Más de cien vecinos, entre padres y familiares de alumnos que concurren a la Escuela de Frontera Nro 617 de El Soberbio se movilizaron este martes por calles de la localidad en reclamo de celeridad judicial tras las denuncias contra un docente acusado de tomar fotografías con su telefonía móvil a menores del establecimiento educativo. Por el hecho, las autoridades educativas además separaron del cargo a la Directora, a una docente y a un profesor de Informática.
Aldo Pérez dijo en declaraciones a C6Digital que tuvieron mucho acompañamiento por parte de la comunidad de El Soberbio, «dada la magnitud de los hechos». Agregó no solamente es el docente que tomaba la foto sino algunos colegas que estarían en conocimiento del caso pero no hicieron la denuncia correspondiente.
«Estamos disconforme por la falta de accionar de la Justicia. No hubo allanamiento. El docente acusado hizo entrega de un celular pero sabemos que no era el que utilizaba para sacar las fotos. Después fueron a la casa y entregó otro pero no hubo allanamientos, que era fundamental ni recolección de otros elementos», observó el padre vía telefónica.
En tanto, sostuvo que la Directora y una de las docentes con quienes estuvieron en asamblea «ni siquiera se habían puesto de acuerdo entre ellas en la respuesta que nos iban a dar porque cuando le preguntamos si se habían comunicado al momento de enterarse se contradecían, lo cual nos dio vergüenza ajena». Ambas fueron separadas del cargo en el establecimiento educativo.
Según Pérez, ya habrían conseguido reemplazantes pero cuestionó que solamente les cambien de lugar mientras siga la investigación.
«Nosotros queremos que el maestro vaya preso por lo que le hizo a nuestros hijos, por lo que viene haciendo desde hace varios años porque esto no es solo este año, ya viene de antes», remarcó.
El padre manifestó que no hubo contacto con el docente acusado. «Gracias a Dios no nos encontramos todavía con el tipo, ningún padre», expresó.
Afirmó que los próximos pasos será seguir insistiendo para que «el maestro vaya preso y que adentro del calabozo empiece a hablar».