Misiones, cuna de la diversidad, sigue impulsando a los productores locales a alternar los cultivos tradicionales con otro tipo de plantaciones que también resultan rendidoras. Una de ellas es la de frutas tropicales. Según los resultados del último Censo Nacional Agropecuario (Indec 2021), la especies con mayor extensión cultivada en Misiones es el mamón, con 295 hectáreas en 118 explotaciones.

Le siguen en orden de importancia por cantidad de producción, el banano, con 211 hectáreas en 97 explotaciones, y el ananá, con 62 hectáreas distribuidas en 57 explotaciones. Otro de los productos de gran demanda es el mango, plantado en 51 hectáreas y en 13 explotaciones. Luego, con gran consumo y demanda, están la palta, con 35 hectáreas en 14 explotaciones, y el maracuyá, con 50 hectáreas en producción.

Justamente, sobre éste último, hay una incipiente industria que empieza a crecer y no tiene techo. El maracuyá se va transformando de a poco en la salida segura, pues la demanda constante así lo determina.

Por ello, desde el Ministerio del Agro y desde el Instituto de Macroeconomía Circular (Imac) acompañan a los productores a dar el salto hacia estas nuevas producciones. El coordinador zonal del Imac en Campo Grande, Campo Viera y Campo Ramón, José Kirilinko, explicó a El Territorio que esta fruta “es una alternativa más que se produce bien en la zona. Nosotros arrancamos ya, estoy trabajando con un grupo de productores con quienes arrancamos el año pasado y ahora están finalizando la cosecha del maracuyá”. Kirilinko expresó que los colonos van teniendo buenos resultados, “a pesar de que fue un clima adverso, donde hubo una sequía muy grande”.

Lo que se produce es entregado a la industria El Mortero, en San Javier. Se trata de una fábrica de pulpa de frutas fundada a partir de la idea de Guido Nizzoli que, junto a un grupo de amigos, decidió emprender en las chacras misioneras. La marca hoy distribuye toneladas de producto congelado a todo el país, siendo Buenos Aires el principal comprador.

“La empresa nos garantiza la compra y de esa manera iniciamos la actividad en la zona con buenos resultados, buenas ventas”, agregó Kirilinko. Por su parte, en una entrevista brindada a este medio, Nizzoli había contado que la fábrica produce pulpa y cubitos congelados de distintas frutas, pero mayormente de maracuyá y había sostenido que “el maracuyá lo producimos nosotros y también les compramos a productores asociados a nosotros en toda la provincia. El 100% de la producción que nos ofrecen les compramos, sin importar cómo está la fruta, si es chica o grande. Todo lo que conseguimos compramos, porque hay muchísima demanda de maracuyá”. 

Perspectivas 

Kirilinko contó que se trabaja con capacitación y acompañamiento a los productores, por tratarse además de un cultivo nuevo y poco convencional. “El año que viene los productores ya van a estar un poquito más empapados con la aplicación de distintas técnicas en el manejo, en la fertilización así que de esa manera hay varios productores que van a ampliar su producción – me incluyo-. Todos hasta ahora los que iniciamos los cultivos de maracuyá en la zona, vamos a ampliar la plantación para tener una mayor producción y una mayor rentabilidad”, adujo.

Asimismo, remarcó que “los productores están haciendo pulpa y también están llevando fruta. Generalmente por ahí cuando es descontinua la caída de fruta, la maduración, se va juntando y se hace pulpa. Por el hecho del traslado, por pocos kilos, por ahí los kilómetros son muchos, entonces se hace pulpa, se congela y después se lleva la pulpa congelada. Cuando hay una mayor maduración, se trasladan las frutas hasta San Javier. Se aprovecha de todas las maneras”.

Solo en la zona de Campo Ramón, Campo Viera y Campo Grande ya hay diez productores que se animaron a probar este cultivo; y hay otro grupo que se espera ir sumando en los próximos meses, pues ya han pedido asesoramiento en vista de los excelentes resultados obtenidos.