Misiones
Desde el Madariaga alertan sobre los riesgos del ACV y la importancia de actuar a tiempo
El accidente cerebrovascular (ACV) es una de las principales emergencias médicas y, aunque puede parecer repentino, muchas veces da señales de advertencia que pueden evitar consecuencias graves si se actúa a tiempo. Así lo recordó el equipo del Servicio de Neurología del Hospital Madariaga, en una campaña orientada a concientizar sobre prevención y tratamiento temprano.
Los principales factores que pueden desencadenar un ACV son la hipertensión arterial, la obesidad, la diabetes, el colesterol elevado y el tabaquismo. Todos ellos están ligados a estilos de vida modificables, lo que convierte a la prevención y el control de enfermedades crónicas en herramientas clave.
¿Qué es un ACV?
El accidente cerebrovascular puede ser de dos tipos:
*Isquémico: el más frecuente, se produce por la obstrucción de una arteria que impide el flujo sanguíneo al cerebro.
*Hemorrágico: menos común pero más grave, ocurre por sangrado dentro del cerebro.
En ambos casos, la detección rápida de los síntomas y la atención médica inmediata son fundamentales.
Los síntomas: qué observar
El Dr. Carlos Barros, responsable del Servicio de Neurología del Hospital Madariaga (MPO 4700 – MN 143746), detalló los signos más frecuentes del ACV isquémico:
*Debilidad o pérdida de fuerza en el rostro, un brazo o una pierna (en general, de un solo lado del cuerpo).
*Trastornos del lenguaje, como dificultad para hablar o entender (afasia).
*Pérdida repentina de coordinación o equilibrio.
En el caso del ACV hemorrágico, puede manifestarse:
*Dolor de cabeza muy intenso y súbito.
*Alteraciones del estado de conciencia, que pueden empeorar progresivamente.
*Tiempo crítico: la ventana terapéutica
Barros subrayó que, en el caso del ACV isquémico, existe una ventana terapéutica de hasta 4 horas y media desde el inicio de los síntomas. En ese lapso es posible aplicar un tratamiento trombolítico, que actúa como un anticoagulante de acción rápida y puede disolver el coágulo, restableciendo el flujo sanguíneo y disminuyendo las secuelas neurológicas.
El Dr. Carlos Barros, del Hospital Madariaga, advierte: «En el caso del ACV isquémico, hay una ventana terapéutica de hasta 4 horas y media desde el inicio de los síntomas.»
“Este tratamiento puede mejorar la circulación y reducir el tamaño del infarto si se aplica de manera oportuna, evitando daños irreversibles y mejorando la calidad de vida de los pacientes”, señaló.
Prevención: una cuestión de hábitos
El Hospital Madariaga recordó que el control regular de la presión arterial, el azúcar en sangre, el peso y el colesterol son medidas básicas pero efectivas para reducir el riesgo de un ACV. La actividad física regular, una alimentación saludable y la eliminación del tabaco también son pilares de la prevención.
Además, recomiendan acudir al hospital inmediatamente ante cualquiera de los síntomas, sin esperar a que desaparezcan o se repitan.
F.A.S.T.: la regla para detectar un ACV
En campañas internacionales se utiliza la regla F.A.S.T. para recordar los síntomas clave:
F (Face): cara caída o asimétrica.
A (Arms): dificultad para levantar los brazos.
S (Speech): habla alterada o confusa.
T (Time): tiempo de actuar. Llamar urgente al servicio de emergencias.
Salud
0%
0%
0%
0%
0%