Los hongos medicinales han sido valorados desde tiempos ancestrales por sus beneficios para la salud. Entre ellos, el hongo de Michoacano (México), que se destaca por su importancia nutricional y terapéutica.
Este tipo de hongo contiene proteínas, vitaminas del complejo B, minerales y fibra, esenciales para el equilibrio del organismo. Su composición incluye polisacáridos y antioxidantes que fortalecen el sistema inmunológico y protegen las células.
El consumo habitual de hongos, incluyendo los de Michoacán, está asociado a mejoras en la digestión, la función inmunitaria y el metabolismo general.
La ciencia actual confirma sus efectos antiinflamatorios, antioxidantes y hepatoprotectores, lo que amplía sus aplicaciones en medicina natural y complementaria, y lo posiciona como un recurso valioso para promover la salud integral a través de la alimentación.
De todos modos, siempre es importante consultar al médico antes de tomar una decisión vinculada a la salud.
Hongo Michoacano: cuáles son sus propiedades curativas
Una infusión de hongos michoacanos ayuda a fortalecer el sistema inmune.
El hongo michoacano se ha utilizado desde tiempos remotos por sus múltiples propiedades medicinales, indica una publicación del sitio Dime Beneficios.
Gracias a su composición rica en nutrientes y compuestos bioactivos, es reconocido en diversas culturas por su potencial para contribuir al bienestar general. «Tiene efectos protectores contra lesiones hepáticas producidas por virus y agentes tóxicos, lo que le da un gran potencial para tratar enfermedades hepáticas» agrega el artículo.
Se puede consumir fresco o seco en diferentes platos, o utilizarse en infusiones y bebidas para aprovechar sus ventajas medicinales. También se vende en herbolarios en polvo, cápsulas y extracto.
Estas son sus principales propiedades:
Aporta antioxidantes
Los hongos michoacanos, en especial el conocido como reishi, poseen compuestos antioxidantes que ayudan a combatir el daño causado por los radicales libres en el organismo y contribuyen a la prevención del envejecimiento celular que reduce el riesgo de enfermedades crónicas relacionadas con el estrés oxidativo. Su efecto protector es especialmente útil en personas expuestas a contaminantes ambientales o dietas desequilibradas, ya que refuerza los mecanismos naturales de defensa celular. También produce un impacto positivo en la piel al preservar la integridad del tejido cutáneo.
Este hongo protege el hígado. Foto Shutterstock.
Aporta protección hepática
Según estudios, el consumo de este hongo puede ayudar a proteger el hígado, órgano vital para la desintoxicación del organismo. Se ha observado que su ingesta puede reducir los marcadores hepáticos alterados en personas con afecciones leves, sirviendo como complemento a hábitos alimenticios saludables. Una investigación publicada en la revista científica Nutrients concluyó que «La eficiente acción hepatoprotectora de los compuestos bioactivos naturales de esta especie es prometedora en el esfuerzo por encontrar sustancias hepatoprotectoras exitosas».
Tiene propiedades inmunoestimulantes
Este tipo de hongo estimula el sistema inmunológico, fortaleciendo las defensas naturales del cuerpo. Diversos compuestos contribuyen a mejorar la respuesta del organismo frente a infecciones y enfermedades. Su consumo habitual podría reducir la incidencia de enfermedades respiratorias comunes y contribuir a una recuperación más rápida en períodos de debilidad o convalecencia.
Posee efecto antinflamatorio
Contribuye al alivio de síntomas asociados a diversas enfermedades inflamatorias y favorece la recuperación del tejido afectado. También se ha señalado su posible utilidad en personas con artritis o problemas digestivos, gracias a su acción reguladora del sistema inmune. En casos de inflamación muscular o cutánea leve también ofrece alivio natural.
El colesterol malo atenta contra el corazón.
Reduce el colesterol «malo»
El hongo michoacano ayuda a reducir los niveles de colesterol en sangre porque influye positivamente en el metabolismo de las grasas, contribuyendo a la salud cardiovascular. Consumido regularmente, no solo controla del colesterol LDL (colesterol «malo») sino que aumenta el HDL (colesterol «bueno»). Su alto contenido de fibra también contribuye a la regulación del colesterol y la glucosa en sangre.
Podría contribuir a la actividad antitumoral
Algunas investigaciones sugieren que los extractos de este hongo actuarían en la inhibición del crecimiento de células cancerígenas. Aunque estos efectos requieren mayor estudio clínico, se reconoce su potencial en la prevención y apoyo complementario en tratamientos oncológicos que apunten a fortalecer la resistencia natural del organismo frente a procesos degenerativos. Además, su acción antioxidante e inmunoestimulante refuerza este posible beneficio integral.
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