Las lágrimas de un referente como Christian Bernardi reflejan la sensación de todo Colón. La mezcla de impotencia por un nuevo fracaso, sumado al alivio por evitar el descenso, se hizo presente en el llanto del 10 cuando se sentó en el banco de suplentes en el momento que fue reemplazado a los 26 minutos del segundo tiempo. Una imagen que valió más que mil palabras.
A pesar que todavía restan disputarse dos fechas, el Sabalero le puso punto final a tanto sufrimiento, a un 2025 para el olvido. No zafó del descenso por mérito propio, lo hizo por las falencias ajenas. El pésimo año de CADU y de Talleres de Remedios de Escalada llevaron a que los de Santa Fe lograran ahuyentar el fantasma del descenso.
Colón inició el partido sabiendo que le alcanzaba con un empate para sostenerse en la categoría. Sin embargo, el alivio apareció en el entretiempo, cuando se enteró de los descensos consumados de sus rivales. Ojo, eso no evitó que los hinchas estallaran. La crisis institucional y deportiva siguen haciendo mella en unos fanas que piden a gritos la refundación de un club que no merece este presente tan oscuro.
El 0-0 tampoco le sirvió a Morón, ya que quedó muy lejos del líder Gimnasia de Mendoza y deberá apuntar todas las fichas a terminar lo más alto posible de cara al Reducido por el segundo ascenso a la Liga Profesional.
Pare de sufrir.
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