Entre la payada, ese canto definitivo que se mide desde el ingenio, la capacidad de vencer al otro por medio de la palabra y que puede terminar en el cuchillo y la muerte y el gesto de ese narrador/personaje que se planta en el texto y en la escena con su canto, se estructura el poema de José Hernández
Al verso que cuenta la epopeya del gaucho Martín Fierro, sus padecimientos y la fuga final, Pablo Katchadjian le responde con un procedimiento técnico: ordenar alfabéticamente los versos del Martín Fierro se convierte, en realidad en una forma de desordenarlo, de desarmar la historia y transformarla en pura sonoridad, en una aventura desmembrada que se inserta en una poética contemporánea.
Experimento borgeano
Pablo Katchadjian publicó El Martín Fierro ordenado alfabéticamente en el año 2007 y su experimento borgeano hizo de la clasificación, del uso transfigurado de unos versos que no fueron modificados, una propuesta rítmica que pide ser dicha. A esta tarea se abocan Martín Bauer y la actriz María Inés Aldaburu al indagar en las posibilidades de decir este texto, de convertirlo en una escena compartida en el marco del ciclo Solo en el Centro de Experimentación del Teatro Colón.
La voz de la actriz suena oscura y diáfana a la vez, sabe descubrir las resonancias de situaciones perdidas de su referencialidad, exigidas en la repetición de las palabras que proponen una cadencia donde las escenas surgen fragmentadas, en episodios veloces, para ser disueltas en el protagonismo de las palabras.
Pablo Katchadjian. Foto: Diego Waldmann, archivo Clarín.
Si Katchadjian desafía la noción de autor con una decisión tan simple como estructurante donde la modificación de un orden pone en crisis el sentido, la decisión de Bauer de elegir a una mujer para realizar esta lectura también cuestiona la noción de personaje. María Inés Aldaburu establece con su presencia una entidad que ya no forma parte de la gauchesca sino de una poesía donde es el propio lenguaje (el no lugar del lenguaje para recurrir al modo en que Michel Foucault interpretó la escritura de Borges) el escenario donde los hechos suceden.
La actriz va a tomar algunos versos de la segunda parte del Martín Fierro (La vuelta que no integra el experimento de Katchadjian) para enunciarlos como preguntas. De ese modo el texto canónico, el poema central de la literatura argentina es invadido desde su esquema interno, sacudido al desestabilizar un orden en la escritura y en el decir.
Lo que se pone en cuestión con el procedimiento de Katchadjian es el sentido como una narrativa que hace posible el seguimiento de una peripecia pero también la manifestación de un discurso que tenía una estrategia política y debía ser claro y recordable para un lector masivo.
Esa voz que en el poema de Katchadjian se ha libreado y perdido, como señalaba César Aria en un artículo publicado en la revista Otra Parte, de la posibilidad de decirnos o hacernos entender algo, puede ser la voz de cualquiera, incluso puede permitir la incorporación de otras voces, como sucede en la puesta de Bauer donde la lectura de Aldaburu será interrumpida por la intervención de Bruno Lo Bianco (a cargo también de la percusión) y del propio Martín Bauer que leerá algunos fragmentos.
Collage discursivo
La propuesta de Katchadjian estimula una indagación sonora porque el material original es llevado a una suerte de abstracción donde la relación entre las palabras es la que genera nuevos conflictos y aproximaciones musicales. En otro plano propicia la asociación como una suerte de collage discursivo.
Con dirección de Martín Bauer. la actriz María Inés Aldaburu (foto) lee el Martín Fierro ordenado alfabéticamente por Pablo Katchadjian en el CETC. Foto: gentileza Prensa Teatro Colón.
La introducción a esta performance va a estar a cargo de Bauer con la lectura de un texto de Borges sobre Martín Fierro publicado en el libro El hacedor (1960) y hacia el final surgirá la voz de Martín Caparrós con algunos episodios de su último libro con Ilustraciones de Rep: La verdadera vida de José Hernández contada por Martín Fierro (Random House) donde Martín Fierro deviene en autor para hablar sobre José Hernández en un acto de sublevación del personaje que recupera su voz, que se presenta como un ser emancipado del autor y pone en duda la entidad creada en el papel.
Esta articulación de textos disímiles toman al poema gauchesco como un territorio formal, político y, principalmente como un material a reescribir, un acto de apropiación que continúa la impronta borgeana, recordemos que Borges llegó a inventar un nuevo final para el Martín Fierro.
Esta performance recupera ese canto que da inicio al poema a partir de una matriz que conecta escrituras, imágenes, sonidos, modos de actuar y de decir que ya no responden a un universo único (el de esa pampa melancólica) sino a una actualidad disonante.
Las miradas que aparecen en el diseño audiovisual de Germán Campos (planos detalles de ojos que van desde Hernández o Martínez Estrada hasta los de la actriz de esta performance) hablan de una constelación de autores y personajes que pensaron y crearon con relación al Martín Fierro y de una línea de tiempo, divergente, azarosa que se sintetiza en una mujer leyendo un poema sobre un gaucho que huye, que no quiere ser obediente, que prefiere desertar, ir al desierto. Las palabras en el nuevo orden que le da Katchadjian son esa fuga en el presente de la escena.
El Martín Fierro ordenado alfabéticamente se presenta el miércoles 30 y el jueves 31 de julio a las 20:30 en el CETC