Botafogo encendió la mecha contra otro club del mismo dueño. El Fogao denunció al Olympique de Lyon, ambos bajo el paraguas de John Textor, por operaciones de mercado que habrían perjudicado sus finanzas. Según la queja, el club francés se llevó jugadores a precios muy por debajo de su valor real, y ahora en Río reclaman nada menos que 71 millones de euros. El conflicto expone una vez más las tensiones y sospechas alrededor del modelo de multipropiedad de Eagle Football.
John Textor, presidente de Botafogo. REUTER
La denuncia del Fogao
El club brasileño no se guarda nada: acusa al Lyon de quedarse con plata que le correspondía y hasta de beneficiarse con derechos económicos de Savarino por 7,6 millones de euros sin pasar por Río.
También denuncia que activos clave como la TV, patrocinios y taquilla fueron enviados a una empresa en las Islas Caimán, movida que para Botafogo, solamente favoreció al club francés, que tuvo que presentar un plan de readecuación económica y deportiva para no descender.
Entre los ejemplos que ponen sobre la mesa aparecen las ventas de Adryelson, Lucas Perri y Jeffinho, todas al Lyon y -según la queja- por montos muy por debajo del mercado. Para la dirigencia carioca, esas operaciones internas dentro del grupo Eagle Football, de Textor, perjudicaron directamente las finanzas del equipo.
El entrenador Davide Ancelotti con el presidente de Botafogo. EFE/ Antonio Lacerda
La pelea deja expuesto, otra vez, el modelo de multipropiedad que divide opiniones en el fútbol. Mientras Botafogo reclama 71 millones de euros para recuperar lo perdido, el Lyon intenta tapar un agujero financiero que supera los 300 millones.
La presidenta del Lyon Michele Kang. AP
Un argentino en medio
Entre todas las bombas que lanzó Botafogo, también la ligó un argentino. Ahora denunció que Thiago Almada fue cedido a Lyon sin costo, en una movida que -según ellos- terminó favoreciendo al Atlético de Madrid, actual equipo del campeón del mundo.
Thiago Almada en Lyon. AP
Para la dirigencia del Fogao, esta y otras operaciones se hicieron bajo el concepto corporativo «familia Eagle», la idea de que Textor y todos sus clubes actúen como si fueran uno solo.
Botafogo, el reciente campeón de la Libertadores y participante en el último Mundial de Clubes, asegura que esa «solidaridad forzada» en el Lyon les provocó un daño deportivo y económico concreto. «Nos vimos obligados a aceptar traspasos en condiciones desfavorables para apoyar financieramente a otro club del grupo», apuntó en el comunicado oficial.
Por eso, ahora exige una compensación de 64 millones de euros por los perjuicios sufridos. Un nuevo capítulo caliente en la guerra interna que sacude a Eagle Football.
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