Rampla Juniors está contra las cuerdas. El club uruguayo, que firmó una sociedad anónima con el empresario estadounidense Foster Gillett, tiene hasta el viernes para pagar una deuda de 90 mil dólares. Si no lo hace, bajará de manera administrativa a la Tercera División. La situación generó bronca puertas adentro, y desde Montevideo apuntan directo al inversor, que hace meses desapareció.
Mientras el plantel y la dirigencia hacen malabares para sostener al club, Rampla Juniors atraviesa una de las semanas más tensas de sus 111 años. Fundado en 1914 y con fuerte arraigo en Montevideo, el “Picapiedra” está al límite: si el empresario no paga los 90 mil dólares de deuda antes de este viernes, el equipo será descendido administrativamente a la Tercera División.
Foster Gillet, el empresario estadounidense tuvo su paso por EDLP.
Gillet esquiva la deuda
La situación de Rampla Juniors sumó un capítulo clave. Foster, ligado al Grupo Foster y principal inversor del club, no enviará el dinero prometido para saldar la deuda de 90 mil dólares. El periodista Alfonso Irrazabal reveló que Gillett fue operado recientemente y que, por decisión de su entorno familiar, se suspendieron todas las transferencias hacia Sudamérica.
La medida golpea de lleno no sólo al equipo sino también a Estudiantes, otra institución vinculada al empresario. Mientras tanto, en Rampla la tensión crece: si el pago no se realiza antes del viernes, el club descenderá administrativamente a la Tercera División.
Rampla presiona a Foster
También hubo fuego interno. Humberto Grondona, director deportivo de Rampla Juniors y hombre que llegó de la mano de Guillermo Tofoni, apuntó con todo contra el empresario tras la derrota como local ante Atenas.
«El domingo, después del partido, en una reunión se le transmitió a Gillett las obligaciones que tiene que cumplir. Acá no hay que enojarse, si asumiste la responsabilidad de meter una SAD en un club, tenés que responder. Y después, si te querés ir, andate».
Además, añadió: «Pero ahora tenés que dar la cara. No se puede manejar un club a 20.000 kilómetros, capaz tomando solo o esquiando, mientras nosotros estamos poniendo la cara permanentemente», lanzó.
El descargo en contra del empresario.
Pese a la bronca, Grondona cree que habrá solución: «Estoy convencido de que en algún momento la plata va a aparecer. Hay contratos firmados y no se tienen que hacer los giles. Si se tienen que ir, que se vayan y aparecerá un plan B, y se acabó».
Verón y el vínculo con el empresario
Juan Sebastián Verón brindó una entrevista hace unas semanas en la que habló a fondo de Estudiantes y entre los diversos temas, también reveló detalles sobre la vinculación con con Foster Gillett.
«Foster sigue estando. Nosotros en marzo íbamos a hacer la asamblea, después por motivos del inversor no se pudo mover el dinero. Ahí se fue dilatando todo, tanto lo económico como todo lo que habíamos planeado», contó Verón con respecto al empresario estadounidense que realizó inversiones durante el verano para que el Pincha logre reforzarse en varios puestos.
Y aclaró que en, este momento, en el club analizan si seguir con las inversiones a través de Gillett o si buscarán otros inversionistas: «Estamos en tratativas, con buenas perspectivas respecto a inversionistas. También puede ser Foster, eh, pero reacomodando algunas cuestiones. Lo que me interesa a mí es el modelo y el formato, no los protagonistas. Tiene que haber inversiones en el fútbol».
Juan Sebastián Verón, presidente de Estudiantes.
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