Cuando el resto comete errores, aparece Max Verstappen, el rey de la Fórmula 1, aunque este año McLaren le saque el título gracias a un auto arrollador. En una clasificación del Gran Premio de Azerbaiyán accidentada, con el récord de seis banderas rojas (tres en la Q1 -entre ellas la de Franco Colapinto por su impacto en la curva 4-, una en la Q2 y dos en la Q3) y los candidatos Charles Leclerc, el poleman de las últimas cuatro ediciones en Bakú, y Oscar Piastri afuera de la sesión al impactar los muros, el tetracampeón neerlandés marcó el mejor tiempo en la última vuelta (1m41s117) y desplazó por casi medio segundo al sorprendente Carlos Sainz, que ubicó al Williams en la primera fila, contrario a su compañero Alex Albon, que largará 20°.
En una clasificación que duró dos horas por las neutralizaciones, que fueron seis y así dejaron atrás los récords que tenían los circuitos de Imola en 2022 y Brasil en 2024, Verstappen fue paciente hasta el final, incluso cuando Red Bull sorprendió al mandarlo último al pitlane, justo detrás de Yuki Tsunoda para tener el remolque necesario. «Una clasificación larga, para ser honesto, con tantas banderas rojas. Es difícil poner los neumáticos en condiciones con tantas interrupciones. En la última vuelta solo hay que arriesgar, ni siquiera estaba con los mejores neumáticos y, con tantas rojas, te quedás sin juegos. Definitivamente estábamos para la pole, pero estoy contento porque desde Monza estamos haciendo un mejor trabajo», destacó quien se estrenó como poleman en un circuito urbano donde ganó en 2022.
Las neutralizaciones comenzaron enseguida. A los 7 minutos, Alex Albon se pegó con la parte interna en la curva 1 y rompió la suspensión delantera izquierda del Williams, lo que lo condenó al último lugar de la grilla. Nico Hülkenberg, que ya había amenazado con un beso al muro, provocó la segunda bandera roja y rompió el alerón delantero del Sauber cuando restaban 6 minutos y 36 segundos de Q1. Entonces, llegó el momento que ningún argentino quería: con Colapinto con grandes chances de avanzar a la Q2, Gasly se fue a la vía de escape de la curva 4, el argentino -que venía detrás suyo- se desconcentró y una ráfaga de viento terminó ayudando a que impactara la pared en el mismo lugar donde había chocado el año pasado. Su choque definió la Q1, que con segundos por disputarse no se reanudó.
Ya sin Colapinto (16°), Hülkenberg (17°), Esteban Ocon (18°), Gasly (19°) ni Albon (20°), comenzó la segunda parte de la qualy, que enseguida se paró: a los tres minutos, Oliver Bearman golpeó en la curva 2 con la rueda trasera derecha y su Haas quedó parado en la pista. Cuando retomaron la acción, cinco de los 15 pilotos quedaron eliminados y entre ellos estuvo Lewis Hamilton, que venía de ser el mejor del viernes y no pudo completar una buena vuelta, por lo que largará desde la sexta fila (12°) junto a Fernando Alonso.
Llegaba el momento de la Q3, con los McLaren como candidatos, pero con Leclerc, el dueño de la pole en las últimas cuatro ediciones, y Verstappen listos para dar pelea. El monegasco, sin embargo, fue el primero en quedar eliminado de la contienda al irse recto en la curva 15, una de las últimas del cuarto trazado más largo del calendario de la F1. Para entonces, Carlos Sainz estaba primero y se entusiasmaba.
Faltaba, sin embargo, otro impacto, en la pista y en el campeonato. Piastri entró pasado a la curva 3 y rompió la suspensión delantera derecha. El box de Williams ya era una fiesta, como así también el de Racing Bulls, porque Liam Lawson e Isack Hadjar eran los únicos otros dos pilotos con tiempos marcados. Pero hubo tiempo para una última salida y la aprovechó Verstappen. Aunque con el riesgo de que otra neutralización le impidiera cerrar la vuelta -de hecho, Norris rozó los muros y lo pagó con un tiempo que lo dejó séptimo-, Verstappen fue el último en salir del pitlane y el más rápido de todos. Sin errores, justo cuando la clasificación así lo exigía. A lo (tetra)campeón, claro.