En el último mes hubo dos casos que derivaron en intervención de la justicia por supuesta mala praxis e involucra al hospital de Candelaria. En ambas situaciones, se sospecha infección por inyección intramuscular de dipirona. 

En medio de las acusaciones hacia el nosocomio, desde el Ministerio de Salud Pública confirmaron a El Territorio que las instalaciones de la guardia están siendo reacondicionadas por lo que la misma fue trasladada hacia otro espacio, por lo cual las emergencias siguen siendo atendidas. Asimismo, la cartera sanitaria provincial aseguró que está colaborando con las actuaciones judiciales cediendo informes de horarios y profesionales que se desempeñan en el centro de salud cuestionado.

Una de las denuncias de supuesta infección por dipirona es del 4 de agosto, sobre un hecho sucedido el 16 de julio. Se trata de un joven de 17 años que asistió a la guardia de Candelaria con síntomas gripales y se le aplicó una dipirona. Tras esa consulta, tuvo fiebre durante varios días hasta el punto de que tuvo que ser asistido en el hospital Escuela Dr. Ramón Madariaga.

El otro caso denunciado, con fecha del 30 de julio, es de un bebé de un año aproximadamente que luego de la aplicación de dipirona fue internado en el Hospital de Pediatría Fernando Barreyro. “Se sospecha de lesión de partes blandas por una inyección  intramuscular” sostuvo en diálogo con El Territorio el ministro de Salud, Héctor González, a lo cual agregó que el niño está estable y todos los cultivos dieron negativos, es decir, no hubo desarrollo de germen. “Lo que no significa que no haya una infección en la parte de la herida”, aclaró el médico.

Respecto al reacondicionamiento del servicio de guardia en el hospital de Candelaria explicó que “se trata de la modificación de las instalaciones, por lo que están atendiendo emergencias en una sala al costado; en unos días vuelve la guardia original”.

Sobre las denuncias aseveró “nos pidieron los informes desde la Justicia y nosotros colaboramos”.

Consultado sobre lo sucedido el director del hospital de Candelaria, Luis Flecha, aseguró que no hay sumario administrativo y que se encaró una auditoría interna en la cual se envió muestras de dexametasona, dipirona y alcohol al Laboratorio de Alta Complejidad Misiones (Lacmi) para que sean analizadas. “Antes de ayer llegó el informe del Lacmi y arrojó negativo a todas las bacterias”, sostuvo.

“Son refacciones planificadas, tenemos que cerrar por sector y correspondía cerrar la guardia, donde después será admisión. En tanto, el servicio de emergencia está funcionando al costado del hospital, sigue trabajando con normalidad”, aseguró Flecha y añadió “aproximadamente la planificación de los arreglos es de cuatro semanas. Las remodelaciones son parte de un plan de acción que fue presentado desde que yo asumí hace un año y medio”.