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Las derrotas son incómodas. Por más que el rival sea el favorito y uno de los mejores equipos del mundo, perder impacta directo en el talante. Con el 41-24 de los All Blacks sobre Los Pumas en Córdoba, los jugadores y el cuerpo técnico asumieron una autocrítica feroz, que al día siguiente se complementó con un análisis más detallado que explica una derrota que, aunque esperable, dejó la sensación de que se produjo en buena medida porque en algunas acciones el equipo de Felipe Contepomi le facilitó las cosas a Nueva Zelanda, un equipo que no necesita ayudas para ganar, pero si encuentra una ventaja no duda en tomarla.
“Nos comimos 40 puntos: no es solamente (que fallamos en) el maul o el scrum. Tenemos que mejorar en todos los aspectos y en la disciplina, lo que no requiere talento. Jugar medio metro atrás no requiere talento, sino que es solamente hacerlo”, analizó en caliente el medio scrum Gonzalo García.
La declaración es un mea culpa grupal y una de las puntas en las que el staff trabajará de cara a la segunda fecha del Rugby Championship, también ante los All Blacks, el sábado en la cancha de Vélez.
Para intentar evitar otra derrota y alimentar el deseo de alcanzar el cuarto triunfo ante Nueva Zelanda en la historia, Contepomi y sus asistentes trabajarán en la cancha, pero también en el plano teórico y con la visualización de algunas acciones del partido, para adecuar aquello que con crudeza plantea García y replicaron varios de sus compañeros. La indisciplina, los penales cedidos y el mal funcionamiento de algunas ideas son una acción colectiva que se conjuga a partir de las decisiones individuales ¿Cómo corregir entonces si se trata de un error individual?
Con las pulsaciones más bajas que las de la autocrítica coral del sábado, el entrenador asistente Juan Martín Fernández Lobbe supo explicar la incógnita en una rueda de prensa virtual este domingo. “Es pura y exclusivamente individual, pero una vez que uno lo entiende, lo hace consciente, no le pone ninguna excusa y sabe que lo puede mejorar, está la parte grupal”, indicó el entrenador.
El line, uno de los puntos que analizó Fernández Lobbe. Foto: Fernando de la Orden
Se refiere a la comunicación en la cancha, entre pares, para revertir las situaciones que se salen del libreto y la capacidad para retomar el plan de juego. Sin la posibilidad de que los entrenadores intervengan en la acción, se trata de una construcción interna, que el sábado en el Kempes no funcionó del modo esperado.
“Es la capacidad del grupo poder reconocer esas situaciones y ayudar a veces a ese jugador a poder salir y no quedarse enganchado con ese error. Nosotros hablamos mucho del autoconocimiento dentro de este equipo para que cada uno pueda entender en qué momento está ,tanto física como mentalmente, porque a veces un penal evitable puede darse por algo físico o por algo mental. Buscamos que cada uno reconozca en qué momento está individualmente para poder volver rápido a la zona óptima”, abundó Fernández Lobbe.
De eso mismo habló el día anterior, después del partido, Santiago Carreras. El cordobés ingresó en la segunda parte y lo hizo como fullback, una de las funciones en las que se desempeña, pero se refirió al partido completo, independientemente de sus minutos en la cancha.
“Hubo momentos clave en los que fallamos. Cometimos errores que nos vuelven a dar una derrota. Fallamos en muchos aspectos en un momento se nos fueron mucho en el resultado. En la semana tenemos que mejorar todo eso, porque hubo pasajes en que vi bien al equipo y marcamos puntos. Pero ellos aprovecharon todo y con uno menos se cerraron y aprovecharon lo que tuvieron”, remarcó.
Y ahí otra de las claves que desgranó Corcho. Además de las intensiones propias, Los Pumas también intentaron cortarle el circuito a los All Blacks, algo que lograron en algunos pasajes, pero los de negro lo supieron sortear.
El saludo tras la derrota ante los All Blacks. Foto: Fernando de la Orden
“Nueva Zelanda es un equipo que es muy exitoso con sus lanzamientos a partir del line. Entonces en todas nuestras estrategias con el kick se buscó no darles line. Fuimos exitosos en las cargas, pero ellos de todos modos tuvieron 16 lines y si no me equivoco 11 vinieron por un tema de una indisciplina. No es sólo el hecho del penal sino entender que ese penal es una fuente efectiva de lanzamiento para ellos para alargar su juego”, abundó Corcho.
Independientemente de los errores reconocidos, fue Juan Cruz Mallía quien señaló algo que, aunque obvio, es evidente: del otro lado estaban los All Blacks y más allá de las intensiones que Los Pumas puedan tener, la dinámica suele imponerla el equipo kiwi.
“Cuando tuvimos la pelota los lastimamos. Cuando aguantamos alguna fase, fuimos peligrosos. Pero estuvimos imprecisos: hay que ajustar las formaciones fijas y la disciplina para poder nuestro partido. Pero jugar contra los All Blacks te lleva a esas indisciplinas. Hay que ver si estábamos pasados de vuelta o nos enganchamos en algunas situaciones. No les podés dar tanto a estos equipos porque te la hacen pagar caro”, remarcó el fullback, quien terminó jugando como centro.
El sábado, desde las 18.10, Los Pumas tendrán en Vélez la oportunidad de ajustar las clavijas e intentar ir por una victoria ante Nueva Zelanda. Antes tendrán una semana de trabajo que comenzará este lunes en el predio de Ingeniero Maschwitz.
