Bloody Tango conquistará al público local, con una fusión única del tango y elementos dramáticos. Diferentes personajes vivirán una pasional e intensa experiencia, al ser huéspedes de un hotel muy particular. Por este motivo, cada habitación propone un ambiente cargado de deseos y tentaciones. Esta atmósfera invita a sus habitantes a dejarse llevar por un libertinaje sensorial que terminará devorándolos. La cita será el viernes 19 de septiembre a las 21.30 horas en el auditorio del Montoya (Ayacucho 1962); Las entradas se pueden adquirir a través de ticketmisiones.
El tango atraviesa las coreografías que plasman los protagonistas, con cuadros que dejarán sin aliento a los espectadores. Asimismo, la sensualidad y los misterios que despierta dicho baile, se apoderan de un virtuoso elenco multiestelar, en el que se destacan Noelia Marzol, Lourdes Sánchez y Jonathan Lazarte. De esta manera, las historias mantienen viva la esencia del baile tanguero, dándole, también, una mirada que desborda sensualidad y aires modernos.
Un tango moderno y disruptivo
“Bloody Tango es un espectáculo de tango moderno donde buscamos tratar de acercar un poco al público más joven lo que es el tango”, explica Noelia Marzol. La iniciativa surge de la percepción de que el tango, a pesar de ser “súper representativo de nuestro país” y “una danza súper compleja y muy linda”, está en el inconsciente colectivo como algo “melancólico, aburrido, que pertenece como a gente grande”. El objetivo es claro: “queremos renovar esa sensación”, y según la bailarina, “la verdad que lo logramos cada función porque la gente se va muy emocionada”.
La renovación no solo se ve en la propuesta general, sino en cada detalle. “Renovamos todo lo que es el vestuario, la propuesta musical”, afirmó Marzol. Si bien se incluyen clásicos como “La Cumparsita” o “Naranja con flor”, el show sorprende con “una reversión de Toxic de Britney Spears o Painted Black de los Rolling Stones en versión tango que lo hizo un músico argentino que se llama Ovidio Velas, que es un genio”.
El espectáculo ofrece una “experiencia sensorial de alto impacto” gracias a una cuidada puesta en escena. “En cuanto a las imágenes, tenemos una pantalla inmensa que hicimos imágenes específicamente para este espectáculo”. Además, la voz principal es un elemento distintivo: “Nuestra cantante es una voz femenina, que generalmente siempre hay un hombre a la cabeza, tenemos a Ana Devin que brilló haciendo Rent este año, es una chica que tiene una presencia escénica espectacular, una mujer toda tatuada, súper disruptiva respecto de lo que se viene viendo en tango”. Ana Devin, de hecho, guía al espectador como anfitriona del misterioso «Hotel Bloody», donde se desarrolla la trama.
La coreografía es otro pilar fundamental. Marzol subrayó que las “coreografías son súper acrobáticas” y que el show cuenta con “puro talento”. La directora coreográfica, María Laura Cattalini diseñó coreografías “súper complejas” y “súper acrobáticas” que tienen “mucho dinamismo