Es una conducta bastante común, embarazosa, que suele confundir a los dueños: el perro te monta en una conducta que parece tener un propósito sexual. Sin embargo, esto no siempre es así.
Algunos especialistas aseguran que esta conducta aumenta, precisamente si el dueño le brinda mayor cuidado y, entonces, el animal lo ve como alguien que representa seguridad y protección.
Un artículo de la firma Pet´s Care agrega que “normalmente, los perros eligen a la persona que es su cuidador principal como objetivo de la conducta porque esa persona es el centro de su mundo emocional. Si eres tú quien lo alimenta, pasea y cuida, probablemente tienes el vínculo más fuerte con tu perro”.
Este vínculo hace que tu perro exprese contigo tanto emociones positivas como negativas de manera más frecuente, incluso a través de esta conducta. Además, tus reacciones, incluso aunque sean negativas, pueden, sin querer, reforzar este comportamiento y convertirlo en un círculo vicioso difícil de romper.
Perros y humanos. Foto: Freepik.
En su cuenta de TikTok (@baruchcorrea) el entrenador canino Baruch Correa aclara que, en muchos casos, más que sexual es una conducta de desplazamiento causada por el estrés o la sobreexcitación.
“Tu perro literalmente se estresó, se sobreexcitó y lo que pasa es que tiene que liberar esa energía de alguna manera. Entonces, la conducta de desplazamiento es esa: montarte”, explica.
Este tipo de reacción suele ser una forma de canalizar energía acumulada y, según Correa, la solución está en ofrecerle más actividad física y mental. Agrega que “si tu perro te monta constantemente quiere decir que quizás necesita un poco más de actividad para liberar su estrés”.
Desde Pet´s Care aconsejan desviar su atención de forma tranquila, reforzar las conductas alternativas, mantener rutinas de ejercicio físico constantes y proporcionar estimulación mental.
A largo plazo, establecer límites claros, valorar la ayuda de un adiestrador profesional, abordar posibles problemas de ansiedad y asegurarse de que tenga una correcta socialización.
Este comportamiento puede expresar excitación, necesidad de interacción social, estrés, ansiedad o deseo de jugar. Foto: Shutterstock.
Correa, por su parte, propone dos estrategias sencillas para redirigir esa energía:
- Juego con mordedor. Enseñar al perro a morder y mover el juguete de un lado a otro, simulando una pequeña “pelea” controlada que le permita descargar tensión.
- Uso de un Kong o pelota. Aprovechar estos objetos para activar su instinto de presa y que pueda liberar energía a través del juego de persecución y captura.
La clave está en redirigirlo con calma y premiar los comportamientos tranquilos y adecuados. Utiliza comandos como «siéntate» o «quieto» y refuerza la conducta deseada.
Un comportamiento más frecuente es que el perro monte objetos, aunque es normal que ocurra de manera puntual, ligado a momentos de estrés, aburrimiento o juego.
Correa insiste en que no es un problema que se resuelva de la noche a la mañana. La clave está en la constancia y en practicar regularmente hasta que el perro aprenda a canalizar su energía de forma adecuada.
“Esto es de tener paciencia, practicar mucho hasta que tu perro te obedezca”, recuerda el experto, que anima a los dueños a entender este comportamiento como una señal de que el animal necesita más actividad y estimulación, no como una simple travesura o desobediencia.
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