Misiones
Se enamoraron de la tranquilidad de la tierra roja y sus nuevos trabajos
Llegaron de Córdoba para vivir en Santa Ana y ofrecen un novedoso salame de cordero
No estaba en sus planes o ni siquiera soñaron con presentar las creaciones que hoy hacen a partir de la carne de cordero que se produce en Santa Ana. Liliana Constantino (50) y Marcos Demarchi (54) vivían en Córdoba y tenían trabajos muy distintos a lo que hoy hacen en su chacra misionera. Liliana fue muchos años vendedora de indumentaria en su propia boutique y Marcos jefe de mecánicos para una empresa. Por circunstancias de la vida conocieron Misiones y tras la pandemia se decidieron por dar un profundo cambio llegando para empezar de cero en una chacra que compraron.
“Conocimos Misiones en 2010. Después vinimos todos los años de vacaciones y hasta dos veces por año. En 2020 pude comprar una chacra en Santa Ana, pero ese año, como fue la pandemia, no pudimos hacer nada. Y en 2023 decidimos dejar todo en Córdoba para venir acá porque ya estamos en una edad que queríamos aprovechar para hacer el cambio ahora y no cuándo estemos más viejos”, contó Marcos.
Al recuerdo Liliana agregó que ya en Misiones sus planes fueron cambiando.
“Cuando llegamos nuestro primer emprendimiento no era este. Nuestra primera opción fue ofrecer algo turístico, pero como teníamos dificultades en el acceso a la chacra, probamos con lo que los dos traíamos, conocimientos sobre cómo hacer salames o embutidos de herencia de nuestros abuelos”. Acotó que “también incidió una idea del Inta en Misiones para aprovechar todo lo que es cordero en la zona. Entonces nosotros con el cordero más que nada nos enfocamos en hacer salame”, detalló.
Comienzo reciente
Liliana remarcó que empezaron hace muy poco, por lo que en sus presentaciones hay mucho de novedad sobre lo que ofrecen.
“Empezamos en el 2023 a probar con los salames y con un escabeche de cordero. O sea, tenemos la idea de tratar de aprovechar al máximo toda la carne de cordero”, recordó.
Ante la pregunta de El Territorio sobre cómo fue el proceso para ir definiendo los sabores de sus productos, los emprendedores reconocieron que fue un arduo trabajo.
“Fue un proceso largo y lamentablemente tuvimos que descartar mucha carne a la basura. Es que más allá de los condimentos, si queda más o menos salado, nos costó mucho trabajar con las condiciones climáticas que requieren los salames. Se necesita cierta humedad, pero no demasiada por los insectos, por todo. Así que por las diferencias mucha carne se nos echó a perder y la tuvimos que tirar”, reconoció con pena Marcos.

Hoy cree que aquel esfuerzo valió la pena. “Costó, pero finalmente salió. Los primeros salames que hicimos fueron de carne de chivo”, puntualizó.
Liliana continuó relatando lo que hacen actualmente: “Seguimos con corderos, nosotros criamos, pero para tener una cadena de trazabilidad usamos los de nuestros vecinos. Trabajamos con una sala de faena artesanal que verifica la trazabilidad de los animales”.
“Con los corderos ya hicimos de todo: hamburguesas, chorizos”, detalló.
Puntualmente para la última edición de la Expo Rural de Misiones, que se llevó a cabo el fin de semana pasado, llevaron para vender empanadas árabes de cordero.
Otro producto estrella en su elaboración es el escabeche de cordero. “Yo renegué un poco para hacerlo porque él no se animaba. Pero fue una creación mía, ya que había probado algo parecido y sabía que podía sacarlo. Tiene muchos sabores combinados y es mi propia receta”, contó Liliana.

En las presentaciones de los envases, Liliana dijo que puso su impronta y el nombre elegido ‘Eireté Ñu’, que significa en guaraní “néctar de campo”.
“El nombre lo buscamos y es como sintetizar lo que veíamos en Misiones. Es como el néctar, el azúcar de la miel, el polen de las de las abejas que nos da todo. En Misiones todo es dulce”, definió.
Nuevos productos
Entre los productos que elaboran, los emprendedores contaron que tienen -hasta el momento- ocho variedades de propuestas para degustar.
“Hay uno que estamos haciendo que es el de carne ahumada de cordero. Pero todavía lo estamos probando porque queremos agregarle algo más. Será algo así como un jamón crudo”, detallaron.
En todos los productos los emprendedores recuerdan que tuvieron que pasar por los requerimientos y pruebas que piden Salud Pública y Bromatología. “También tuvimos que trabajar con nutricionistas para que nos coloquen los valores nutricionales de referencia (en los envases)”.
Ventas complicadas
En la actualidad, pese a que saben que tienen un producto muy atractivo a los paladares, Liliana y Marcos reconocen que las ventas no son fáciles.
El contexto nacional influye mucho en el gasto de las familias y al ofrecer un producto premium o gourmet, cuesta encontrar una demanda constante.
“El tema económico es complicado como en todos lados. En realidad estuvimos viendo una caída de pedidos”, contó.
“Por ahí algunos ven nuestros productos como caros, pero detrás tienen mucho trabajo y costos de elaboración”, recordaron. A modo de ejemplo se informó que un salame de cordero que pesa cerca de 200 gramos cuesta 10 mil pesos. Y el escabeche de cordero, en un envase de 390 gramos, se ofrece a 12 mil pesos.
La pareja contó que están participando constantemente en ferias y eventos que se realizan en diversas localidades de la provincia. También en algunos mercados y ofrecieron sus productos a revendedores para algunos negocios de regionales.
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