A esa conclusión llegamos con lo que está sucediendo en el estadio de Jorge Gibson Brown. Días pasados, por gestión del presidente de la Liga Posadeña, Marcelo Dei Castelli, una máquina de Vialidad Provincial realizó trabajos de emparejamiento de un espacio que servirá para fútbol reducido y de entrada en calor para los futbolistas suplentes, dejando la tierra que se extrajo en una esquina de la calle Florencio Sánchez, junto al portón de entrada de la ambulancia.
En los últimos días, coincidiendo con la contratación de un contenedor para llevar la tierra, inspectores municipales notificaron al club que serían multados si no sacaban esa tierra, que dicho sea de paso no molesta a nadie ya que no existen viviendas sobre esa vereda.
Claro que esos mismos empleados municipales, desde hace varios años, hacen caso omiso a las denuncias que ha formulado el club ante la Municipalidad para solucionar el derrame de efluentes cloacales y aguas servidas hacia el campo de juego, como lo hemos informado en reiteradas ocasiones.
Evidentemente, a la Municipalidad de Posadas sólo le interesa recaudar, aplicando multas a uno de los pocos clubes que tiene toda su documentación al día, pero mirando para otro lado en un tema tan delicado como el denunciado por Jorge Gibson Brown.
Es indudable que ni siquiera los concejales se molestan en solucionar los problemas que afligen a las entidades deportivas y sólo aparencen para sacarse alguna foto por conveniencia política.
Ojalá que el propio intendente tome conocimiento de esto que denunciamos y que es una práctica muy común de los inspectores, que cortan siempre por el hilo más fino sin atacar los problemas más serios…
Fuente: redacción Deportes Misiones.