Un juez de California rechazó una solicitud de un nuevo juicio para Erik y Lyle Menéndez, lo que cerró otro posible camino hacia la libertad para los hermanos que han pasado décadas en prisión por matar a sus padres en 1989 en su mansión de Beverly Hills. Semanas atrás una junta penitenciaria negó el pedido de ambos para quedar en libertad condicional, al considerarlos un “riesgo moderado” para la sociedad.
El fallo del lunes del juez William C. Ryan, de la Corte Superior de Los Ángeles implica la denegación de una petición de mayo de 2023 que buscaba una revisión de sus condenas basándose en nuevas pruebas que respaldan sus afirmaciones de abuso sexual por parte de su padre. Justificó que la nueva evidencia que “corrobora ligeramente” las acusaciones de que los hermanos fueron víctimas de abuso sexual no niega el hecho de que actuaron con “premeditación y deliberación” cuando llevaron a cabo los asesinatos.
“La evidencia alegada aquí no es tan convincente como para haber generado una duda razonable en la mente de al menos un jurado o para apoyar una instrucción de legítima defensa imperfecta”, escribió el juez.
En tanto, se envió un correo electrónico a Mark Geragos, abogado de los hermanos, solicitando comentarios sobre el fallo del juez, ya que pueden apelar. Pueden volver a solicitar libertad condicional en tres años gracias a que sus sentencias originales de prisión perpetua fueron reducidas a 50 años en mayo. Su única oportunidad de ser liberados antes es si el gobernador de California, Gavin Newsom, les concede su pedido de clemencia.
La nueva evidencia presentada incluye una carta supuestamente escrita por Erik a su primo detallando el abuso, y el testimonio de Roy Roselló, exmiembro de Menudo, quien acusó a José Menéndez de violarlo.
Un panel de dos comisionados negó el 22 de agosto la libertad condicional a Lyle Menéndez y señalaron que el hermano mayor aún mostraba “rasgos de personalidad antisocial como engaño, minimización y violación de reglas que subyacen a esa superficie positiva”.
Un día antes se le había negado la libertad condicional a Erik Menéndez, quien está detenido en la misma prisión en San Diego, después de que los comisionados determinaran que su mala conducta en prisión lo hacía aún un riesgo para la seguridad pública.
Los hermanos fueron condenados a cadena perpetua en 1996 por matar a tiros a su padre, José Menéndez, y a su madre, Kitty Menéndez, el 20 de agosto de 1989. Los abogados defensores argumentaron que actuaron en defensa propia después de años de abuso sexual por parte de su padre, pero los fiscales dijeron que buscaban una herencia multimillonaria.
Un juez redujo sus sentencias en mayo, con lo que de inmediato se volvieron elegibles para la libertad condicional. Las audiencias de libertad condicional marcaron lo más cerca que han estado de ganar la libertad desde sus condenas.
Con información de AP y AFP.