
La Maratón Posadas se vivió este domingo una mañana a pura energía y, desde muy temprano, la costanera capitalina se llenó de atletas, familias y aficionados que llegaron para alentar. Más de 1.500 corredores de distintos puntos de la región y del exterior participaron en las pruebas de 42K, 21K, 10K y 5K.

El primer grupo en salir a las calles fue el de la distancia más exigente. A las 6, los maratonistas de 42 kilómetros iniciaron su recorrido bajo un cielo aún oscuro, con una temperatura ideal para correr. Poco después, a las 7:15, se sumaron de manera simultánea los participantes de 5, 10 y 21 kilómetros, generando una postal única a orillas del río Paraná.

La prueba de media maratón, de 21K, estrenó este año su circuito homologado por la World Athletics, máxima autoridad del atletismo mundial. Esta certificación convierte a los tiempos registrados en oficiales, lo que permite a los atletas utilizarlos para rankings y clasificaciones provinciales, nacionales e internacionales. También habilita a la ciudad como posible sede de futuros campeonatos avalados por distintas federaciones.

En la previa, varios participantes compartieron sus expectativas y motivaciones. Algunos buscaban superar sus propias marcas, mientras que otros celebraban alcanzar metas personales, como completar su maratón número 50. Las historias de esfuerzo y superación se mezclaron con la emoción del evento, confirmando que para muchos, correr es mucho más que una competencia.

Organizada por el municipio y con un importante despliegue de seguridad y asistencia, la jornada transcurrió con total normalidad. Los puestos de hidratación, el aliento del público y la impecable señalización acompañaron a los corredores en cada tramo del circuito.
A lo largo de la mañana, la Costanera se convirtió en un punto de encuentro multicultural y deportivo. Familias enteras se acercaron para apoyar a los competidores, generando un clima festivo que se mantuvo hasta las últimas llegadas.
Fotos por Marcos Otaño