El sábado al mediodía la novia de Ulises sacó a pasear a Román, el perro de la pareja. En la calle, el animal comió algo. Dos cuadras más adelante, cayó fulminado. “Le empezaron a temblar las patitas y a salir espuma de la boca”, relató Ulises a un móvil de LN+, ubicado en la esquina de las calles Arce y República de Eslovenia, en el barrio porteño de Palermo. Ese hecho fue el disparador de una hipótesis: la existencia de un envenenador de animales en la zona.
Además de Román, murieron dos perros y otros siete se encuentran internados. “Llamando a las veterinarias de la zona te dicen que también hay casos de envenenamiento de gatos y palomas”, comentó Ulises.
Según el vecino de Palermo, “cuando le comentamos la noticia de la muerte de Román a su paseador, el también nos dijo que otros clientes le habían mencionado casos de intoxicación de sus mascotas”.
“Esa información nos permitió atar cabos y entre varios vecinos llegamos a la conclusión que estos hechos se reducen a un radio de tres cuadras”, subrayó Ulises. Ante la hipotética aparición de nuevos casos, Ulises invitó a los vecinos a radicar las denuncias en la Comisaría 14B.
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