¿Dólares? Dólares sobran. Se pregunta y se responde el propio Gobierno. De esta forma, el Ministerio de Economía intenta ahuyentar cualquier inquietud por la intranquilidad lógica que genera en el mercado la intervención del Banco Central (BCRA) cuando el tipo de cambio toca el techo de la banda, que hoy ronda los $1.475 y el minorista superó los $1.500.
Según el Gobierno hay US$ 22.000 millones para intervenir en el precio del dólar y para pagar la deuda.
“Vamos a vender hasta el último dólar en el techo de la banda”, dijo el ministro de Economía, Luis Caputo.
Los inversores igual se muestran reticentes. De hecho, el dólar si no fuese por la intervención del BCRA, hubiese subido más de lo que lo hizo. Hay más: el riesgo país se duplicó en pocos días producto de la venta de bonos de deuda soberanos cuyos precios se desplomaron.
En el mercado critican la decisión del Gobierno. Los analistas creen que Economía privilegió mantener un dólar calmo con una inflación a la baja, a cambio de una apreciación del tipo de cambio y de no acumular las reservas que podía.
“No estás en una situación de crisis pero los tenedores de deuda dicen acá hay un problema en la acumulación de divisas. Por eso volvió la brecha, se quedó corto el techo de la banda. Lo que falta es conducción política. Podemos tener 25 jornadas muy intensas”, dice Ricardo Delgado, economista y presidente de Analytica. “La situación es manejable pero hay que dar señales claras”, asegura.
En el mercado aseguran que lo que falta es credibilidad y confianza. Credibilidad en que lo que se dice se cumple. Confianza en gobernabilidad y poder real.
Javier Milei generó, en el primer año de mandato, algo inesperado: con muy pocos legisladores logró un paquete de leyes más que razonable. El mercado acompañó y se entusiasmó con medidas que acomodaban la macro bajando el gasto público y la inflación.
Pero ahora la situación parece diferente. Más allá de la presión que ejercen algunos sectores para tener un dólar más competitivo, es cierto que cuando en el exterior todo parece estar más barato que en la Argentina, el tipo de cambio comienza a hacer ruido no solo en las fábricas y en el campo, sino también en los inversores. Tal vez, el dólar de equilibrio esté por encima del precio que hoy fija la banda. Tal vez, el Gobierno, con el diario del lunes, piense que había que comprar dólares para acumular reservas cuando el precio era más cerca de $1.200 y no $1.475. Tal vez, si compraba dólares la inflación subía y se volvía a inviable el plan oficial. Tal vez, no había que desarmar los instrumentos remunerados para que no aumente la tasa y frene la economía. Tal vez, muchas cosas, pero lo cierto es que se tomó un camino que dejó a la Argentina por estos días en un río revuelto del que tiene que salir rápido. En definitiva, lo que prueba el mercado por estos días es si gana o pierde el plan de Caputo.
En un acto en Córdoba fue el propio Milei el que trató de llevar calma al mercado. Dijo que está negociando un desembolso del Tesoro americano y si esto se logra se despeja el camino de la deuda. El próximo 9 de enero de 2026 la Argentina deberá pagar US$4.300 millones.
Cuando se analiza el sistema financiero, una pata más que importante, la situación no parece reflejar la crisis que se vive con el dólar y los bonos.
El último informe de la Asociación de Bancos Argentinos (Adeba) afirma que los indicadores de solvencia del sistema financiero bajaron 1,3 p.p. en junio y se ubicaron en 27,6%. Aun así, los ratios de solvencia siguen ubicándose muy por encima de las exigencias mínimas.
La posición excedente de capital se ubicó en 247% de la exigencia regulatoria en junio para el sistema financiero en su conjunto.
Además, el informe marca que los depósitos en pesos del sector privado subieron 4,1% mensual en el promedio de julio y aumentaron 62% con respecto al mismo mes del año anterior. Los depósitos en términos reales presentaron un crecimiento del 2,2% mensual, por cuarto mes consecutivo. De esta forma, las colocaciones en pesos registraron un aumento del 18% interanual. Los depósitos a la vista representaron el 49% del total de los depósitos en pesos del sector privado y los depósitos a plazo el restante 51% en julio (tradicional y UVA)
Los depósitos del sector privado en dólares crecieron 5,9% en julio y se ubican 77% por encima del mismo mes de 2024.
Los préstamos en pesos al sector privado aumentaron 4,7% en el promedio de julio con respecto a junio en términos nominales. En términos reales, los créditos al sector privado registraron un aumento del 2,7% mensual y del 84% interanual en julio, acumulando 15 meses de aumentos mensuales consecutivos.
Los préstamos comerciales representan el 36%, financiación de tarjeta el 24%, los personales 22% y los préstamos con garantía real el 12% en julio. Los créditos hipotecarios fueron los que registraron mayores ratios de crecimiento en los primeros 7 meses del año.
Pero que el sistema financiero esté sólido no alcanza para convencer a los inversores. La brutal caída que tuvieron los bonos soberanos es producto de la desconfianza. La acumulación de reservas no solo lo pide el Fondo Monetario Internacional (FMI), sino que la compra de dólares es una buena señal para demostrarle a los inversores que la Argentina va a poder enfrentar sus próximos desafíos políticos y económicos mejor parada que ahora.