Las quejas por la acumulación de basura en las veredas se repiten en toda la Ciudad. Pero en Puerto Madero, donde abundan los locales gastronómicos y las torres de departamentos, los vecinos lograron que el Gobierno porteño implemente un sistema diferente: la eliminación total de los contenedores en la vía pública y la recolección puerta a puerta.
La iniciativa comenzó como una “prueba piloto” en enero y ya se consolidó. En total, se retiraron 135 contenedores de las calles. Desde entonces, son los encargados de los edificios quienes entregan directamente las bolsas de residuos a los recolectores en horarios previamente pautados.
“Lo solicitamos en muchas reuniones en la Comuna 1 y a la Subsecretaría de Higiene. Es más seguro y más higiénico”, explicó a LA NACION Malala Melzner, integrante de la asociación de vecinos. Según señaló, la medida también responde a la preocupación por la gente que solía revisar los contenedores.
La mujer explicó que lograron demostrar que tenían las herramientas para poder hacer funcionar este sistema de recolección y que, a partir de su implementación, “mejoró la calidad de vida”. “Ya no se tiran bolsas en la calle, ni hay contenedores donde la gente orine o defeque”, dijo y subrayó: «Estamos muy contentos“.
Cómo opera la recolección en Puerto Madero
De lunes a sábado, entre las 7 y las 15, los vecinos sacan las bolsas en el horario previsto para que el encargado o personal del edificio reúna esos residuos que luego entrega directamente al servicio de recolección.
Así, una vez que el camión recolector se posiciona frente al acceso destinado a la salida de residuos, el responsable del consorcio debe entregar directamente las bolsas. Con este protocolo se encuentra prohibido disponer las bolsas de residuos en la vía pública antes de la llegada de los servicios de recolección. Así, no solo se eliminan los contenedores de las calles, sino también las bolsas de basura.
“Hace tres años iniciamos el reclamo al equipo de Higiene. Les explicamos que no hacía falta el uso de contenedores en las calles porque cada torre y consorcio tiene recolección interna; es más seguro y más higiénico”, remarcó Malala.
En Puerto Madero se recolectan más de 10 toneladas diarias de residuos húmedos y más de 5 de reciclables. Este caudal de basura es significativamente menor que en el resto de los barrios porteños -en los que la Ciudad genera 6500 toneladas diarias en total-, lo que permite un manejo mucho más controlado del protocolo.
“La novedad representa un cambio positivo para quienes viven y trabajan en Puerto Madero, así como también beneficia a los visitantes que pasean por sus calles todos los días”, indicaron a LA NACION desde el Ministerio de Espacio Público y añadieron: “Con esta iniciativa, se convierte en el primer barrio porteño en adoptar este modelo de gestión de residuos, adaptándose a las características particulares de su trama urbana: alta densidad de edificios con consorcios y presencia de grandes generadores como locales gastronómicos, empresas y comercios”.
La “descontenerización” también evita malos olores, suciedad en la calle y, según la administración, disuade a quienes revisan los tachos.
Medidas previas
Esta no es la primera medida que aplican desde la administración comandada por Jorge Macri para intentar mantener la limpieza y el orden en la Ciudad. A principios de agosto informaron que exigirán a las personas que revuelvan la basura que vuelvan a limpiar y ordenar los contenedores.
Según pudo saber LA NACION, la normativa vigente que establece las sanciones es el artículo 94 sobre Ensuciar bienes del Código Contravencional de la Ciudad. “Quien mancha o ensucia por cualquier medio bienes de propiedad pública o privada, es sancionado/a con uno a quince días de trabajos de utilidad pública o 81 a 1217 unidades fijas de multa”, advierte la norma.
Desde el gobierno porteño indicaron a este medio que la sanción se elevará al doble cuando la acción se realice desde un vehículo motorizado o cuando se efectúe sobre “estatuas, monumentos, templos religiosos, establecimientos educativos y hospitalarios, edificios o lugares públicos, estaciones y vagones de subterráneos o de trenes”. Debido a que la unidad fija de multa es de $731,62, el mínimo que podrán verse obligados a pagar será de $59.261,22 y el máximo de $890.381,54.
Meses antes, la misma gestión implementó el uso de contenedores de basura antivandálicos en la Ciudad, medida que se puso en marcha para impedir que las personas puedan sacar la residuos una vez depositados en los grandes tachos.