Los gobiernos de Benjamín Netanyahu y Javier Milei preparan una visita del premier de Israel a la Argentina. Ello sería presentado como un viaje de reciprocidad por las dos visitas que hizo el presidente argentino a Jerusalén en sólo un año y medio de gobierno. Es su principal aliado internacional, incluso antes que Donald Trump.
Pero en los hechos, la visita representaría un fuerte espaldarazo del libertario a su colega en el contexto de las crecientes críticas internacionales -también dentro de la polarizada sociedad israelí que lo rechaza- por la desesperada situación de la población gazatí.
En la guerra contra los terroristas de Hamas, tras el ataque en territorio israelí del 7 de octubre de 2023, murieron no menos de 60.000 palestinos, reconocen organismos internacionales. La destrucción de Gaza es casi total y las dramáticas fotos de niños muertos y desnutridos ha llevado a la comunidad occidental a buscar el reconocimiento de Palestina como Estado y a increpar a Netanyahu. Ahora empezaron a circular violentos ataques de colonos judíos a la población palestina de Cisjordania.
De la posible visita de Netanyahu a la Argentina se habló durante el encuentro que el propio primer ministro israelí mantuvo con el embajador argentino en Israel, Axel Wahnish, rabino y guía espiritual de Milei, quien tiene una enorme influencia sobre el mandatario. Es Wahnish y el canciller Gerardo Werthein quienes la están organizando.
“Un obstáculo clave para concretar el viaje es la preocupación por sobrevolar el espacio aéreo de países como Brasil y Chile, miembros de la Corte Penal Internacional”, la que en noviembre pasado emitió órdenes de arresto contra el premier y contra su ex ministro de Defensa, Yoav Gallant, ambos acusados de haber cometido crímenes de guerra en Gaza. Israel niega las acusaciones e impugnó las órdenes.
Milei, en tanto, salió en defensa pública contra su amigo por esa órden del tribunal y, por ejemplo, no quiso mandar representantes a Sudáfrica a una de las reuniones del G20 porque es uno de los países que impulsó la causa.
“Dado que Argentina también es miembro de la CPI, la visita de Netanyahu requeriría una garantía formal del gobierno de que se le permitiría ingresar al país sin riesgo de arresto”.
Milei pasó tres días en Israel el mes pasado en una visita diplomática, durante la cual anunció planes para trasladar la embajada de Argentina a Jerusalén y establecer vuelos directos entre Buenos Aires y Tel Aviv. Allí la Fundación Génesis le dio un premio por el apoyo a Israel que se conoce como el Nobel Judío.
La última vez que Netanyahu vino a la Argentina fue en 2017 y gobernaba Mauricio Macri. Argentina era otra. Oriente Medio también.
Milei no reconoce a Palestina como Estado, pero no lo dejó plasmado por escrito aún. El fallecido canciller de Cristina Kirchner, Héctor Timerman, reconoció a los territorios ocupados como Estado Independiente según sus fronteras anteriores a 1967.
Clarín preguntó a Cancillería quién participa en la cumbre por un Estado Palestino que se lleva a cabo ahora en la ONU. Si el representante Francisco Troppepi o el cónsul Gerardo Díaz Bartolomé, pero no recibió respuesta aún.
El otro presidente que pidió venir en agosto es el ecuatoriano Daniel Noboa, quien iba a viajar para la cumbre del Mercosur. Sin embargo, al final envió a su vice, María José Pinto.
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Natasha Niebieskikwiat
Redactora especialista en política exterior [email protected]
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