El fiscal de Casación rechazó el intento de Cristina Kirchner para que la Corte le quite la tobillera y le permita recibir visitas ilimitadas

El fiscal general Mario Villar rechazó el pedido de recurso extraordinario ante la Corte de Cristina Kirchner contra la decisión de la Cámara Federal de Casación Penal a través de la cual se confirmó que debe seguir utilizando una tobillera electrónica y que las visitas que recibe en San José 1111, continuarán con restricciones. Serán los jueces de la Sala IV los que deberán ahora responder.

La Sala IV de la Casación, integrada por los jueces Mariano Borinsky, Gustavo Hornos y Diego Barroetaveña, había confirmado el uso del dispositivo electrónico y el régimen de visitas de Cristina, que volvió a insistir con ese reclamo.

Si el máximo tribunal penal ratifica su decisión y sigue en línea con lo dictaminado por el fiscal Villar, la ex presidenta aún podrá acudir a la Corte Suprema de Justicia en queja, aunque con chances casi nulas de ser escuchada.

Con un voto mayoritario la Sala IV de la Casación Federal confirmó las medidas restrictivas que había impuesto el Tribunal Oral Federal 2 (TOF 2) a la ex presidenta para cumplir la condena por corrupción en el caso Vialidad, en su domicilio del barrio de Constitución. Esto es: la utilización de la tobillera electrónica y visitas con previo pedido de autorización al juez Jorge Gorini, que ejecuta la pena, si esas personas no están incluidas en el listado avalado por el TOF 2 (familiares, médicos, abogados y custodios). La defensa sumó contadores y apoderados.

Mientras sigue en San José 1111 cumpliendo la condena por el delito de administración fraudulenta en perjuicio del Estado, la expresidenta insiste en que le retiren la tobillera electrónica y que las visitas no sean restringidas.

«Considero que la vía intentada es improcedente ya que no cumple con uno de sus requisitos básicos, cual es la existencia de sentencia definitiva o equiparable a tal«, dijo el fiscal Villar en el escrito al que accedió Clarín.

Al analizar la situación, el representante del Ministerio Público Fiscal se refirió a la decisión que prevé una autorización del tribunal para realizar visitas a Cristina Kirchner: «es eminentemente provisional y puede ser dejada sin efecto en cualquier momento, o incluso ser ampliada, mejorada o sustituida», explicó.

Para la fiscalía, «la defensa no ha logrado demostrar el agravio de tardía o imposible reparación ulterior que permita equiparar a definitiva la resolución que ahora impugna, déficit que impide considerar que los agravios tengan la entidad suficiente para concluir que la sentencia es equiparable a definitiva».

Villar recordó que hasta el momento todos los pedidos de autorización cursados por Cristina para recibir visitas por fuera del listado avalado por el TOF 2, fueron concedidos.

Esto demuestra -se indicó- «la falta de gravamen concreto y actual, ya que la vía intentada no puede admitirse por los agravios que se prevean como posibles, sino por los realmente inferidos. En otras palabras, el recurso extraordinario federal no es admisible cuando se trata de agravios hipotéticos o conjeturales, como ocurre en el caso».

Los jueces Diego Barroetaveña y Gustavo Hornos coincidieron en que las autorizaciones previas “también responden a una cuestión de seguridad personal de la propia exmandataria, quien había fundado su pedido de prisión domiciliaria en presuntos riesgos sobre su integridad física”.

Entendieron que una flexibilización excesiva de las condiciones impuestas “en un caso de esta magnitud afectaría no sólo la eficacia del cumplimiento, sino también el mensaje normativo que debe proyectar toda condena penal impuesta ante delitos que comprometen la integridad institucional del Estado, como la corrupción”.

En otro tramo de su dictamen, el fiscal ante la Casación Federal consideró que los planteos de la defensa «no son más que reiteraciones de su recurso de casación, el cual contó con el suficiente análisis por parte de la Sala».

En ese sentido, nos encontramos «ante un caso en el cual el único motivo del recurso extraordinario es el mero desacuerdo del recurrente con la interpretación dada al caso de autos, circunstancia que por sí impone el rechazo, toda vez que la vía federal que intenta no es apta para crear una tercera instancia».

Ahora, será la Cámara de Casación la que deberá resolver si concede o no el recurso presentado por el abogado Carlos Beraldi. En caso de no hacer lugar, la ex Presidenta puede ir ante la corte Suprema de Justicia en queja.