.
“El estado irreversible siempre nos puede dar una sorpresa. Sigue igual después de la cirugía: grave, pero estabilizada en esa gravedad», indicó este miércoles por la mañana y sumó: “Ella tendría todo su espíritu bondadoso para las demás personas, pero con ella tuvo un poquito de falta de control. Tenía una patología en la arteria carótida del lado derecho, y era hipertensa y no se hacía controlar“.
De esta forma, el profesional marcó que, al ingresar al Hospital Cullen, la deportista presentaba una arteria “casi obstruida” y una “gran acumulación de calcio depositado” desde hacía varios años. “Aparentemente, ella se acostó a dormir y durante el sueño se le produjo el ACV. Cuando se despierta ya tenía el déficit motor del lado izquierdo pero estaba consciente y llamó a sus hijos”, relató Musacchio en diálogo con TN.
“Ellos la llevaron a un centro de primera atención y de ahí llamaron a una ambulancia. Al Cullen llegó tarde, fuera de ventana de atención. No estaba consciente y estaba confusa, ya contaba con ocho horas de comenzado el evento. Cuando se le realizan los estudios tenía instalado el infarto profundo“, expresó.
El profesional ratificó que la mujer de 47 años se encuentra con riesgo de vida debido a la lesión neurológica que sufrió. “Uno hace todo para tratar de salvarle la vida, pero está grave. La lesión cerebral que tiene es muy grave. Para que no fallezca se le hizo la craniectomía descompresiva; se le sacó un gran pedazo de hueso de cráneo para que el cerebro salga y no se comprometa», indicó.
La cirugía a la que hace alusión fue realizada la semana pasada, 48 horas después de su ingreso al hospital santafesino. La operación consistió en una descompresión a nivel cerebral para “generar un espacio” con el objetivo de que la presión que comprometía otras áreas del cerebro se liberara y no generara lesiones sobre otras partes.
Hace más de una semana que la deportista es controlada por un equipo multidisciplinario integrado por profesionales de terapia intensiva, neurología y neurocirugía, que evalúa minuto a minuto su evolución.
Hasta el momento, tuvo “fluctuaciones” en sus respuestas motoras y neurológicas. “Mantiene respuestas desde el punto de vista del tronco, de los sistemas motores y de algunos de flexión. Más allá del cerebro, está con asistencia respiratoria, tiene sondas y tubos”, explicó el profesional. Además, coincidió con lo que dijeron anteriormente los médicos a cargo sobre que no se considera viable, por ahora, iniciar un proceso de desvinculación del respirador, dado que el cerebro de “Locomotora” no puede sostener por sí mismo las funciones respiratoria y cardiovascular.