
Un chat de excompañeros escolares se convirtió en la pieza clave para que la Justicia diera con el principal sospechoso de la muerte de Diego Fernández, el adolescente de 16 años cuyo cuerpo fue hallado enterrado en el jardín de una vivienda en Coghlan, lindera a la casa donde alguna vez vivió el músico Gustavo Cerati.
El hallazgo de los restos óseos se produjo en mayo, cuando obreros que realizaban trabajos de albañilería en la medianera encontraron el esqueleto humano en el patio del chalet de avenida Congreso al 3700. A partir de ese descubrimiento, se reactivó una investigación paralizada desde 1984, cuando Diego desapareció sin dejar rastros.
Este miércoles, la periodista Verónica Rosales, en el programa Arriba América (América TV), reveló el dato que hizo avanzar la causa: un hombre que vive en el extranjero, excompañero de Diego en la escuela técnica ENET, contactó a la fiscalía tras leer la noticia del hallazgo.
“En el grupo de WhatsApp donde estamos todos los exegresados de la ENET donde iba Diego, hay conmoción porque en esa casa vivía un compañero de Diego”, habría dicho el testigo al fiscal.
Ese compañero es Cristian Graf, apodado El Jirafa, quien era amigo del adolescente y tenía la misma edad. Según la información recabada, Graf vivió durante años en la misma propiedad donde apareció el cuerpo. Hoy es el principal sospechoso en la causa que investiga el homicidio, informó el portal A24.