Empujada por los precios estacionales de las vacaciones de invierno, algunas frutas y verduras, y sin un impacto aún de la fuerte suba del dólar, la inflación se mantuvo por debajo del límite psicológico del 2% mensual por tercer mes consecutivo: en julio avanzó un 1,9%.
El indec informó que la suba de los precios acumulados durante el año fue de 17,3%, mientras que en doce meses sumó 36,6%. Los valores estacionales se dispararon al 4,1% en el mes, mientras que la inflación núcleo, que sigue los valores sin estacionalidad y los no regulados, mostró un avance de 1,5% (una desaceleración frente al 1,7% del mes pasado), la más baja desde enero de 2018.
El IPC elaborado por el organismo se aceleró con relación a junio, cuando había marcado un 1,6%. Un factor clave fue que en los últimos dos meses, los precios vinculados a la temporada habían mantenido una presión bajista para el nivel general. Esta vez esa fuerza se invirtió acelerando el índice. Esto pasó por los aumentos vinculados a las vacaciones de invierno, pero también por subas en algunas verduras.
La división de mayor aumento en el mes fue Recreación y cultura (4,8%), seguida de Transporte (2,8%), por alzas en Transporte público y Funcionamiento de equipos de transporte personal.
La división con mayor incidencia fue Alimentos y bebidas no alcohólicas (1,9%), por aumentos en Verduras, tubérculos y legumbres, Carnes y derivados y Pan y cereales en las regiones GBA (Gran Buenos Aires), Pampeana, Noreste, Noroeste y Cuyo. En cambio, en la Patagonia la mayor incidencia se registró en Transporte (2,8%).
“La variación interanual del IPC Nacional fue de 36,6%, registrándose quince meses consecutivos de desaceleración en la comparación contra igual mes del año anterior. Esta variación interanual es la más baja desde diciembre de 2020″, escribió Luis Caputo, en X.
“La variación interanual en estacionales, donde hay una ponderación significativa de artículos de indumentaria, fue de 14,6%. Vale recordar que la división de ‘Prendas de Vestir y Calzado’ registró en julio una variación mensual de -0,9% y una interanual de 27,3%, 9,3 puntos por debajo del nivel general”, agregó el ministro de Economía.
“La inflación acumulada en los primeros siete meses del año fue de 17,3%, la menor para este período del año desde 2020. La media móvil de tres meses de la inflación general se ubicó por debajo de 1,7% y fue la más baja desde noviembre de 2017″, cerró el funcionario.
“La núcleo en 1,5%…!!! @LuisCaputoAR muchas gracias por ser el mejor ministro de Economía de la historia por lejos…!!! VLLC!”, posteó en su cuenta de X el presidente Javier Milei luego de conocido el dato.
Las expectativas del mercado
En su séptimo informe del año, el Relevamiento de Expectativas del Mercado (REM) había estimado una inflación mensual de 1,8% para julio. La inflación de la Ciudad de Buenos Aires había adelantado ya una aceleración -de cuatro décimas- para el mes. En territorio porteño, el alza de los precios había sido de 2,5%, según su ente estadístico.
La inflación prevista por el mercado para este año es de 27,3%, por encima de lo que proyectó el Gobierno en su avance de presupuesto 2026, documento en el que calculó un 22,7%.
Vale recordar que en el último año del cuarto kirchnerismo, que condujeron Alberto Fernández, Cristina Kirchner y Sergio Massa, la inflación fue de 211,4%, la más alta en más de 30 años.
Pese al incremento del dólar que se produjo en las últimas semanas (13% en julio), y que se intensificó en la última semana del mes pasado y en la primera de agosto, las empresas afirmaron que -por la debilidad del consumo en varios rubros y la apertura comercial- les fue imposible trasladar a precios los movimientos del tipo de cambio. El Gobierno dice que no hay pesos circulando que valide esa posibilidad.
El 74% de las empresas reportó aumento de costos y solo un 35% pudo trasladarlo a precios, indicó una encuesta del Observatorio Pyme.
La importación de bienes de consumo fue récord y es la más alta desde 2015, según un informe del especialista Marcelo Elizondo. Llegó, según el Indec, a los US$5267 millones, por encima de los picos de 2017 y 2018, en tiempos del macrismo en el Gobierno. En tanto, el ingreso disponible del hogar –el dinero que queda para consumir después de pagar gastos fijos como la luz, el agua, el gas, entre otros– todavía estaba en mayo un 9% por debajo de los niveles de fines de 2023.
En las últimas semanas, además, el Ministerio de Economía consolidó una alianza con los supermercados, que públicamente afirmaron que no aceptarían nuevas listas de productos con aumentos desmedidos.
Hay dudas con relación a qué pasará con el traslado a precios de los movimientos del dólar en agosto. Hay relevamientos privados sobre alimentos y bebidas que muestran diferentes resultados. Por ejemplo, para LCG, durante la primera semana de este mes hubo un salto de 2% en los precios. Para Econviews fue de 0,2%. Las diferencias responden a distintas metodologías, canastas y fechas de corte.
El Gobierno contó que podría darse un salto del IPC en agosto, como el que se registró en marzo (3,7%). Entonces hubo movimientos del dólar por la incertidumbre que generaba la confidencialidad de una modificación del esquema cambiario en el marco de un nuevo acuerdo con el Fondo Monetario Internacional. Justamente, en una entrevista en el streaming oficialista Carajo, Caputo descartó días atrás un retoque en el esquema cambiario luego de las elecciones de octubre.
La opinión de los especialistas
“Sabíamos que [los precios] estacionales en julio iban a ser un poquito más complicados. Y efectivamente fue lo que lideró, con [los precios] regulados también arriba del 2%. El dato para destacar como positivo es que, a pesar de que la inflación se ha acelerado, cuando ves la núcleo, al revés, se sigue desacelerando”, dijo Lorenzo Sigaut Gravina, de Equilibra.
“Julio fue un mes en el que hubo escalada el dólar. Es cierto que hay que esperar todavía su impacto, algo de esto estamos observando en agosto, poco, pero estamos observando el traslado a precios”, sostuvo, y luego subrayó: “Insisto, buena parte de la aceleración de este mes se explica principalmente por estacionales, que venían muy tranquilos. En mayo deflacionaron y en junio estuvieron prácticamente estables”.
“La parte de estacionales subió 4,2%. Tiene metido los aumentos de frutas y verduras, y toda la parte del turismo. Recreación y cultura es el rubro que más subió; después le siguió Transporte (ahí están los pasajes de avión) y después viene Hoteles y restaurantes”, dijo el economista Camilo Tiscornia, director de la consultora C&T Asesores Económicos. “La baja de la inflación núcleo es el dato más importante”, agregó.
“No hubo, al menos en julio, un efecto importante de la suba del tipo de cambio. Lógicamente que lo más grave del tipo de cambio fue a fin de julio, que uno lo esperaría ver en agosto, pero durante julio fue subiendo el tipo de cambio y afortunadamente no ha habido allí un mayor impacto. Diría que, pensando en agosto, tampoco vemos por el momento mayor impacto. Viene todo bastante acotado”, agregó Tiscornia.
En Libertad y Progreso destacaron el dato y recalcaron que la estacionalidad de julio “juega fuertemente en contra” por las vacaciones de invierno. “Si descontamos la estacionalidad, el dato de IPC sigue mostrando una desaceleración. De hecho, la inflación núcleo, que excluye a los estacionales y regulados, se volvió a desacelerar, del 1,7% a 1,5%”, indicaron.
“Un punto a mirar es que el mes estuvo marcado por un clima de elevada incertidumbre: el fallo adverso en la causa YPF, la aprobación en el Congreso de un paquete de reformas con impacto fiscal y la volatilidad cambiaria tras el vencimiento de las LEFI golpearon la demanda de pesos. Aunque por ahora estos impactos, que se vieron en el tipo de cambio, no se trasladaron de manera significativa a los precios de los bienes y servicios”, completaron desde Libertad y Progreso, donde agregaron que su relevamiento se mostró estable en este mes.
“Para todo el mes proyectamos un IPC cercano al 2%, quizás apenas por encima. La clave estará en cómo maneja la liquidez el BCRA y lo que pueda absorber el Tesoro en las licitaciones de deuda”, dijeron.