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Se fue. Se calentó mal. Le pareció una falta de respeto de Miguel Ángel Russo y no sólo dejó el campo de juego, sino que Marcos Rojo dejó Boca Predio sin entrenarse durante la tarde del martes, en la vuelta al trabajo tras la dura derrota con Huracán que desató una fuerte crisis política en Boca.
Rojo viene marginado en el Xeneize desde antes del Mundial de Clubes. Fue en los cuartos de final del Apertura con Independiente que el defensor quedó afuera del equipo por un cortocircuito con Juan Román Riquelme. Pese a que se encontraba en un buen momento físico y futbolístico, jugando con una continuidad inaudita en el club.
Luego, cuando parecía que iba a ser titular en el Mundial de Clubes, Ayrton Costa consiguió la visa para ingresar a Estados Unidos, llegó a poco del debut y Russo tomó la decisión de dejar afuera a Rojo, con todo lo que implica limpiar a un referente que venía entrenándose para ser titular. Días después, en un entrenamiento en Miami, se rompió la relación definitivamente.
Marquitos sigue colgado desde entonces, sin haber sido convocado a ninguno de los tres partidos del Clausura y en estos días, citado para entrenar solo en el primer turno aunque el plantel lo hace en dos. Encima, sin acuerdo para rescindir si no aparece una oferta y con un contrato que termina en diciembre. Una verdadera bomba de tiempo. Que volvió a explotar este martes en Ezeiza…
Fue cuando Russo se paró frente al plantel en el gimnasio y pidió que quedaran sólo los que habían estado en Parque Patricios, obligando así que salieran del lugar unos pocos que no estuvieron en el partido. Entre ellos, el propio Rojo, quien no estuvo de acuerdo con que los mandaran para afuera y lo hizo saber. «Sintió que le faltaban el respeto, que ya era demasiado», le dijeron a Olé.
Pero la salida del ex capitán no fue sólo del gimnasio, sino que les dijo lo que pensaba en la cara y decidió irse del predio sin entrenar. Generando un nuevo estallido interno en medio de la crisis política que golpea a Riquelme y al Consejo de Fútbol, más el duro momento de Russo con siete partidos sin ganar desde el inicio de su tercer ciclo.
Como consecuencia de esto que pasó, este miércoles a Rojo -junto con Saracchi y Lema- le avisaron que de ahora en adelante debe cambiarse a otro vestuario y entrenarse aparte con un preparador físico de Inferiores.
La otra charla que se dio en Boca Predio
Este martes se dio una reunión entre Russo y el delantero, en el que, en principio, se aclararon las cosas. La Bestia dio su versión, que no había entendido la indicación del cambio en medio de un entredicho, y el DT tomó la aclaración en buenos términos. «Todo solucionado, cero drama», le dijeron a Olé.
De todas maneras, habrá que esperar a que el tiempo ponga las cosas en su lugar, porque lo que se vivió el domingo en el Ducó fue grave, y cuesta creer que se solucione con una simple charla. Siendo que ya hubo castigos para Marcos Rojo y Carlos Palacios por situaciones de indisciplina.
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