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El macabro hallazgo de restos óseos parciales —presuntamente de un hombre— corroboraría la denuncia de un extrabajador del Templo Dharmasthala, en la ciudad hindú del mismo nombre, quien confesó que se vio obligado bajo amenaza a enterrar los cadáveres de niñas y mujeres víctimas de violación y agresión sexual, entre 1998 y 2014.
Cubierto con una capucha negra para proteger su identidad y acompañado de su abogado, un hombre compadeció el 11 de julio a un tribunal local en Belthangady para dejar asentado lo que días antes —el 3 de julio— denunció ante la Policía de Mangaluru y a la comisaría de Dharamshala.
De acuerdo con el medio británico The Independent, que accedió al escrito —al igual que India Today y Aljazeera—, el denunciante explicó que en 1995 comenzó a trabajar como personal de limpieza del Templo Dharmasthala, una institución religiosa hindú de 800 años de antigüedad dedicada al dios hindú Manjunatha.
Inicialmente, el miembro de la comunidad dalit —el estamento más bajo del sistema de castas— era responsable de la limpieza del río Netravati, donde halló un número creciente de cadáveres arrastrados por la corriente hasta la orilla, pero supuso que se trataba de suicidios o ahogamientos accidentales.
Pero “lo que comenzó como un empleo normal se convirtió más tarde en un trabajo consistente en encubrir pruebas de crímenes extremadamente horribles”. En 1998, sus empleadores le pidieron por primera vez que “se deshiciera en secreto de los cuerpos”.
Al negarse, lo golpearon y amenazaron. “Te cortaremos en pedazos. Tu cuerpo también será enterrado como los demás cadáveres. Sacrificaremos a todos los miembros de tu familia”, le advirtieron, lo que le causó temor, ya que su predecesor había “desaparecido” al negarse a las mismas órdenes.
Un extrabajador del templo hindú denuncia haber sido obligado a ocultar cuerpos de víctimas de agresiones sexuales, revelando un oscuro secreto de décadas. Foto: Facebook/Templo Sri Dharmasthala Manjunatha.
Así, se vio obligado a enterrar en varias ubicaciones de Dharmasthala a los cuerpos, los cuales, “muchas veces”, eran de niñas menores. “La ausencia de ropa interior, la ropa rasgada y las lesiones en sus partes íntimas indicaban una brutal agresión sexual contra ellos. Algunos cuerpos también tenían marcas de quemaduras con ácido”, detalló.
A veces se le indicaba que los prendiera fuego. “Cientos de cadáveres fueron eliminados de esta manera”, indicó y agregó que “muchos de los cuerpos femeninos fueron encontrados sin ropa”. “Algunos tenían signos claros de agresión sexual y violencia como heridas o estrangulamiento que indicaban violencia”, contó.
En 2010 ocurrió un hecho que lo perturba “hasta el día de hoy”: lo obligaron a enterrar a una nena que, según estimó, tenía entre 12 y 15 años. “Todavía llevaba puesta la camisa del uniforme escolar, pero le faltaban otras prendas. Tenía una mochila escolar. Me ordenaron cavar un hoyo y enterrarla junto con su mochila”, relató.
A medida que pasaron los años, “la tortura mental que estaba sufriendo se volvió insoportable”, y en 2014, cuando una niña de su familia fue víctima de violación por uno de los miembros del templo, supo que tenía que “escapar de allí de inmediato”.
Así fue que huyo a un estado vecino con su familia y no le dijo a nadie de su paradero. “A pesar de que estábamos lejos de Dharmasthala, la certeza de que mi familia y yo seríamos asesinados en cualquier momento, como los que nos precedieron, nos perseguía a diario”, escribió.
La confesión del extrabajador que destapó el horror en Dharmasthala
Si bien permaneció ocultó más de 10 años, el denunciante sostuvo que la “insuperable sensación de culpa” lo hizo volver a Dharmasthala para denunciar los crímenes que vivió. “Ya no puedo soportar la carga de los recuerdos de los asesinatos que presencié, las continuas amenazas de muerte que recibí para que enterrara los cadáveres y el dolor de los golpes, ya que si no enterraba esos cadáveres, me enterrarían junto a ellos”, expresó.
Además de su testimonio, el hombre presentó ante el tribunal restos óseos que el mismo excavó de uno de los trece lugares donde enterró a las víctimas, junto con fotos y documentos. “Antes de acudir a nosotros, fue a uno de esos lugares de enterramiento, exhumó los restos y los entregó al tribunal”, explicó su abogado KV Dhananjay en diálogo con The Independent.
Dhananjay sostuvo que “ahora el tribunal tiene la mitad” del caso, y ahora “la otra mitad le corresponde a la policía”. “Aquí está la persona que dice que no es el miedo a la ley, sino el miedo a la conciencia y el miedo a la moralidad lo que lo hizo volver. En los últimos 100 años de sentencias judiciales, no se encuentra un caso similar”, agregó.
Veerendra Heggade, administrador del templo Dharmasthala, junto al primer ministro indio, Narendra Modi. Foto: X/@HeggadeD.
El denunciante, cuya identidad está protegida bajo la Ley de Protecciónde Testigos, se comprometió a dar los nombres de los responsables una vez que las autoridades le garanticen a él y su familia la protección adecuada, ya que entre los acusados “hay personas muy influyentes”.
Además, dejó a su abogado un testimonio escrito sellado que Dhananjay abrirá en caso de que le suceda algo. “La verdad sobre estas tragedias no debe morir conmigo”, indicó, a la par que consideró que las víctimas “merecen una despedida respetuosa”.
“Si los cuerpos que están siendo exhumados reciben los últimos ritos adecuados, las almas de los que sufrieron encontrarán paz y mi sentimiento de culpa también se reducirá”, sostuvo en la denuncia.
Dos semanas después de que el hombre presentara su denuncia, el gobierno del estado de Karnataka constituyó un equipo especial de investigación (SIT) para abordar los crímenes. En una declaración compartida el domingo 20 de julio, las autoridades del templo expresaron su apoyo a una investigación “justa y transparente”.
“La verdad y la creencia forman la base de la ética y los valores de una sociedad. Esperamos sinceramente e instamos encarecidamente al SIT a realizar una investigación exhaustiva e imparcial y sacar a la luz los verdaderos hechos”, sostuvo K. Parshwanath Jain, el vocero del Sri Kshetra Dharmasthala.
Veerendra Heggade, filántropo y miembro del Parlamento en el Rajya Sabha, es el actual administrador del templo de Dharmasthala.
