El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, celebró esta medianoche la entrada en vigor de una nueva batería de aranceles comerciales que afectarán a buena parte de los socios internacionales del país.
En un mensaje publicado en su red social Truth Social, el republicano aseguró que la medida implicará ingresos por “miles de millones de dólares” y que marca el regreso de su estrategia de presión económica internacional. Con los nuevos cobros, busca recolectar a hasta U$S 2 billones anuales en impuestos de importación.
“ES MEDIANOCHE. MILES DE MILLONES DE DÓLARES EN ARANCELES ESTÁN FLUYENDO A LOS ESTADOS UNIDOS DE AMÉRICA”, escribió el mandatario en mayúsculas poco después de las 00:00 en Washington (la 1 am de la Argentina), el horario en que comenzaron a regir los nuevos gravámenes.
En su publicación, Trump celebró la entrada en vigor de lo que denominó “aranceles recíprocos” y apuntó contra los países que, según él, “se han aprovechado de Estados Unidos durante muchos años, riéndose todo el rato”.
La ofensiva arancelaria implica subas generalizadas de impuestos a la importación y afectará a países con los que Washington sí logró acuerdos bilaterales, como Reino Unido, China, Vietnam, Japón, Filipinas, Indonesia, Corea del Sur, Pakistán y la Unión Europea.
Sin embargo, también se aplicarán barreras unilaterales a naciones con las que no se alcanzaron consensos, entre ellas India, Brasil, Suiza, Sudáfrica y Venezuela.
Según Trump, la medida busca reducir el déficit comercial estadounidense, un reclamo histórico del republicano, que en su primer mandato ya había iniciado una guerra comercial con China y cuestionado a los organismos multilaterales de comercio. “Incluso cuando se logran acuerdos, las dudas y las amenazas continúan”, advirtió.
El presidente cerró su mensaje con una frase de alto voltaje político: “¡Lo único que podría detener la grandeza de Estados Unidos sería un tribunal de izquierda radical que quiera ver fracasar a nuestro país!”.
La declaración parece aludir a las causas judiciales que enfrenta su administración, desde temas de migración y derechos reproductivos, hasta la reciente controversia por los documentos del gran jurado que investiga el caso Epstein, que su propio Gobierno busca desclasificar.
La situación de Argentina
El Gobierno de Javier Milei, favorecido a medias por Trump, seguirá negociando una mejora en el acceso al mercado estadounidense: Argentina quedó entre los países con una alícuota del 10%.
Si bien ese porcentaje trajo alivio, teniendo en cuenta las subas descomunales del republicano a sus socios históricos, la mala noticia fue que no se consiguió algo mejor después de las reuniones que mantuvieron en Washington los negociadores argentinos con sus contrapartes estadounidenses. El arancel promedio que pagaba hasta hasta abril un promedio del 3%.
Además, quedaron con un 25% específico el acero y el aluminio que había subido Trump, y de la letra del comunicado se entiende que, si se suma al 10% de aranceles globales, que ya se había subido en abril: se pagará el 35%.
Tampoco se logró que vuelva a entrar el biodiesel argentino que hace años brega por recuperar un mercado que representa más de U$S 1.200 millones anuales.
Fuentes cercanas a Milei confirmaron que seguirán negociando con Estados Unidos para conseguir más beneficios. El Gobierno viene de recibir un gesto de Trump con la firma de la carta de adhesión de la Argentina para que sus ciudadanos entren sin visa a los Estados Unidos. Un proceso que igual llevará su tiempo.
Con información de EFE
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