Chapeau, como dicen los franceses, a quienes eliminó en el Mundial. Ciao, pronuncian los italianos, a quienes hizo sufrir al principio en este partido de octavos y en unos pocos días ya lo estarán disfrutando. Se trata de Marcelo Méndez, quien con esta derrota ante la Azzurra en octavos del Mundial de Finlandia le puso punto final al exitoso e inolvidable ciclo como el mejor entrenador en la historia del seleccionado argentino de vóley.
“Marcelo es un auténtico maestro del voleibol, que pondrá a disposición todo su conocimiento y experiencia adquiridos en sus muchos años de carrera internacional”. Así lo saludo en junio Marcello Poli, el presidente del Trentino, actual campeón de la Superliga de Italia, la NBA del vóley, que contrató al ex central de River, campeón de un emergente torneo argentino que un año después se transformaría en la Liga Argentina, certamen que ganó siendo DT del Millo en el 99. El Cabezón no era titular de ese equipo pero sí el capitán. Como ahora, hablaba pausado, sin gritos, decía las palabras justas y necesarias para liderar.
Méndez, próximo DT del galáctico Trentino.
Hasta esta temporada, Méndez, que llegó al cargo en 2018, tras dejar el SADA Cruzeiro, club en el que ganó 39 títulos en 12 temporadas, incluidos tres mundiales de clubes, había hecho un trabajo part time. Es decir, en la ventana de selecciones se ocupaba de Argentina y en la de clubes, de algún equipo. Después de dejar el Jastrzebski Wegiel polaco, con el que ganó dos ligas locales, una copa, una supercopa y dos subcampeonatos de Europa (la Champions es su única «deuda»), uno de los DT más codiciados en el mundo (hasta desde Irán lo llamaron para dirigir) se muda en los próximos días a Italia con una condición: ser exclusivo.
Por eso, Méndez, de 71 años, que en Argentina agarró el «fierro caliente» de reemplazar a Julio Velasco y superó ampliamente el desafío, firmó por dos temporadas con el Trentino, equipo al que se dedicará full time, y con un contrato que no se compara económicamente con el que lo unía con la Selección, ni con algunos que rechazó para seguir con el seleccionado.
Marcelo Méndez, un malabarista con equipos de vóley.
El también ex DT de la selección española, perfil bajísimo, es mucho mejor considerado fuera del país que dentro. O al menos su presencia no hace ruido y, fuera del ambiente del vóley, pasa inadvertida; no lo llaman para dar charlas. Respecto de eso, una vez le dijo a Olé: «Obtuve títulos que me permitieron seguir creciendo en mi carrera y me permiten estar hoy en la Selección Argentina, como también estuve en la selección de España. Soy de otra generación pero creo que aporté mucho y quiero seguir aportando al vóleibol argentino. Reconocido o no, el reconocimiento lo tengo de las personas que quiero que me reconozcan».
Después de la derrota ante Italia, tras admitir que había sido su último partido al frente de la Selección, elogió: «Este es un grupo increíble, muchos jugadores jóvenes que año a año juegan mejor. Les veo un buen futuro».
El inolvidable bronce de Tokio 2021
El gran resultado del equipo que dirigió Méndez fue el bronce en los Juegos Olímpicos del 2021 (quedarán en la historia como el 2020, pero se desarrolló un año después por la pandemia). De ese plantel quedan Luciano De Cecco, Matías Sánchez, Pablo Kukartsev, Agustín Loser y Santiago Danani. Cristian Poglajen es el manager. La medalla se consiguió tras el 3-2 ante Brasil.
Méndez festeja con Di Leo, su segundo, el bronce en Tokio.
Un año después, en el 2022, el equipo fue 8° en el Mundial jugado en Polonia y Eslovenia. Y en el 2023, se metió por primera vez en las finales de la Liga de las Naciones, ocupando el quinto lugar.
En los Juegos Olímpicos del 2024 (ya clasificarse es un mérito) no le fue, ocupando el 11° puesto de 12 seleccionados; y en este Mundial repitió un importante octavo puesto, lo mismo que marca el ranking para Argentina.
¿Quién puede ser el sucesor de Méndez?
Juan Sardo, el presidente de la federación de Vóleibol Argentina (Feva), al menos hasta el 2028, tiene la última palabra. Entrenadores capaces, Argentina tiene dando vueltas por el mundo. Hasta hoy, el vóley argentino tuvo el mejor tándem posible, ya que a Las Panteras las dirige Daniel Castellani, es cierto que no siempre disponible por su salud.
Ese es un camino: seducir a alguno de los apellidos de siempre, aunque seguramente por menos dinero del que pueden cobrar afuera. Otro es apuntar a una continuidad y ofrecerle el cargo a Horacio Di Leo, el segundo de Méndez, pero además DT del Renata de Brasil; en todo caso, habrá que ver si le conviene agarrar como 1.
La tercera posibilidad es ofrecerle el puesto a un técnico del ámbito local, que no sea «caro» y que trabaje todo el año no solo con la Selección mayor, sino que se meta de lleno en los equipos de base.
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