El stock de préstamos bancarios en moneda extranjera concedido al sector privado superó los US$16.800 millones, con lo que superó la marca máxima del año 2018 (US$16.612 millones) y alcanzó niveles que no se verificaban desde fines de los años ’90.
Los últimos datos oficiales, actualizados al pasado miércoles, muestran que el total desembolsado llegó a US$16.831 millones, con lo que crecieron en US$898 millones (5,66%) en los últimos 30 días y se expandieron más del 154% en el último año.
La expansión del crédito en dólares está estimulada por el sólido crecimiento de los depósitos privados en dólares, que en el último mes pasaron de US$30.464 millones a US$32.937 millones (un aumento de US$2473 millones) entre el 23 de junio y el mismo día de este mes.
“Es un hito que refuerza la recuperación del sistema financiero, particularmente del crédito, que emerge como uno de los grandes beneficiarios del nuevo modelo económico. El sector de intermediación financiera lo refleja con claridad: el estimador de actividad general del Indec, el de este subsector, ya se ubica un 10% por encima del máximo de 2023 y en niveles no vistos desde septiembre de 2018, una recomposición que también se ve en las series de préstamos, tanto en dólares como en pesos”, destacó al respecto el economista Leonardo Chialva, de Delphos Investment.
Desde los bancos destacan la sólida demanda de créditos en general y de financiaciones en divisas en particular, que se mantuvo firme pese a una oferta más restringida en marzo y abril, en la previa de una modificación muy anunciada en el esquema cambiario, básicamente para financiar exportaciones o compras de bienes.
De hecho, los datos muestran que el 74% del total desembolsado (unos US$12.400 millones) corresponde al descuento de documentos vinculados con facturas de venta al exterior o embarques.
“La definición de un sistema de bandas de flotación y la preocupación que el Gobierno muestra por mantener estable el tipo de cambio estimularon la demanda de empresas, en especial, de las que tienen ingresos programados en dólares. Con el resto, pese a que las normas se flexibilizaron, los bancos seguimos siendo muy selectivos”, explicó un ejecutivo de un banco privado líder a LA NACION.
Entre las razones de la preferencia por endeudarse en moneda extranjera —por encima de hacerlo en pesos, para quienes tienen abiertas ambas opciones— está el fuerte diferencial de tasas, un incentivo que se amplió en el último mes por el impacto que la suba de tasas en pesos comenzó a tener sobre las tasas activas que los bancos cobran por financiar en esa moneda.