El triunfo de Racing ante Vélez en el José Amalfitani tiene nombre, apodo y apellido: Adrián Maravilla Martínez. El delantero tuvo un duelo especial con Lisandro Magallán, los dos fueron amonestados y después el defensor local fue expulsado por una fuerte falta a Nardoni en el cierre del primer tiempo. En el arranque del complemento, el goleador tuvo una chance y no la desperdició y ahora definirá la llave el martes que viene en el Cilindro con la mínima ventaja, que no mereció, aunque eso les importe poco a los académicos.
Hubo un partido, el del juego, que lo ganó Vélez. Fue el protagonista absoluto del primer tiempo ante un Racing expectante. El equipo de Guillermo Barros Schelotto tuvo la pelota, intensidad, circulación, recuperación y las mejores opciones de gol. Casi no hubo puntos bajos en el local, a excepción de Maher Carrizo, que no logró desbordar por derecha. En cambio, Machuca fue un dolor de cabeza para Mura, pero el extremo nunca pudo terminar con un buen centro cada desborde. Los volantes se impusieron en el medio y la defensa se mostró muy firme.
Racing quedó partido, muy retrasado y apostando a los pelotazos para Solari, Maravilla Martínez y Martirena, que apareció como un ocho adelantado.. Fue pobre en general la actuación del equipo pero aún así, cuando lograba llegar al último cuarto de cancha, inquietaba. Aún así, casi no tuvo llegadas en la etapa inicial. El mejor fue el arquero Cambeses porque salvó un par de veces la caída de su cargo. A los 5 minutos, cuando Galván tras un rebote metió un taco casual y la pelota casi se mete en el ángulo del arquero, que la sacó al córner. Después, rechazó un potente remate de Michel Santos, quien tuvo otros dos tiros que se fueron apenas desviado.
Hubo otro partido, el de la lucha,que perdió Vélez. Desde el primer minuto, Lisandro Magallán y Maravilla Martínez comenzaron a pelearse, a discutir, a empujarse. Quién empezó es como intentan dilucidar si fue primero el huevo o la gallina. Lo concreto es que el árbitro Sampaio se cansó y los amonestó a los dos a los 33 minutos. Sin embargo, cuando parecía que el marcador central estaba enfocado en el partido, después de cortar bien una jugada, como le quedó larga la pelota, fue con imprudencia sobre Nardoni, que llegaba antes. El brasileño no dudó, le mostró la segunda amarilla y afuera.
Foto Marcelo Carroll – CLARIN
El Mellizo esperó el entretiempo para definir los cambios, ingresó por lógica Aaron Quirós por Galván y Manuel Lanzini, para tener un poco más la pelota, por Machuca. Con 11 contra 10, la relación de fuerzas cambió poco pero lo suficiente para que, en dos jugadas antes de los 10 minutos, la visita se quede con la victoria. Lo tuvo primero Solari con un remate cruzado que se fue besando el palo. Enseguida, Solari desbordó por derecha, tiró el centro, Mura tocó al medio y ahí estaba Maravilla para adelantar a su equipo.
Esas dos fueron las únicas llegadas claras que tuvo Racing en todo el partido. Con diez jugadores, Vélez siguió siendo superior, a veces con más nervios que juego, con nerviosismo y también con frustración. Mucho más después el empate de Aarón Quirós a los 16 minutos, que fue anulado por el VAR ya que la pelota salió del campo tras el tiro de esquina.
El estadio ardía de bronca con el árbitro brasileño que hasta ese momento estaba dirigiendo bastante bien. Después, debió sacar un par de amarillas más a los jugadores de Racing ante las constantes faltas que cortaban el juego. Terminó de explotar después de revisar la expulsión de Nardoni. Ahí, Sampaio fue advertido otra vez por el VAR y cambió, correctamente, su decisión.
El aplauso y la ovación final de la gente de Vélez fue el premio a los jugadores, que aún en la derrota hicieron un gran partido. Racing hizo negocio. Planteó un partido de lucha, de fricción y buscó definirlo de contra. Lo consiguió con un hombre de más y ahora está a 90 minutos de meterse entre los cuatro mejores de Sudamérica.