¿Qué foto tiene Guillermo Francella como ícono en su Whatsapp? ¿Una de cuando subió al escenario cuando “El secreto de sus ojos” ganó el Oscar? ¿Una de sus hijos? ¿Alguna con la camiseta de Racing? ¿De Homo Argentum, que estrena el jueves 14 de agosto?
Francella, a la pregunta de si hace algún deporte, dirá “Sí. Golf”. Y contra lo que uno podía prever, la fotito del WhatsApp lo muestra de gorrita, después de haber pegado un swing con un palo de golf, presumiblemente un driver.
Guillermo Francella, que nació un Día de San Valentín hace 70 años, no está ahora en pareja, pero responde si se le pregunta por Marynés, la madre de sus hijos, Nico y Yoyi. Y recuerda a sus padres, su infancia y adolescencia en Beccar, sus amigos de cuando estudiaba periodismo, el humor de Casados con hijos y el de Poné a Francella. Y de El encargado, cuya cuarta temporada tal vez sea la última.
También se lo puede llevar a recordar a sus antepasados calabreses, de Italia, país adonde justamente fue a filmar una de
Guillermo Francella, a sus 70 jóvenes años, no deja de trabajar, pero ¿deja «El encargado»? Fotos Mariana Nedelcu
-Pensaba que ésta debe ser la primera vez que hacemos una entrevista en la que no está “Casados con hijos” en le tele…
-Es verdad. En streaming está. Hay un código con los chicos, con la gente joven. La gente joven no tiene televisión en su cuarto, o no siquiera tiene TV. Ven todo por YouTube, o por plataformas, que es un poco lo que pasa con el cine, ¿no? En cine si no son las de Marvel o las de los superhéroes, no hay convocatoria.
-¿Y las de Francella no tienen convocatoria?
-Tenemos mucha ilusión de que sí, porque Homo Argentum no va a estar en plataformas. Llegará en su momento, pero no es que en la cuarta semana ya la ves en tu casa. Es un lanzamiento muy grande de Disney, y siento que es una hermosa oportunidad de que vuelva la gente al cine. Todos somos cómodos y nos gustan las plataformas, pero la ceremonia del cine es una cosa extraordinaria. Y ojalá que vuelva a haber de nuevo esta rutina de ir al cine. Lo de la tele abierta, no sé.
Francella con el elenco de «Casados con hijos». «Su humor no envejeció», opina.
Francella y el adiós a Telefe
-Vos tenías un contrato con Telefe, ¿ya terminó?
-No, ya no. Gracias a Dios, nuestros contratos no eran a perpetuidad, a nosotros nos exhibían a cualquier hora, sin cobrar. Y era muy injusto. Cuando apareció SAGAI se equilibró bastante, lo pueden exhibir donde quieran y nosotros percibimos un ingreso. Los seis integrantes más toda la gente que participó, que son centenares de actores. Fue un fenómeno fantástico, envejeció bien, lo comprobé cuando hice Casados con hijos en el teatro, esos ojitos vidriosos del público…
Y allí fue cuando le preguntamos si va a volver a un escenario, y nos dio la primicia de que hará Desde el jardín, adaptación del filme con Peter Sellers, que publicamos hace unos días (leé la nota acá).
«Tenía el sueño de hacer ‘Desde el Jardín’ en teatro», y lo hará el año que viene.
El origen de Homo Argentum surgió de una pregunta que Gastón Duprat le hizo. “¿Qué tenés ganas de hacer?” “Mirá, un formato que amé siempre es el de las viñetas o episodios, con mucho humor, pero también con crítica social, con reflexión, con emoción”, le respondió Francella. “Yo había visto Los monstruos y Los nuevos monstruos, me volví loco. En la primera trabajaban (Ugo) Tognazzi y Gassman, en la segunda, Sordi, Ornella Muti, y me había impactado mucho ese formato. Le digo “miralas”, y me llama a los dos días: “Me volví loco -me dice-. Muy crueles”, y sí, eran crueles. Eran duras. Ahora si las ves, como que estaba más exagerado todo… Hay menos austeridad de la que a mí me gusta”.
-Bueno, vos en las minipelículas, depende del personaje, tenés un humor bien arriba…
-Si, pero algo me ha pasado, que me encanta también lograr las cosas con los recursos que tengo ahora, que en Homo está en varios momentos. Y hay otros que el humor me gusta llevarlo por otro lado. Y bueno, Gastón y Mariano (Cohn) empezaron a trabajar y a trabajar y escribieron como 40 historias, se entusiasmaron muchísimo.
En uno de sus 16 personajes de «Homo Argentum», que estrena el jueves 14 de agosto.
-¿Vos participaste creativamente, con alguna idea?
-Participo, participo como en El encargado, porque soy productor ejecutivo. Participo en los libros, en las devoluciones, en la elección del elenco junto con ellos. (Suena el celular, dice perdón, ni mira quién llama y lo apaga). No escribo, pero hablo, hablo mucho. Ellos escuchan, no es que mueren en la de ellos, al contrario, son muy abiertos, e hicimos un lindo tándem, ¿no?, desde el punto de vista de esa esgrima verbal y esa dramaturgia buena que tienen. También los llevé a mi terreno con Eliseo (su personaje en El encargado). Es muy mío, muy de la calle, pero con esa espalda de tener una buena escritura atrás, que generó lo que generó.
Dice de Eliseo, de «El encargado»: «Tiene esa dualidad, esa cosa angelada, empática, y de golpe oscura y diabólica».
Eliseo, el cruel
-Eliseo es bastante cruel.
-Sí, pero también los propietarios no son moco de pavo, son jodidos, y él en la adversidad se pone oscuro. Si no, es un dulce de leche, con la abuela, con los niños. Y tiene esa dualidad, esa cosa angelada, empática, y de golpe oscura y diabólica. Me tocás el culo, y…
-Y ahora en la próxima temporada, ¿qué pasa? Al final de la temporada anterior, a Eliseo lo reciben en la Casa Rosada.
Al final de la tercera temporada, ingresaba a la casa Rosada…
-Y estoy por entrar. Y miro a cámara como diciendo adónde llegué. Y entro. Bueno, es la continuidad de eso con el presidente de la Nación.
-¿Qué presidente? ¿El actual?
-Noooo. Noooo.
Como presidente de la Nación, en «Homo Argentum». Fotos Disney
-Es uno de ficción, como el que interpretás vos en un corto de “Homo Argentum”.
-Por supuesto, y pienso que más de uno habrá dicho “sacame de acá”.
-Decime qué es lo bueno y lo no tan bueno que tienen Cohn y Duprat.
-No veo algo negativo en ellos.
Mariano Cohn y Gastón Duprat, creadores y directores de «El encargado» y de «Homo Argentum».
-¿Y qué diría Eliseo de ellos?
-Y, los tendría en guardia. Sí, hay que ver si no se meten con él, pero los va a tener ahí midiéndolos, Eliseo sí.
-¿Vos no?
-Yo, no…
Guillermo Francella recibió a Clarín en el Museo Casa Yrurtia, el escultor del Canto al trabajo.
En «Homo Argentum» no todo es un chiste
-Me llamó la atención uno de los cortos, el de Ezeiza. No tiene un solo chiste.
-Es el de la despedida de tu hija. Lo sigo viendo y me emociono. Es la realidad de muchos papás que viven hoy, y dicen “se me fue a Australia”, los veo despedazados a los papás. Pero no es el nido vacío porque se casó y se fue. Se fue del país. Y por más que económicamente vos puedas decir yo también me voy para estar cerca de mi hija, no, te tenés que quedar acá y ella hacer su vida. Ese momento desgarrador, tal vez en Europa no lo entiendan, pero acá en la Argentina, sí.
Pero no te olvides, como digo en la primera viñeta, que recibimos a más de 7, 8 millones de inmigrantes entre italianos y españoles, son nuestros abuelitos. En el Hotel de Inmigrantes eran recibidos, los instalaban tres, cuatro días, ¿a vos qué te gusta hacer? “Yo soy tapicero, yo soy carpintero”. A los tres días venían, “¿Quién era tapicero? Alberto, andate a Tandil, hay algo para vos” y así empezaron a hacer cosas. La vez pasada fui con mi hermano al Hotel, te dan un diploma, con la llegada de mi abuelo… Entonces decía “Domenico Francella…Procedente de Génova, en un buque llamado Córdoba. Religión católica. Profesión. ‘Brochante’”, era albañil, trabajaba con las manos. Ahhhhhh, impresionante.
Todos los rostros de Francella en la película. «Falta mucho para que salga en streaming», avisa.
Francella y su sangre calabresa
-Así como tu personaje en el último corto viaja a Italia a buscar a sus antepasados…
-Yo también fui. Fui con mi esposa a Calabria, un pueblo llamado Falconara. Pueblo de montaña, fui a ver familiares. Me rompió la cabeza, comí una pasta con, ¿qué serían?, primos lejanos míos.
-Tu abuelo salió del puerto de Génova, pero era calabrés. Tenés sangre calabresa.
-Me emociona mucho todo eso.
Como un director de cine premiado en «Homo Argentum».
-Sé que es difícil decir cuál te gusta más, pero ¿con cuál de los personajes te identificás más?
-La película la vi varias veces, y cada vez encuentro uno nuevo que me gusta. Me gusta el armado, me gusta en su totalidad. El de los italianos me gusta, el director de cine me encanta, sabemos que existen estos tipos. Y Aquí no ha pasado nada, que es el primero, me gusta mucho. El del papá con los hijos también.
-En el que trabaja Dalma Maradona.
-Claro. Y hay muchos que me divierten. El abuelo con el regalo, que le quiere explicar lo que es un resentido. Hablan un poco de nuestro gen, está nuestro gen argentino en esa totalidad.
Francella sigue recordando cortos, y con la letra exacta que dicen sus personajes.
Con Nico, Yoyi y Marynés en el estreno de «El Clan», hace diez años. Foto Movilpress
-¿En qué andan tus hijos? ¿Qué están haciendo?
-Bueno, Yoyi está muy bien en LUZU streaming, en el programa de Diego Leuco. Ella tenía reparos de entrar, porque como actriz me decía “estoy haciendo algo que no tiene nada que ver”. Está contenta, le gusta, el programa es de los más vistos.
-¿Y Nico?
-Nico lo último que hizo, hace bastante… Ah, el año pasado hizo en Chile la versión de La casa de los espíritus, en el papel que hizo Antonio Banderas. Una miniserie. Pero no, no está trabajando. Le va bien porque tiene un restorán en Nordelta con unos amigos. Y eso le permitió también tener ingresos. Pero ahora está medio tranqui, porque viste cómo está todo…
Francella, como el personaje de la última minipelícula de «Homo…», fue a Italia a conocer a sus antepasados.
De política Francella prefiere no hablar, tras los entredichos que tuvo el año pasado y los palos que le pegaron, que entiende fueron injustificados. No hay drama. Y hablando de drama…
-¿Te llegan proyectos para hacer dramas?
-Acabo de firmar Playa de lobos, de Javier Veiga en España. Yo tenía ganas de poner un pie en España. Filmamos en Canarias. Estas son las cosas que habría que aplicar. En Canarias, en Bilbao tienen exenciones impositivas. Es un thriller. Después filmé Homo Argentum, hice la cuarta temporada de El encargado y ahora estoy tomando una pausa porque voy a acompañar a la película de acá para allá.
El cura en «Homo Argentum», un a historia con algo del Neorrealismo italiano.
-¿Alguna anécdota del rodaje?
-Estuvo muy interesante filmar en Italia. Fue muy loco. En los cortos hay emoción, y dilemas morales. ¿Qué pasa si a vos se te cae una botella de cerveza desde un balcón, y causa un desastre? Yo creo que bajo corriendo y pido perdón, pero viste que hay gente que dice “yo me hago el pelotudo”.
-¿Es muy argentino eso?
El gesto que hace Guillermo Francella, indica que sí.
«Aquí no ha pasado nada» es la historia que abre la película.
-Y, la película tiene todo eso, que es más interesante que la carcajada por carcajada, o el humor por el humor.
Tres horas y media de preparación
-¿Qué te resultó más difícil? ¿Las transformaciones de cada personaje?
-Y, eso fue difícil. Tuvimos un mes primero de pruebas y de pruebas de cámara, a ver cómo quedaba. Hay gente muy capaz acá haciendo este tipo de caracterización. Lo que viví más allá de lo tedioso, ¿no?, como el pelado… Te ponen una goma en la cabeza, estás tres horas y media ahí, pero después, cuando te ves… ¿Sabés qué me pasa? No me reconozco, me veo distinto, como que no me queda de sisa bien. De hecho, está bueno esto de ponerte capas y no verte. Y a mí como intérprete me sale algo distinto, como pasó con Arquímedes Puccio (en El clan), con una botarga, pelado, y me generó algo nuevo.
Marzo de 2010, junto a Campanella, y a Tarantino y Almodóvar, que anunciaron el Oscar a «El secreto de sus ojos».
-La primera vez que tuviste un cambio tan físico fue en “El secreto de sus ojos”.
-Claro. Sí, Campanella me sacó la barba, me puso un aplique en la cabeza, unos anteojos de carey, y no me puse lentes de contacto porque no los puedo tolerar. Acá también quisieron, y bueno, ¿quieren que vaya?, voy. Pero no pude. Dejame actuar libremente, me muero, no puedo, no puedo. Y todas las caracterizaciones, las pelucas, los apliques, todas las uniones, está muy bien hecho el trabajo. Hay gente muy talentosa aquí.
-Con “El encargado”, la demanda de la familia Basurto (el apellido de su personaje), ¿en qué quedó?
-¿Lo de la demanda? Nunca prosperó.
Francella tiene un grupo de amigos en Whatsapp, que se llama «Los pendeviejos».
-¿Dónde estás viviendo?
-Palermo.
-¿Extrañás algo de San Isidro?
-Yo nací en Villa del Parque, y a los 2 años de vida me fui a vivir a Beccar, y fui al colegio en San Isidro, el 20 de junio. Es más, caminé por la puerta de la casa de Puccio centenares de veces sin saber lo que estaba pasando ahí.
En los boxes de Alpine, visitando a Franco Colapinto. Foto: captura video @juanfossaroli
Francella deportista
-¿Hacés deporte?
-Sí. Golf. Y en una época, de chico corría carreras de natación. Sí, competí y todo, en el Club Social de Beccar. En el Club Atlético de Beccar jugaba al fútbol.
-¿Siempre fuiste de Racing?
-Sí. Mi viejo era profesor de gimnasia en Racing. Mis papás se conocieron en los bailes de carnaval de Racing, en la calle Nogoyá, en la sede. Y mi papá, que tenía un peso como el mío, competía en levantamiento de pesas. O sea que mi casa estaba llena de copitas con el escudo, y de medallitas, yo jugaba con la medallita celeste y blanca toda mi vida, como ésta que tengo acá.
Se señala las tres que le cuelgan de una cadenita dorada del cuello. Una es el escudo de Racing. Las otras, con los cumpleaños de sus hijos.
De su infancia y adolescencia en Beccar a su pasión por Racing, donde su papá era profesor de gimnasia.
“Mamá era ama de casa. Mi gran compañera. Mi papá, pobrecito, se me murió muy joven, a los 60 años. Yo con 26. Pero a mamá la tuve casi hasta los 100. Se murió a los 99 años. Y ella pudo ver todo lo mío. Mi papá, nada. En los comienzos, que hacía comerciales…”.
-¿Y te apoyaban?
-Tuve un gran apoyo de parte de ellos. Mi papá me decía “Guille, buscate algo para comer mientras tanto”. Y yo, no, pero lo único que me gusta es eso. Yo me metí en periodismo.
Francella fue pasante en la revista Gente. “Estaba estudiando en el Grafotécnico, y me recibí con muchos compañeros, muchos de Clarín también. Estaban Luis Sartori, María Laura Avignolo, Laurita Ubfal, Tuti Araujo. Osvaldo López Menéndez, María Núñez. Tenemos un grupo de whatsapp que se llama El Grafo. De vez en cuando nos vemos.
-¿Seguís yendo a la cancha?
-Sí, estoy yendo, pero hay horarios de mierda a veces, ¿no? A veces Nico no puede, pero voy con amigos. Hay una remodelación del estadio que queremos hacer…
«A mamá la tuve casi hasta los 100. Se murió a los 99 años. Y ella pudo ver todo lo mío. Mi papá, nada…».
-“Queremos hacer”, es que vos estás metido en…
-No, no, perdón. Como hincha. Estoy muy cerca de Diego Milito, es un gran amigo mío. Pablo Rohde, que fue jefe de marketing de Racing, de Angelici en Boca, y ahora volvió a Racing, es muy amigo mío también. Yo lo acompaño a Racing, me gusta ayudar. Y la campaña para socios estuvo fantástica. Estamos creciendo en la cantidad de asociados.
-Falta para llegar a los de independiente todavía, ¿no?
-Sí, falta. Es verdad, es verdad, es verdad.
-Pero la publicidad actual, ¿cómo surgió?
-Me llamaron y yo dije, cuando quieran, a la hora que quieran. Estaba haciendo Homo Argentum, y filmé ese pedacito, ese saludo, pero ya puse la voz en off en dos momentos más.
-Todo esto es ad honorem.
-Sí. Quiero mucho a Racing, nosotros vinimos de 30 años muy duros, muy duros.
Guillermo pone en dudas seguir con «El encargado». «Son tres meses de once horas diarias de trabajo…».
¿El adiós a «El encargado»?
-¿Vos te imaginás a “El encargado” con cuántas temporadas?
-Mirá, no sé, porque son muchas horas por día, es directamente olvidarte esos tres meses de tener alguna actividad. Nunca sabés qué puede pasar. Tenés una cena, y tengo que pedir perdón, te tengo que cagar. No puedo, se atrasó algo. Después de cuatro temporadas, no sé. Estoy hablando de eso, justamente, de seguir o no seguir. Porque son once horas diarias… Y no sé, a veces, como me pasó con Casados con hijos, o Poné a Francella, me gusta dejarlas allá arriba.
-Hay una idea de hacer una versión en los Estados Unidos.
-Pero no me lo confirmaron todavía. Y después de la versión que hicieron de El secreto a sus ojos, que fue cualquier cosa… Dios mío, Dios mío.
Julia Roberts y Nicole Kidman en la versión hollywoodense de «El secreto de sus ojos». «Fue cualquier cosa», dice.
-Pero es que vendés los derechos y…
-A comerla…
-¿Cómo te cayeron las declaraciones de Julieta Prandi, diciendo que estaba incómoda en su momento cuando hizo “Poné a Francella”?
-Muy raro, muy raro. Porque Julieta siempre hablaba muy bien de Poné…. Ella siempre fue feliz haciéndolo. Y lo dice y lo exterioriza. Yo la quiero mucho, creo que ella también a mí. Tenemos un vínculo hermoso. Ahora ya no la veo. No sé qué le habrá sucedido. Porque también está esta cosa permanente de lo que era ese humor, de lo que era la mujer, y todo. Pero bueno, en aquel momento eran otros parámetros.
Francella y Julieta Prandi como «la nena» en «Poné a Francella». «Ella siempre fue feliz haciéndolo», asegura.
-Vos me decías que “Casados con hijos” envejeció bien, ¿creés que el tipo de humor de “Poné a Francella” no envejeció tan bien?
-Depende de qué sketch. Porque había muchos. Sambucetti, El Hospital, Los Cuñados, La Nena. Había algo que en algunas cosas quedó muy atrás. Y vos decís Uh… Viste cuando repusieron el programa por los 35 años de Telefe…
-Y de golpe los sacaron.
-Bueno, sí. Todos creen que fue una campaña, por el tipo de humor. Y no fue por eso. Bajó el encendido. Yo lo hablé con Darío Turovelzky (presidente de programación) y nada que ver, de ningún modo. Bajó, y ya después convenía cambiarlo.
-Pasó el Día del amigo. ¿A quién llamaste?
-Gracias a Dios tengo gente muy cercana a mí. Hay un grupo que tengo que es hermoso y se llama Los Pendeviejos. Ese día comimos un asado en el SUM de uno de ellos. Y son los de los de Beccar, o los de cuando estudiaba periodismo. Son todos tipos grandes y amorosos, y se incorpora gente también de lo nuevo, porque tengo amigos de hace 70 años, de hace 50, de hace 40, de hace 20, y hace 5, que quiero mucho. O amigos de cuando salía con mi esposa, hace años.
Francella en el hermoso jardín del Museo Yrurtia, en pleno Belgrano.
-¿Con tu ex esposa, Marynés, seguís en contacto?
-Sí, somos familia. Seguimos siendo familia, como corresponde. Tengo dos hijos hermosos, tengo muchos vínculos, una vida social hermosa, un hermano increíble al lado mío siempre, y yo de él, así que en ese sentido… Recién estuvo Mary en casa, por otra cosa. Somos familia.
-Recuerdo que en una entrevista me comentabas que ibas poco al cine, por esta cosa de que la gente te reconocía. ¿Con “Homo Argentum” vas a hacer lo mismo? ¿O te vas a meter en alguna función?
-Voy a ir, pero por supuesto que la rutina va a ser entrar cuando ya empezó la proyección, cuando apagan las luces ahí me siento tranquilito. Pero me encanta verlas en público.
Así que, atentos, que si van al cine, en una de ésas el que se sienta tarde a su lado es Guillermo Francella.
Agradecimiento: Museo Casa de Yrurtia. @museoyrurtia
Sobre la firma
Pablo O. Scholz
Editor de la sección Spot / Espectáculos [email protected]
Bio completa
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