Un poderoso terremoto sacudió la península de Kamchatka, en Rusia. Con una magnitud de 8,8 en la escala de Richter, el sismo desató una serie de alertas de tsunami que se extendieron por todo el océano Pacífico, desde Japón y Estados Unidos hasta las costas de Sudamérica. El Servicio Geológico de Estados Unidos (USGS) informó que el epicentro se ubicó a 136 kilómetros al este de Petropávlovsk-Kamtchatski, a una profundidad de 21 kilómetros, y ocurrió a las 11.24 (hora local).
¿Qué ocurrió en Rusia tras el terremoto?
El terremoto provocó una rápida respuesta de las autoridades rusas. El gobernador de Kamchatka, Vladimir Solodov, describió el evento como “grave y el más fuerte en décadas”. Se reportaron heridos leves, pero afortunadamente no hubo víctimas fatales. En algunas zonas de Kamchatka, se registró un tsunami con olas de entre 3 y 4 metros de altura, lo que obligó a la evacuación de pueblos portuarios. Cerca de Severo-Kurilsk, las olas alcanzaron incluso los 5 metros. Sergei Lebedev, ministro regional para situaciones de Emergencia, instó a la población a alejarse de la costa.
La península de Kamchatka es una de las zonas sísmicas más activas del planeta, ya que se encuentra en el punto de encuentro de las placas tectónicas del Pacífico y Norteamérica. De hecho, el 20 de julio, un terremoto de magnitud 7.4, seguido de numerosas réplicas, azotó la misma zona sin causar daños importantes. El terremoto de magnitud 8,8 se ubica como el sexto más fuerte de la historia registrado y el segundo más poderoso desde el devastador terremoto de Japón en 2011. El récord lo tiene el ocurrido en Biobío, Chile, en 1960 con una magnitud de 9,5.
Otras zonas afectadas por las alertas de tsunami tras el terremoto en Rusia
En Hawái, las sirenas de evacuación resonaron en Honolulú y generaron congestión vehicular mientras la población buscaba zonas elevadas tras el terremoto en Rusia. Tras la activación de las sirenas, se instó a los residentes a dirigirse a terrenos más altos. Menos de una hora después del sismo, el tráfico en Honolulú se vio colapsado.
Olas de 1,2 metros de altura impactaron en el estado, según el Centro de Alerta de Tsunamis del Pacífico (PTWC), y gracias a la rápida respuesta y los protocolos preventivos, se minimizó el riesgo. Para el mediodía (hora local), se levantó la orden de evacuación.
Por su parte, Japón emitió alertas de tsunami para una amplia franja de su archipiélago, instando a la población a no acercarse a la costa, en respuesta al terremoto en Rusia. También se emitieron alertas en las islas Kuriles, Rusia, y Hokkaido, Japón, donde se observó un aumento en el nivel del mar. La agencia meteorológica advirtió sobre el riesgo de un tsunami de hasta tres metros y solicitó a la población no aventurarse mar adentro. También se instó a evacuar rápidamente hacia zonas altas. Asimismo, los trabajadores de la planta nuclear de Fukushima fueron evacuados como medida de precaución ante la posible llegada del tsunami.
En Sudamérica, Ecuador y Chile emitieron avisos ante posibles tsunamis de menor intensidad, como medida preventiva tras el terremoto en Rusia. El Servicio Hidrográfico y Oceanográfico de la Armada (SHOA) de Chile informó una alerta de tsunami entre las regiones de Arica y Parinacota y Los Lagos. El gobierno de Colombia ordenó a los pobladores evacuar playas y zonas costeras del océano Pacífico.
En Ecuador, la Dirección del Parque Nacional Galápagos anunció el cierre temporal de sus zonas protegidas destinadas al turismo como medida preventiva mientras dure la advertencia de tsunami emitida por el Instituto Oceanográfico y Antártico de la Armada del Ecuador (INOCAR), según informó el organismo a través de un comunicado. Esta medida busca proteger a los visitantes y la fauna única del archipiélago ante la posible llegada de olas anómalas.
Este contenido fue producido por un equipo de LA NACION con la asistencia de la IA.