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Fue un desahogo profundo, casi una liberación. Alan Velasco venía de semanas difíciles, de la presión de un arranque que no fue sencillo y de la carga de ser uno de los refuerzos más caros de la historia. De alquien que la venía pasando mal y no veía la hora de gritar con ganas, con furia. Liberarse. Llorar, sí, llorar en medio del festejo de su primer gol con la camiseta de Boca, el domingo en la goleada 3-0 ante Independiente Rivadavia en Mendoza, en la vuelta al triunfo después de 12 partidos.
El confesión de Alan Velasco: qué pensó en el gol para romper en llanto
«Fue una semana muy linda para mí, en lo personal y para el equipo que pudimos volver a la victoria. Mucho desahogo, porque más allá del gol sentía muchas sensaciones de las cosas malas que había pasado meses atrás o situaciones que no habían salido. Con Unión había tenido una parecida y pasó muy cerca. Las cosas que no salían. Y cuando pasó lo del gol, esa es la sensación», contó Velasco este viernes en El Canal de Boca, revelando lo que corrió por adentro suyo y derivó en un festejo con llanto.
La emoción no quedó en la cancha. «El domingo estaban todos en mi casa reunidos mirando el partido y cuando terminó me mandaron mensaje, mi papá, mi mamá, mis hermanos y mi novia que me aguanta todos los días. Fue un momento muy lindo y ojalá sigan viniendo momentos así», agregó.
Alan Velasco, en el entrenamiento de Boca en Ezeiza. Foto Prensa Boca
El festejo fue en «agradecimiento a a Dios que siempre está» y la camiseta, para su colección personal, no se la regaló a nadie, quedó para guardarla junto «a las más importantes que tengo». No fue simplemente su primer gol, sino una señal de que el camino empieza a acomodarse después de un arranque cuesta arriba.
Velasco llegó como refuerzo estrella con la presión de los diez millones de dólares. El hincha lo esperaba como una figura inmediata pero su historia arrancó torcida: el penal fallado en la serie con Alianza Lima dejó a Boca afuera de la Copa Libertadores en la fase preliminar.
El alivio en Mendoza fue, entonces, mucho más que un gol: fue el inicio de su reconciliación con la camiseta.
El apoyo de Russo, Paredes y Riquelme
Ahora, desde la llegada de Miguel Russo, fue recuperando confianza, siempre como titular hasta el último partido ante IRM que entrenó desde el b casualmente cuando llegó su gol. De mucha ayuda para él, que tiene apenas 23 años pese a su recorrido, resultaron ser también Juan Román Riquelme y Leandro Paredes.
«Leo siempre me da mucha confianza para que pueda demostrar lo que puedo hacer y en conjunto salgan las cosas. También en lo táctico con todo el recorrido que tiene en Europa y Selección, por ahí me dice algunos movimientos o que me quede más quito para encontrar buenas posiciones para mí. Aporta un montón para el grupo, es un referente muy importante, explicó.
Y agregó sobre uno de sus ídolos: «Román siempre está acá, en la práctica anterior a Independiente Rivadavia nos pusimos a charlar con él con algunos compañeros, Marche, Edi y algunos más, y siempre nos aporta. A mí me dice que esté tranquilo, que las cosas van a salir».
Leandro Paredes –
«Paredes siempre me da mucha confianza»
Alan Velasco habló en el Canal de Boca sobre las sugerencias y el diálogo con Leandro Paredes
Alan Velasco –
Alan Velasco y su vínculo con Juan Román Riquelme
El jugador habló en el Canal de Boca sobre los mensajes que le da el presidente de Boca.
Velasco sobre Boca y la Bombonera
«Para un futbolista argentino jugar en la Bombonera debe ser de las cosas más lindas que pueden pasar, un estadio mítico, siempre lleno y con el recibimiento que nos hace la gente. También cuando entrenamos disfrutamos un montón».
«Estar en Boca siento un orgullo porque es un lugar donde estoy feliz, mi familia está feliz, mis hermanos, mi familia, mi abuelo, mi abuela, son todos de Boca. Me lo hacen saber cada vez que hablo o me vienen a ver, y que estén es algo muy lindo».
Belmonte
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