La gran prioridad que tiene Racing es la Copa Libertadores. Ya lo dijo públicamente Gustavo Costas. El sueño de la Academia, tras la obtención de la Sudamericana y Recopa, es levantar por segunda vez el trofeo más importante del continente. Ahí pone toda su energía el cuerpo técnico y también la dirigencia. Este viernes, a horas de jugar contra Estudiantes por la tercera fecha del Torneo Clausura, Racing sufrió un golpe en su planificación.
Racing quería jugar el viernes y Boca el sábado
En los últimos días se había iniciado una especie de disputa entre la Academia y Boca por el día del clásico de la cuarta fecha. Diego Milito quería el viernes 8 y Juan Román Riquelme el sábado 9. Los argumentos y la razón parecían asistir a los de Avellaneda. Por cuestiones de calendario, pintaba que la prioridad la iba a tener el equipo que juega la Copa Libertadores. El martes 12, los de Gustavo Costas se enfrentarán en Montevideo a Peñarol por la ida de los octavos de final. Es por eso que querían adelantar un día el clásico para tener más tiempo de recuperación.
El malestar que hay en Avellaneda
Sin embargo, la cuarta fecha fue confirmada y Racing visitará a Boca el sábado desde las 16.30. El viernes jugarán Tigre-Huracán (19) y Newell’s-Central Córdoba (21). De esta manera, es posible que Gustavo Costas no pueda poner a todos los titulares ante el Xeneize. Por el momento, el cuerpo técnico nunca arriesgó antes de partidos tan importantes como el que jugarán en Uruguay. Y no parece que lo haga por el Torneo Clausura. Sin competencia internacional, Boca sacó una ventaja ante la Academia antes de empezar a jugar. Por eso es que hay enojos en la dirigencia, que se agregan a lo que vienen sintiendo con el arbitraje. Maravilla Martínez fue expulsado insólitamente por Copa Argentina (no jugará ante Riestra) y todavía está fresco el escándalo del final contra Barracas…
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