Cuando Grainne Kealy era adolescente, sufrió un accidente de tránsito que, aunque no fue grave, le desfiguró su cara, debido a una imprudencia que cometió. Por ello, tuvieron que arrancarle la frente y, además, le quedaron severas lesiones cerebrales.
Tras un par de años durante los que intentó recomponer su rostro, se sometió a una increíble cirugía, por la que logró recobrar una apariencia muy similar a la que tenía antes del siniestro.
Los pormenores de su historia fueron revelados por ella misma en las redes sociales, donde ahora se dedica a concientizar para que otras personas no cometan el descuido que la llevó a perder la frente.
El accidente que le destrozó la cara y una cirugía reparadora: «Viví sin frente durante dos años»
Grainne Kealy, una mujer de Irlanda que ahora tiene 41 años, fue víctima de un accidente de tránsito en diciembre de 2006, cuando tenía 22.
Junto a su novio y en el asiento de acompañante, transitaba por una calle nevada de Borris-in-Ossory Laois, un pueblo ubicado en el condado de Laois, Irlanda, cuando el coche resbaló por el hielo y se estrelló contra una pared.
Grainne Kealy, cuatro días después de su primera cirugía. Foto: FB Grainne Kealy
El vehículo iba a tan solo 50 kilómetros por hora, por lo que su novio no resultó herido de gravedad. Sin embargo, Kealy sufrió múltiples heridas en su rostro, y todo a causa de un descuido: llevaba sus pies apoyados sobre la guantera.
Al producirse el choque, el airbag del auto saltó a una velocidad estimada en 320 km/h, empujó hacia atrás sus piernas y, en consecuencia, sus propias rodillas le destrozaron la cara. El suceso pasó en cuestión de segundos, «más rápido que un abrir y cerrar de ojos», según dijo Grainne al diario británico Daily Mail.
En Facebook, donde contó su historia, detalló que sufrió múltiples fracturas en los huesos faciales. «Le dijeron a mi madre que me había roto todos los huesos de la cara y que había tenido una fuga de LCR (líquido cefalorraquídeo) del cerebro. ¡Ah, y también, perdí dos dientes!», escribió.
Además, debido a las lesiones cerebrales, Kealy explicó que no tiene recuerdos de los tres meses anteriores al accidente, del siniestro en sí ni del mes posterior. Por si esto fuera poco, desde entonces sufre problemas concentración, olvido de palabras y dolores de cabeza permanentes.
Sin embargo, lo peor llegaría unos meses después, cuando, por las heridas irreversibles de su rostro, tuvieron que extirparle, literalmente, la frente.
A partir de esto, la irlandesa buscó incansablemente alguna forma para poder recuperar su apariencia. En total, se practicó 16 cirugías, hasta que, finalmente, encontró la solución.
A mediados de 2009, en una operación en la que intervinieron un neurocirujano, un cirujano plástico, un otorrinolaringólogo, un dentista, un cirujano oftalmólogo y muchísimas enfermeras, le colocaron una especie de frente hecha de cerámica de Italia.
«En 2007 sufrí un revés y tuve que extirparme la frente. ¡Sí… la frente! ¡Y sí… toda! Viví sin ella durante dos años, hasta que el 17 de junio de 2009 me colocaron mi nueva frente de cerámica italiana», resumió en sus redes sociales.
El antes y el después de la cirugía de Grainne Kealy. Foto: FB (Grainne Kealy)
Tras la intervención quirúrgica, el rostro de Kealy volvió a parecer natural, aunque ella aún no lo acepta. En declaraciones al periódico británico, reconoció que ha necesitado tratamiento con antidepresivos para combatir con ello: “Todavía no me gusta mirarme al espejo, no me gusta mi cara.’, declaró.
El compromiso de Kealy para evitar que las personas apoyen los pies en el tablero: «No tienes idea de lo peligroso que puede ser»
Grainne Kealy ahora vive en Nueva Zelanda, desde donde se ha convertido en una activa defensora de la seguridad vial.
En particular utiliza las redes sociales y asiste a entrevistas para advertir sobre el peligro de viajar con los pies en el tablero. “Por favor, recuerda mantener los pies FUERA del tablero. Da miedo ver cuánta gente todavía lo hace. No tienes ni idea de lo peligroso que puede ser. Por favor, no cometas el mismo error que yo”, instó en una de sus publicaciones online.
Kealy explica que el airbag de los autos se activa mediante un propulsor sólido que se quema a gran velocidad, y que puede salir disparado a 322 km/h, convirtiendo cualquier objeto o parte del cuerpo en un proyectil.
Para potenciar su influencia, asimismo, ha compartido fotos de famosos que, ocasionalmente, realizaron esta imprudencia. Entre ellas, pueden verse fotos de los pies de Kim Kardashian o los de Conor McGregor apoyados sobre el tablero de un auto. “Me rompe el corazón pensar en cuántos millones de personas han visto a estas celebridades con los pies en el tablero”, lamentó ante el Daily Mail.
La lucha de la irlandesa tiene sentido, ya que muchas personas han sufrido heridas por llevar los pies en la guantera de los autos. En el año —2006— en que Grainne tuvo el accidente, por ejemplo, la organización National Roads and Motorists’ Association registró
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