El Banco Central (BCRA) inició la última semana del mes como había terminado la anterior: ofreciéndose a absorber pesos del mercado para calmar al dólar y dar una señal de tasa de interés, en medio de la puja abierta entre ambas variables que se activó tras el desordenado final de las Letras Fiscales de Liquidez (LEFI), dispuesto dos semanas atrás.
La entidad que conduce Santiago Bausili se hizo presente temprano esta vez en la rueda de repo de A3 para marcarle al mercado que estaba dispuesta a recibir pesos pagando una tasa del 38% anual, que debió elevar minutos después al 40% anual para que su oferta resultaray efectiva.
Su objetivo: retirar liquidez del mercado para tratar de quitarle presión compradora al dólar (que aun así cerró a $1295 para la venta, con un alza de $15 a nivel mayorista, marcando un nuevo máximo) y, a la vez, dar una referencia de tasa en la previa del llamado a licitación que el Tesoro Nacional realizó para intentar renovar casi $12 billones de deuda que vencen esta semana.
La cuestión es que esta acción oficial choca con la proclama de una tasa “endógena”, fijada únicamente por el mercado, lanzada por el Gobierno al presentar la fase 3 del plan y refrendada incluso el jueves por la noche por los dos principales referentes del equipo económico, el ministro Luis Caputo y el propio Bausili, al presentarse en el canal de streaming oficialista “Carajo”.
Solo unas horas después de esa afirmación, el mismo viernes el BCRA reapareció en la plaza de repo de A3 (en la que había incursionado “de emergencia” la semana posterior al desarme de las LEFI para absorber temporalmente $4,7 billones que luego se colocarían en Letras del Tesoro) para tomar pesos a tasas que llegaron al 43% anual, actividad que continuó hoy con los precios ya mencionados.
“Luego de una apertura verde para las Lecap, el BCRA salió a tomar pesos en repo (actualmente al 40%) y volvió el rojo: operan ahora con bajas de hasta 1% directo”, consignó Javier Giordano, analista de CFA.
El lado más inquietante de este accionar oficial es el impacto que este nivel de tasas puede tener sobre el los números fiscales. “Para tomar dimensión del problema: si el Gobierno renueva todo lo que vence esta semana a las tasas actuales, va a estar pagando, solo por esta licitación, más de $400 mil millones de intereses en un mes”, hizo notar el analista Juan Manuel Palacio. Se trata de un rojo que no se reflejará en el resultado fiscal, porque son pagos que se capitalizan.
La inquietud oficial por la renovada tendencia alcista del dólar —aun cuando el Gobierno asegura haber cambiado su mirada respecto a la acumulación de reservas y filtra sostenidas compras del Tesoro— queda en evidencia por la sostenida intervención del BCRA en el mercado de dólar futuro. Fruto de ella, el viernes la posición más corta (que se liquida este jueves, cuando cierra julio) llegó a operarse $4 por debajo del valor del dólar mayorista.
Dicha anomalía se repitió hoy, al cerrar el contrato de fin de julio con el billete cotizando a $1286,50, es decir, $8,50 por debajo del nivel de clausura del spot. “Eso da una TNA de -75% anual”, hizo notar un operador.
Desde el BCRA se negaron a hacer comentarios sobre sus operaciones en la jornada.
“Si se participa o no se ve reflejado en la información que se comparte con el mercado en los diferentes informes. Pero cualquier cosa que hagamos probablemente tenga un impacto en distintas cotizaciones, en la cantidad de dinero, en el nivel y/o la volatilidad de tasas, y también en el tipo de cambio spot y futuro”, concedieron.