Cuáles son los cambios del reglamento que estudia la FIFA para el Mundial 2026: cómo se reanudaría el juego en caso de fallar un penal

El Mundial de fútbol que se disputará el año próximo en Canadá, México y Estados Unidos podría ser el primer gran evento de este deporte en el que un penal fallado no diera una segunda oportunidad al equipo del ejecutante. Esa y otras modificaciones reglamentarias, algunas vinculadas con el uso del sistema de videoasistencia arbitral (VAR) están siendo analizadas y podrían ser implementadas en la próxima Copa del Mundo.

De acuerdo con informes publicados por algunos medios europeos, la FIFA está analizando cambios drásticos en las normas del juego que tendrían que ser estudiados y aprobados por la Junta de la Asociación Internacional de Fútbol (IFAB), el ente responsable de cualquier modificación en las reglas del deporte.

Una de esas modificaciones alteraría una dinámica que el juego ha conservado durante más de un siglo: convertiría el penal en una situación de un solo remate, ya que en caso de que el balón fuera atajado por el arquero o repelido por alguno de los postes, se concedería automáticamente un saque de meta, sin posibilidad de rebote.

El argumento principal es que la situación de penal otorga al equipo atacante una posibilidad mucho mayor de anotar un gol que la que le daba la maniobra que la infracción impidió, por lo que concederle una segunda oportunidad de convertir a partir de un rebote es una ventaja extra injusta.

El otro argumento que se esgrime es que terminar con la situación de rebote eliminaría las discusiones sobre las posibles invasiones del área de atacantes y defensores al momento del remate.

El rebote tras un penal fallado es una de las situaciones bajo observación de la FIFA. Foto: Steve Roberts / Reuters.

Otros cambios que se están analizando, y que se habían puesto sobre la mesa por primera vez en octubre de 2023, durante la Reunión Anual de Negocios de la IFAB en Londres, están vinculados con la ampliación de las situaciones en las que podrían intervenir los encargados del VAR.

Entre las acciones que podrían ser analizadas se sumarían las decisiones sobre la aplicación de una segunda tarjeta amarilla que derivara en una expulsión y la sanción de un córner cuando el árbitro hubiera cometido un claro error en su sanción.

Si bien en aquella reunión de la IFAB hubo acuerdo para considerar modificaciones a los protocolos del VAR, se planteó que solo las decisiones que se puedan resolver en cuestión de segundos se considerarán dentro del alcance de los cambios del VAR, a fin de evitar demoras adicionales por los controles.

La FIFA también analiza ampliar el alcance del uso del sistema de videoasistencia arbitral. Foto: Daniel Cole / Reuters.

Los posibles cambios fueron discutidos por los altos mandos del fútbol durante el Mundial de Clubes, que se llevó a cabo en Estados Unidos y finalizó hace menos de un mes. Allí también se propuso duplicar la cantidad de pausas de hidratación: de dos a cuatro. Se efectuarían a los 15 y a los 30 minutos de cada período.

A ello se suman las pruebas que se están realizando para modificar los criterios para la sanción de la posición fuera de juego. Por iniciativa del francés Arsène Wenger, director de la División de Desarrollo del Fútbol Mundial de la FIFA, se está analizando un cambio que, a priori, favorecería al equipo atacante.

Si se aprueba esa iniciativa de Wenger, los asistentes y los oficiales del VAR ya no tomarían en cuenta los pies, las rodillas, la cabeza ni otras partes del cuerpo más que el torso del atacante para evaluar si se encuentra detrás de la línea del penúltimo defensor y, por tanto, si está fuera de juego o no.

Las pausas de hidratación podrían aumentar de dos a cuatro. Foto: Hannah Mckay / Reuters.

Cualquier modificación en las reglas, como la de los ocho segundos con el balón en sus manos para los arqueros, que se implementó el 1 de junio, debe atravesar un proceso de análisis, discusión y votación para su aprobación.

Cualquier asociación puede presentar una propuesta para su consideración por la IFAB. Esa sugerencia debe ser analizada por expertos técnicos y presentada primero en la Reunión Anual de Negocios y luego en la Reunión General Anual del organismo, que cuenta con representantes de la FIFA y de las cuatro federaciones de fútbol británicas (Inglaterra, Escocia, Gales e Irlanda del Norte).

Cada federación británica tiene un voto, mientras que la FIFA, que representa a las 207 federaciones nacionales restantes, tiene cuatro. Para que una modificación sea aprobada, debe contar con los votos de la FIFA y con los de al menos dos de las cuatro federaciones británicas.

Según la IFAB, “el cambio de cualquier regla debería centrarse en mejorar el comportamiento de los jugadores, aumentar la equidad y el respeto, reducir las interrupciones del tiempo de juego y aumentar el atractivo del juego”.