Dos años, 24 meses, más de 700 días o la mitad del tiempo que pasa entre dos mundiales… Se calcule como se calcule, para Alejandro Gómez ese tiempo que pasó desde la última vez que pudo jugar un partido oficial fue un montón. “Ya me estoy volviendo loco de entrenar solo”, le soltó a sus íntimos días atrás, a nada de que este autorizado a sumarse a los entrenamientos del Padova de Italia, su nuevo club que milita en la Serie B y con el cual firmó contrato por dos años el mes pasado.
Papu Gómez en la particular presentación que le hicieron en Padova. (papugomez_official).
Ironías del destino, el futbolista de 37 años tuvo que aprender a administrar sentimientos: la máxima alegría se entremezcló con la mayor de las tristezas que un futbolista puede sentir en su carrera. Es que a días de jugarse la final de la Copa del Mundo 2022 que terminó coronando a la Selección Argentina por tercera vez en la historia, le avisaron que había dado positivo a un control antidoping sorpresa que le habían realizado un tiempo antes en su club y allí comenzó un martirio que en ese momento ni siquiera podía imaginarse…
A causa de consumir terbutalina (un broncodilatador prohibido) en un jarabe de sus hijos que imprudentemente tomó una noche para contrarrestar un ataque de tos, fue sancionado por una “negligencia grave” que no solo lo sacó de las canchas sino que hasta le impidió poder entrenarse con planteles profesionales e incluso comenzar a hacer el curso de entrenador. No hubo ni la más mínima piedad. Pese a la infinidad de recursos y amparos presentados por sus abogados, a Alejandro Gómez no le bajaron ni un día de la pena original…
Papu tras coronarse campeón del Mundo, junto a su mujer, Linda.
No fue el único mal trago que debió soportar: tras el Mundial, no volvió a la Selección. Estallaron los rumores de un quiebre en la relación con algunos de los referentes de la Scaloneta, debió operarse porque los tratamientos de recuperación que intentó para reponerse de la lesión ligamentaria que sufrió en su tobillo izquierdo en el partido ante Australia por los octavos de final del Mundial no dieron resultado y, aunque volvió a dar una vuelta olímpica cuando ganó la Europa League con el Sevilla, terminó no renovando en el conjunto español y volviendo a Italia para fichar en el Monza, donde solo llegó a jugar dos partidos antes de ser sancionado.
El 8 de octubre de 2023 fue la última vez que pisó una cancha. Luego de eso, el Papu se refugió en su familia y se apoyó en la psicología mientras que encontró la mejor terapia en el padel, pero sin nunca dejar de entrenarse en forma particular porque estaba convencido de que volvería a jugar. Los impedimentos de la rigurosa pena que le cayó encima tan solo le permitieron en todo este tiempo entrenarse con algunos equipos del ascenso de España e Italia y participar de un partido exhibición en Arabia Saudita junto a leyendas como Rivaldo, Totti o Paolo Maldini, nada más…
Papu Gómez jugando un partido de exhibición (@papugomez_oficial)
El sacudón caló hondo. Por momentos lo tuvo muy golpeado y por otros totalmente motivado en no bajar los brazos para volver. Fue un proceso de reconversión también, por eso hoy el Papu Dance y sus habituales monerías en redes parecen algo del pasado y ya es habitual ver historias contenido en redes mucho más tranquilo, con sus hijos y su mujer, Linda. Sí, de algún modo, maduró a la fuerza y dejó de ser Papu para convertirse en Alejandro.
Alejandro Papu Gómez, en el Deportivo Manchego. (Foto: @cdmanchegocr)
Si bien terminará esta semana siendo uno más en los entrenamientos de su nuevo club, todavía deberá seguir esperando: recién en octubre quedará habilitado para disputar un partido oficial. Este tiempo, entonces, lo aprovechará para ponerse a punto. “Físicamente está bárbaro, como siempre, por el padel y porque en ningún momento dejó de entrenar, pero lógicamente le falta ritmo futbolístico”, le contó a Olé alguien que comparte mucho tiempo con él.
Papu Gomez jugando al padel
instagram
Por estos días, los Gómez ya dejaron la ciudad de Bérgamo, en la que se instalaron hace años cuando fichó para Atalanta, y se están acomodando en Padua, cerca de Venezia y de las costas del Mar Adriático en la que está el Padova, primeramente la familia entera se hospedó en un hotel, pero en estos días ya les entregan la casa que funcionará como nuevo hogar. Igual, la adaptación parece que va más lo más bien, tan así que Bauti, el mayor de los tres hijos del Papu, arrancó a jugar en cancha de 11, como volante central, en el mismo club en el que fichó a su papá.
LPensando en la tan ansiada vuelta a las canchas, en los últimos meses del mediapunta aceleró la carga de trabajo físico, la cual no frenó ni cuando estuvo en la playa con la familia para disfrutar del verano europeo y siempre monitoreado por el preparador físico y el cuerpo técnico de su nuevo club. Por fin, la espera se terminó para él, a los 37 volverá a jugar después de dos años en lo que seguramente sea su Papu last dance.
La presentación del Papu en Padova
Alejandro Gómez –
La actuación del Papu Gómez en la campaña de abonos del Padova Calcio
@PadovaCalcio
El argentino entrenándose en soledad durante la sanción
Alejandro Gómez –
Papu Gómez entrenando con el objetivo de volver a jugar
La otra pasión: el Papu se dedicó al padel en este tiempo
Alejandro Gómez –
Papu Gómez y el pádel
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