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A medida que se acerca el plazo para inscribir a los candidatos nacionales la tensión escala en el frente peronista bonaerense. El hecho de que Sergio Massa haya dejado correr que se bajó de cualquier candidatura no terminó de conformar a Juan Grabois, quien sostiene la amenaza de ir por afuera si no hay acuerdo antes del domingo. Las reuniones se aceleran pero las confirmaciones llegarán sobre el filo.
«El escenario por ahora está abierto. Nosotros ya planteamos nuestra postura. No recibimos una propuesta concreta aún y la estamos esperando», aseguran desde el campamento de Grabois.
Una de las condiciones más tajantes del líder de Patria Grande había sido que Massa no sea candidato. Pero esta semana, el ex ministro de Economía y principal referente del Frente Renovador dejó trascender que dio un paso al costado.
«Está contento de que, salvo por Grabois, todos los sectores le hayan pedido que sea candidato, pero siente que hoy ayuda más desde afuera de la pelea«, señalaron en su entorno. Confiaron que va a poner gente propia en las listas pero que no va a postularse.
Más allá de sus actividades políticas, dicen, va a seguir dando cursos en la Universidad Rice, en Houston, trabajando en su consultora, en el estudio jurídico y con la Fundación Encuentro.
Pero además del veto a Massa, desde el sector de Grabois hicieron hincapié en que la lista tenga un perfil y una línea política clara. La opción de un intendente como cabeza de lista no la ven potable. «Esperamos una línea dura anti Milei. Que la cabeza para la pelea nacional sea un desconocido es como quedarse a medio camino, haciendo la plancha», analizó un integrante de peso de ese espacio.
Frente a este panorama barajan tres opciones. En el mejor de los casos la propuesta que reciben es convincente, la unidad queda ratificada y hay paz. Pero no descartan otras posibilidades: que la propuesta nunca llegue, llegue tarde o que no les cierre. Para esas variables ya tienen como plan B dos listas diseñadas en las que Grabois encabeza en Provincia y Ofelia Fernández en la Ciudad.
Es sabido que Fernández ya dijo que no quiere ser candidata si hay lista de unidad. La variable de Grabois compitiendo como cabeza del frente unificado en la Ciudad -un rumor que también llegó a correr- está descartada de plano. «No hay chances», confirmaron cerca de Grabois.
«Ayer se presentaron a pedir número y color en el tribunal», confirmó un apoderado dentro del frente.
Aunque varios coinciden en que La Libertad Avanza tiene más chances de imponerse en la elección de octubre, todos creen que en ese caso el resultado será ajustado y que por eso no pueden permitirse que Grabois vaya por afuera y les quite un puñado de puntos que podrían ser decisivos.
El operativo clamor por Máximo Kirchner sigue vigente, su nombre es aceptado si Cristina Kirchner lo unge, pero el temor es que genere cortocircuitos internos que le jueguen en contra al espacio. «Vas a tener a una mitad de los dirigentes locales queriendo que le vaya mal», se sincera un legislador. El dato extra es que esta elección nacional va por separada de las locales. No tienen «necesidad» de militarlo.
La opción de un intendente como «cara nueva» y con experiencia de gestión no termina de cobrar fuerza. Suenan los nombres de Federico Achaval (Pilar), Ariel Sujarchuk (Escobar) y Nicolás Mantegazza (San Vicente).
La opción del ex canciller Jorge Taiana como garante de paz sigue sobre la mesa. «Es un hombre formado, tiene un porcentaje alto de kirchnerismo en sangre y no genera tensiones de ego por la proyección a futuro», reconoce un dirigente inmerso en la rosca bonaerense.
Lo cierto es que durante estas horas se aceleraron los llamados y las reuniones. Los cierres en el resto de las provincias también influyen en la mesa de negociación bonaerense en el caso de partidos nacionales.
Este viernes se confirmó que el actual diputado Pablo Carro va a ser candidato del kirchnerismo en Córdoba, mientras que en Neuquén la senadora Silvia Sapag también buscará renovar su banca.
