Franco Colapinto estaba en vuelta lanzada en la Q1 del Gran Premio de Azerbaiyán de la Fórmula 1. Necesitaba un buen giro aunque el panorama era alentador: venía de quedar décimo en su segunda salida, con un tiempo de 1m42s779. Entonces, lo impensado: en la curva 4, aquella en la que se pegó en ese viernes 13 de septiembre de 2024 con el Williams en su primera libre en el callejero de Bakú, Pierre Gasly, su compañero de equipo, se pasó de largo y, detrás suyo, el argentino dobló y se pegó contra el muro. La bandera roja se desplegó con apenas un puñado de segundos por disputarse y así los Alpine se despidieron de la clasificación. Increíble.
¿Qué pasó? «No sabía si era bandera amarilla o blanca, cuando él se va, yo frené un pelín de más y de golpe el auto se me giró, no sé qué pasó, no entiendo porqué«, dijo el piloto bonaerense de 22 años en el corralito de prensa. Con Gasly en la escapatoria, a Colapinto no le quedó otra que doblar igual, aunque ya el radio de giro estaba exigido y el golpe era inevitable. Incluso, en la cámara onboard parece haber una mínima desaceleración, en la búsqueda de que el impacto sea el menos grave posible.
«Obviamente, me desconcentró un poco, no sabía si él iba a dar marcha atrás, estaba un poco pendiente te eso. Apenas doblé en la curva, se giró atrás. No sé si hubo viento o algo. Fue muy raro todo», ahondó sobre un factor que afectó toda la sesión, que tuvo el récord de banderas rojas (6) y en la que chocaron pilotos experimentados como Charles Leclerc (163 GP contra los 18 de Franco).
No es menor destacar que en una accidentada clasificación, con las banderas rojas previas por el toque de Alex Albon al muro en la curva 1 y el golpe de Hulkenberg que lo dejó sin alerón con seis minutos y medio por disputarse, Alpine fue el último en mandar a sus pilotos a la pista. Lo hizo cuando solo faltaban dos minutos. En un trazado -el cuarto más largo de la temporada- donde la vuelta está arriba del minuto y 40 segundos, enviarlos con tan poco tiempo los obligaba a calentar rápido los neumáticos en la vuelta previa para llegar a tiempo antes de que bajaran la bandera a cuadros.
En esa necesidad imperiosa de preparar las gomas y llegar antes de que el cronómetro se pusiera en cero, la pista tampoco ayudó. Gasly informó por la radio que el viento cruzado en la curva 4 lo había mandado directo afuera, a la vía de escape, esa que no pudo agarrar Colapinto, tal vez también influenciado por esa ráfaga.
«Una bronca porque venía haciendo una buena vuelta, venía bajando tres décimas esa vuelta, más esas dos décimas que perdí cuando toqué la pared en la última parte hubiera hecho un buen tiempo. Un poquito triste porque sí que teníamos buen ritmo, no obviamente para Q3 pero hubiéramos pasado a Q2 seguro. Es un circuito complicado para nosotros y maximicé un poco lo que teníamos. Hay que entender lo que pasó porque fue un poco raro. Pero hay que enfocarse en lo que viene mañana», subrayó el argentino en ESPN.
Lo cierto es que ninguno pudo continuar: el piloto argentino, que superó a su compañero en la última práctica libre y también en la clasificación, largará el domingo en el puesto 16, mientras que el francés lo hará en la última fila.
«Trato de no irme con esto de ahora, sino con la velocidad de todo el día, que fui mucho más rápido. Estoy contento con lo que fuimos cambiando en el auto. En estos circuitos, hoy con tanto viento, la posibilidad de que pase algo así es obviamente más grande. Es una pena el haber roto el auto, pero prefiero chocar yendo rápido que ir lento y no chocar«, insistió el piloto que disputa en Bakú su 11° gran premio con Alpine.
Y se aventuró, con esa confianza que lo caracteriza y una coraza de acero inmune a las críticas malintencionadas, a un futuro en los puntos: «Hay que seguir mejorando algunos detalles, áreas a progresar como equipo y yo como piloto, pero di unos pasos positivos. De las últimas cuatro clasificaciones, en tres estuve muy firme. Así que sé que cuando vengan circuitos buenos, vamos a estar ahí adelante«.