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Medias por debajo de la tibia, la #11 en la espalda y muchas ganas de empezar a mostrarse. Luego de tres semanas de entrenamientos bajo la tutela de Marcelo Gallardo, el mallorquín Alex Woiski, quien llegó como refuerzo en este mercado de pases, tuvo su estreno en la Reserva de River y cumplió con una alentadora performance en los 90 minutos que estuvo en cancha en el 0-0 contra Independiente en Villa Domínico: fue titular y se mostró bastante participativo en el ataque.
Si bien se paró como segunda punta para acompañar a Joaquín Flores y pisó el área, por tendencia natural también muchas veces iniciaba como un extremo por la izquierda para hacerse lugar y tener la variante de recortar al medio o desbordar. Así lo demostró a los 14′ del primer tiempo: recibió cerca de la mitad de la cancha, dejó en el camino con un toquecito de zurda a un jugador del Rojo que se había tirado a barrer, fue hasta el fondo con la pelota dominada y dejó de frente al arco a Thiago Acosta, quien remató apenas desviado.
En esos primeros 45′ fue cuando el diestro de 19 años que llegó libre y firmó hasta diciembre del 2027 con una cláusula de 100 millones de euros estuvo más activo: metió una volea entrando por el segundo palo que la bloqué un defensor y generó la amarilla de Simón Pintos con una pisada hacia atrás en la mitad de la cancha (en ST también fue el protagonista de la amonestación de Thiago Benítez). Por más que fue uno de los más destacados, no pudo exigir a Lucas Lavagnino, el arquero de Independiente que fue recientemente cedido desde River hasta diciembre del 2026.
Alex Woiski, en su debut en la Reserva de River (Prensa River).
Por momentos sufriendo la ineficacia del equipo para dar ese último pase, Woiski mostró buenas perfiladas y una constante intención de recibir y ponerse de frente al arco para encarar. Sea intentando gambetear o buscando la asociación en corto, le faltó la puntada final, algo que estuvo en la tendencia de los dirigidos por el Pichi Escudero, quien contó con jóvenes que ya debutaron en Primera como Giorgio Costantini y Ulises Giménez (por otro lado, Felipe Esquivel, recientemente recuperado de su rotura ligamentaria, fue al banco y no entró).
De todos modos, teniendo en cuenta la inactividad que arrastraba luego de su salida del Mallorca (solo había jugado en los equipos juveniles), lo del chico que tiene papá español y mamá marplatense se trata de un trabajo de adaptación al fútbol argentino: otro roce, otro tipo de juego, otro estilo de vida. Si incluso les costó a refuerzos experimentados en sus primeros partidos, es lógico que Woiski necesite de un tiempo para mostrar su mejor versión.
«Estaremos en plena observación para que encuentre un espacio y vaya ganando terreno en base a lo que muestre», había dicho Gallardo con respecto a su evolución. Por ahora, lo más probable es que siga con la rutina que viene teniendo: entrenamientos con la Primera y partidos con Reserva para agarrar ritmo y poder ser una variante en ataque.
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